Por José Ojeda Bustamante

@ojedapepe

Hemos atravesado como humanidad unos años intensos, vertiginosos y enigmáticos, como lo fueron el 2020, 2021 y 2022.

Estos años nos han ayudado a renovar y revalorizar los servicios de salud y educativos. La medicina y la educación están recuperando su importancia. Para este año, 2023, es un momento de recuperación y sistematización de las lecciones aprendidas, en el cual todos los sectores son esenciales y donde la comunidad y la ciudadanía se hacen visibles y nos reinventamos.

Durante el pasado año 2022, se publicó un estudio importante: “El Estado de la Ciencia en México en el contexto y sus referentes internacionales”, elaborado por la empresa 3M.

El estudio revela que la confianza global en la ciencia es alta y que se está incrementando la valoración hacia ella. Durante los últimos cinco años, el Estudio del Estado de la Ciencia de 3M ha explorado las posturas globales sobre la ciencia. En 2022, las personas reconocen la relevancia de la ciencia en sus vidas y buscan que aporte soluciones a los principales problemas sociales.

En el caso de México, el estudio muestra resultados contundentes sobre la revalorización de la ciencia.

El 92% de los mexicanos considera que la ciencia es importante en su vida cotidiana y el 77% reconoce la relevancia de las mujeres en las profesiones STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería o Matemáticas), las cuales representan un potencial subutilizado.

Por otro lado, la comunicación de la ciencia en México es escasa, ya que el 85% de los mexicanos desea conocer más sobre el trabajo de los científicos. Además, el 69% considera que en los próximos 5 años se valorará aún más la ciencia. Asimismo, el 87% está de acuerdo en que en el futuro el mundo dependerá más que nunca del conocimiento científico.

En el estudio, el 85% de los mexicanos encuestados afirmó que se necesita de la ciencia para solucionar los problemas de México, y el 67% cree que la ciencia debe encontrar una cura para las enfermedades.

Es fundamental impulsar el desarrollo de la ciencia desde las aulas, sobre todo después de la emergencia sanitaria y los aprendizajes que nos ha dejado la pandemia del Covid-19 en todo el país.

Esto implica fomentar la innovación, desarrollar proyectos para la sustentabilidad del medio ambiente, promover la regionalización y la responsabilidad social, con el fin de que las instituciones educativas y universidades promuevan acciones a favor de la sociedad.

La ciudadanía considera que la ciencia debe ayudar a resolver los principales problemas que enfrentamos, siendo la salud el tema prioritario, pero también otros desafíos como la pobreza, la marginación, el calentamiento global y la inequidad social y política.

Por lo tanto, el estudio sugiere promover la ciencia de manera más creativa y enfocada a las diferentes regiones y al desarrollo de capacidades locales. Es necesario trabajar en fomentar una mayor empatía hacia la ciencia y hacerla accesible y comprensible para la comunidad, resolviendo y mitigando los grandes desafíos y generando soluciones a los problemas sociales.

De esta forma, las instituciones de educación superior deben contribuir con soluciones para sus comunidades y participar en la construcción de una educación sostenible.

Comunicar la ciencia de manera efectiva es crucial.

Implica ampliar las posibilidades de cocreación con la comunidad, que en última instancia es a quien se deben dar respuestas.

Debemos abandonar el estatus quo en el cual la ciencia estaba confinada y ahora difundirla y adaptarla a un lenguaje propio.

Esto conlleva la aparición de una nueva disciplina y expertise; es resumen el reto es comunicar, difundir, aterrizar, ciudadanizar los grandes y certeros avances de la ciencia.

Basta mirar el rumbo que se encuentra tomando el mundo y la orientación en inversión tecnológica que impulsa la nueva realidad económica.

En conclusión, la educación es el motor más poderoso para la movilidad social y constituye una de las bases más importantes para sostener la transformación que vive México. No podemos desperdiciar de ninguna manera las inversiones realizadas y las que se deben realizar.

Existen múltiples oportunidades, pero es crucial focalizar y adecuar la realidad a nuestras acciones y a nuestro entorno más inmediato.

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