Así es esto del tiempo, amigas y amigos, el tiempo pasara, para unos era julio, para otros septiembre. ¿Ya saben por dónde voy?

Por Itandehui Rodríguez Martínez

@Itandehui_RoMa

Para unos era julio, pero ese mes ya se acabó, para otros es septiembre y puede que igual que acabó julio, acabe septiembre. Todo depende de una decisión.

Henry Van Dyke, fue un escritor y diplomático norteamericano que murió por allá de los treintas, del siglo pasado. En aquella época el tiempo pasaba más lento, obvio, porque no había tantos distractores. Acuñó una frase que les comparto a continuación:

“El tiempo es demasiado lento para aquellos que esperan, demasiado rápido para aquellos que temen, demasiado largo para aquellos que lamentan, demasiado corto para aquellos que celebran. Pero para quienes aman, el tiempo es eterno”.

Y no, no venimos a hablar de amor, venimos a hablar de política, así que descarten la parte de la eternidad del tiempo.

Vamos a desmenuzar esta frase.

“El tiempo es demasiado lento para aquellos que esperan”: pues sí, hay mucha gente esperando a que Eduardo Rivera haga público si va o no va por la gubernatura. Y más que esperar, ya desesperan.

El tiempo es un bien finito y se agota fácilmente.

Aunque Puebla espera un anuncio público, en privado, en el búnquer, el trabajo debe estar muy, muy avanzado. Seguro ya hay prorizaciones, ya hay mapeos, proyecciones, detección de liderazgos afines, aliados en espera de arrancar, coordinadores por nombrar en todo el estado y un largo, largo etcétera de cosas que se requieren. Seguro. Porque el tiempo es un bien finito.

“(El tiempo es) demasiado rápido para aquellos que temen”: es un hecho, yo, por ejemplo, temo seguir envejeciendo y entre más me choca cumplir años, más rápido pasan los meses. ¡Feliz cumpleaños a mí, por cierto!

“… es demasiado largo para aquellos que lamentan”: por ejemplo, para unos era julio, pero eso ya se terminó. Me refiero al mes… y a lo demás. Eso se ve más allá de lo evidente, como León-O.

“… (El tiempo es) demasiado corto para aquellos que celebran”: había quiénes ya se veían con una candidatura en la bolsa y se les está “volteando el chirrión por el palito”. Si no me creen, pregúntenle a Alejandro Armenta.

Hablaba del senador ayer con un querido amigo, tú sabes quién eres. Él, hizo una de las mejores analogías del caso Armenta, lo cito:

“Es como si eres el DT del Puebla y planteas tu estrategia para 80 minutos cuando un partido de fut dura 90 ¡obviamente en los ultimos 10 minutos te empatan y te sacan el partido!”

¿Y septiembre?

Volviendo a septiembre, a Eduardo Rivera, me queda claro que aún no son los tiempos electorales correctos para anunciar públicamente una aspiración, pero mientras en “la casa de enfrente” ya van muy avanzados, en la azul, “no se ve claro”.

Repito, como diría Henry Van Dyke:

“El tiempo es demasiado lento para aquellos que esperan, demasiado rápido para aquellos que temen, demasiado largo para aquellos que lamentan, demasiado corto para aquellos que celebran”.

Quiero citar a otra gran filósfa, esto es lo que dijo:

Every little thing that you say or do
I’m hung up
I’m hung up on you
Waiting for your call, baby, night and day
I’m fed up
I’m tired of waiting on you

En español dice:

Cada pequeña cosa que dices o haces
Estoy colgada, estoy colgada de ti
Esperando tu llamada, bebé, noche y día
Estoy harta, estoy cansado de esperarte

Eso es lo que dice la gran filósofa Madonna, pero excluyendo lo de “bebé”, es lo que está pasando con la gente que espera una decisión de Eduardo Rivera.

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