#PorSoleares | Las encuestas dejan una luz muy clara en México “es tiempo de mujeres”; quizá en #Puebla cambien los escenarios

Por Jesús Manuel Hernández

Quizá el primer político poblano en emplear la mercadotecnia política haya sido Miguel Quirós Pérez, quien se hizo auxiliar por incipientes estudiosos de aquella época, 1977, y quien descubrió los rechazos al PRI por los poblanos y la creciente aceptación del panismo.

En consecuencia Quirós Pérez usó en su campaña colores diferentes al tricolor, los naranjas y amarillos aparecieron en su logotipo en contraposición a sus compañeros de partido.

Después el gobernador Guillermo Jiménez Morales empezó a poner de “moda” contratar los servicios de los especialistas en “encuestas”, había muy pocos, y los resultados no siempre eran aceptados.

Quizá algunas de las candidaturas a diputados federales de aquella época pasaron por los encuestadores. En esos tiempos empezó a cobrar fama Juanito Comellas.

Manuel Bartlett en cambio le dio una fuerza tremenda a los encuestadores, hacía “focus group”, sondeos de todo tipo para la toma de decisiones y propuestas de gobierno y de candidatos. Guillermo Heitler Aroste era el encuestador de cabecera y uno de los más  rigurosos redactores de las preguntas a meter en las encuestas, muy cerca de él apareció el joven talentoso Rigoberto Benítez de la BUAP.

Los resultados solo los conocía el grupo de la burbuja de Bartlett, Jaime Aguilar, Jesús Hernández Torres y quizá Nacho Mier.

El siguiente gobierno, con Melquíades a la cabeza, continuó con la consulta y medición a través de las encuestas y empleando a la empresa de Rigoberto, salvo por una diferencia en las consecuencias de las encuestas.

Al parecer Melquíades dejaba los resultados de los sondeos sobre su escritorio y una mano, amiga o enemiga, las tomaba y fotocopiaba, luego entonces los resultados se manoseaban, aparecían en columnas y programas de radio aludiendo a “fuentes confiables”.

Un personaje en la mira de esas filtraciones era el compadre el mismísimo gobernador, Víctor Giorgana, avezado en esos temas también. Nunca se demostró que su mano haya sido la “mano filtradora”.

Mario Marín poco confiaba en las encuestas, para él, la mejor encuesta era la que él mismo hacía, pero sus allegados sí que usaron los métodos para definir estrategias. Los resultados no fueron positivos, se banalizó el tema de la encuesta y prevaleció la interpretación y el autoritarismo.

Quizá Rafael Moreno Valle haya sido el gobernante con más rigor en el tema de las encuestas, en consecuencia de su gobierno quedó alguna escuela y una secuela, a la fecha presentes en algunos ambientes de la política local.

Estos días los mexicanos serán encuestados para definir los nombres de los defensores de la 4T, de MORENA, y el debate se trasladó previamente a las casas encuestadoras confiables, serias y éticas, por las dudas se omiten los nombres de las elegidas, no sea la de malas y con eso de que “el diablo anda suelto” desde el 24 de agosto, día de San Bartolomé, los directores de las encuestas puedan ser objeto de presión de propios y extraños, y entre éstos últimos el crimen organizado.

Una noticia de la AFP apareció este domingo muy temprano, bajo el título “Es tiempo de mujeres” la agencia presenta a Claudia Sheinbaum como la favorita de obtener la candidatura y a Xóchitl Gálvez por el Frente Amplio, la conclusión lógica es que una mujer será presidenta de México.

Y eso, quizá influya en la siguiente etapa de encuestas por los estados donde habrá elecciones en 2024, Puebla entre ellos.

La aparición de Nadia Navarro y el crecimiento de Claudia Rivera, no debían ser noticia de paso, quizá no sean las compañeras de viaje que muchos esperan, y la tendencia de “Es tiempo de mujeres” gane terreno en los ámbitos locales, un asunto que debe preocupar fundamentalmente a los dos grandes bloques que buscan mantener o tener acceso al poder de Casa Aguayo.

O por lo menos, así me lo parece.

losperiodistas.com.mx@gmail.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.