Por Fernando Manzanilla Prieto

De acuerdo con asociaciones animalistas, en Puebla hay al menos un millón de perros y gatos que viven en las calles, los cuales tienen que sortear el obtener alimento, agua, cobijo, así como las inclemencias del tiempo. Desafortunadamente, esta situación además de poner en riesgo la integridad de las mascotas y sus condiciones de supervivencia, también representa un problema de salud pública.

Y es que en nuestra entidad no es extraño ver por las calles de las colonias e incluso en el propio centro de la ciudad a perros deambulando, muchos de los cuales se encuentran en mal estado de salud, ya que han sido atropellados o atacados por otros canes, o incluso hay muchos otros que tienen comportamientos agresivos con la comunidad, resultado del continuo maltrato que sufren en los espacios públicos.

Muestra de ello es que tan solo en lo que va de la actual administración municipal de la capital, las autoridades han recibido más de 300 denuncias de maltrato animal, reportadas por ciudadanos a la Secretaría de Medio Ambiente.

Pero el maltrato animal no solo tiene consecuencias para los animales, sino que también afecta a la sociedad en su conjunto. Afortunadamente en los últimos años, se ha observado un creciente interés por parte de la sociedad y las autoridades en tomar medidas para combatir este problema y para promover el bienestar animal.

Precisamente, hace algunos días, a iniciativa del Colectivo Ciudadano de Participación Transformadora y el Instituto Mexicano para la Transformación de la Vida Pública, se materializó la firma de un convenio de colaboración con diferentes instituciones educativas y de la sociedad civil para implementar campañas de consultas veterinarias gratuitas, en las cuales se incluyan los servicios de vacunación y esterilización de mascotas en la entidad. 

Estas acciones son muy importantes, ya que no solo contribuirán a controlar la población o sobrepoblación de estos animales, sino que también generarán un impacto positivo en la salud pública y el medio ambiente.

Más allá del propio sufrimiento que padecen los perros y gatos en las calles, también es necesario ver que su reproducción descontrolada puede llevar a la proliferación de enfermedades, la degradación del hábitat y, en última instancia, al aumento de la eutanasia en refugios y perreras.

De acuerdo con información de la Sociedad Mundial de Protección Animal (WSPA-por sus siglas en inglés) una perra con una vida reproductiva de seis años puede generar una descendencia de sesenta mil cachorros, de los cuales al menos la mitad de las camadas son hembras que continúan perpetuando la especie y provocando un crecimiento exponencial, caso similar ocurre con las gatas.

Tenemos que ver que la esterilización no solo tiene beneficios en términos de control poblacional, sino que también puede mejorar la salud y el comportamiento de los animales domésticos. En el caso de las hembras, la esterilización disminuye drásticamente el riesgo de cáncer de mama y de útero, mientras que en los machos reduce la posibilidad de cáncer testicular y de próstata. Además, al reducir los instintos de apareamiento, se pueden evitar comportamientos agresivos y territoriales.

Asimismo, necesitamos ver que la sobrepoblación de animales callejeros impacta significativamente la salud pública y el medio ambiente. Los animales sin hogar pueden transmitir enfermedades a otros animales y a los seres humanos, lo que plantea riesgos para la salud de la comunidad. Además, su presencia puede contribuir a problemas de higiene y contaminación en áreas urbanas.

Al respecto, especialistas de la UNAM calculan que un perro defeca en promedio 300 gramos de heces y medio litro de orina que, si se encuentra en situación de calle, quedan al descubierto e impactan la atmosfera. Por ello al promover y facilitar la esterilización de perros y gatos, se reducen estos riesgos y se crea un entorno más seguro y saludable para todos.

Es importante considerar que las campañas de esterilización gratuita no solo abordan el problema de la sobrepoblación, sino que también promueven la conciencia y la responsabilidad de los dueños de mascotas, quienes pueden tomar decisiones informadas sobre la reproducción responsable y la atención adecuada para sus animales de compañía.

Es por ello que aplaudo estas acciones que no solo benefician a los animales directamente involucrados, sino que también contribuyen a crear una sociedad más consciente y responsable en relación con sus mascotas.

Esperamos que cada día se sumen a estas acciones más personas, organizaciones y, desde luego, las propias autoridades, ya que solo uniendo esfuerzos podremos dar pasos firmes hacia un futuro en el que la tenencia responsable de mascotas sea una realidad en Puebla y México.

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