#PorSoleares | El retraso en resultado de encuestas de MORENA se presta a pensar mal, los resultados no cuadran con los deseos superiores

Por Jesús Manuel Hernández

La desconfianza en los anuncios de los políticos no es una novedad, de ahí la aparición de aforismos con un alto contenido de dudas sobre lo anunciado. “Piensa mal y acertarás” quizá sea el más reconocido en este escenario.

Y el aforismo viene a cuentas por el “retraso” del anuncio de Morena para designar a sus coordinadores de la Cuarta Transformación en las 9 entidades donde habrán de registrarse elecciones en 2024.

Todo el galimatías provocado en los últimos meses para ir sembrando vida a los electos o electas, de pronto se topa con las actitudes de Marcelo Ebrard y empiezan a aparecer focos amarillos en algunas entidades.

Las encuestas madres dicen que se levantaron hace unas semanas y su resultado originalmente debía ser revelado el 30 de octubre. Pero, por alguna extraña o no muy extraña razón, Mario Delgado, de un plumazo, retrasó la fecha, será hasta el 11 de noviembre cuando los ciudadanos y los electos conozcan los nombres.

Piensa mal y acertarás, cabe perfectamente en este momento de la política mexicana.

¿Acaso los resultados de las encuestas no coinciden con las decisiones cupulares? ¿Realmente se levantaron las encuestas? ¿Los golpes internos son de tal tamaño y magnitud que no pueden arriesgarse a destapar 9 conflictos al mismo tiempo?

¿Serán necesarios estos días de tiempo extra para conciliar a los descontentos, se harán acuerdos, intervendrá la mano presidencial o se presentará el bastón de mando actual para corregir entuertos?

Uno puede pensar cualquier cosa, como por ejemplo que alargar las fechas mina a los punteros y permite a los aspirantes de segundo nivel aumentar su popularidad.  El caso de Puebla es muy claro, mientras los primos han hecho una pausa, los demás han incrementado su aparición en medios, asambleas, mítines y pronunciamientos.

Y mientras unos convocan a la “unidad”, otros apoyan el amarre de navajas y el desplumadero que se avecina.

Pero viéndolo bien, esto de alargar la fecha para conocer los resultados de las encuestas puede ser una medida profiláctica, dará tiempo a comprar y poner las vendas antes de la herida.

Y es que seis de los siete tendrán que sanar heridas pese a contar con acuerdos y arreglos, después del 11 de noviembre conocerán a quienes realmente forman parte de un grupo al que puedan calificar de “amigos”.

Aristóteles reconocía tres tipos de amigos:

La amistad por utilidad, aquella donde los “amigos” están involucrados porque reciben un beneficio el uno del otro, no hay afecto, hay un interés y dura mientras el interés siga brindado favores, con lo cual es una amistad imperfecta termina cuando se agotan los espacios de los “favores”. Estas amistades utilitarias se van entrelazando entre los que están arriba y los que están abajo, algunos les llaman la amistad de los “trepadores”.

Una segunda amistad es la derivada del placer, está definida por los momentos donde “los amigos se la pasan bien” sin esperar nada a cambio como en el caso anterior. Los expertos le añaden algunas características, el “hedonismo vacío e intrascendente”.

La tercera amistad según el filósofo, es la concebida como “perfecta”, por encima del utilitarismo o el placer, en esta especie hay aprecio sincero cariño, y se identifica porque los amigos buscan el bien entre ellos, por virtud diría Aristóteles.

Esta amistad perfecta se da poco pues necesita de amigos virtuosos, de corazón, donde por encima del interés está eso que coloquialmente se llama “amistad”.

Pues bien, seis de los siete tendrán oportunidad de experimentar en pocos días estas experiencias y podrán ir decantando, muy rápido a qué grupo pertenecen sus seguidores y “amigos”.

O por lo menos, así me lo parece.

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