En el último año, el Aeropuerto Felipe Ángeles tuvo su mejor mes en octubre, cuando alcanzó 62 operaciones diarias en promedio, lejos de las 120 que se pronosticaban; en febrero de este 2023 bajaron a 59. Se prevé que la construcción del ramal del tren suburbano Lechería-AIFA acelere la llegada de pasajeros.
ALEJANDRO DE LA ROSA / EL ECONOMISTA
Lento despegue. El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) celebra su primer aniversario con menor actividad a la esperada (59 operaciones comerciales por día, la mitad de las previstas al cumplir un año), sin la ruta a Villahermosa (con la que fue inaugurado el 21 de marzo del 2022) y preparando instalaciones para el obligado traslado de actividad de carga desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
La baja demanda de los vuelos actuales (salvo los que van a playas y en temporadas vacacionales) y la falta de promoción de los destinos son argumentos que impiden que el nuevo aeropuerto tenga más actividad.
Incluso, la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) informó recientemente que continuará apoyando el desarrollo integral del AIFA y “que la maduración de ese aeropuerto depende de diversos factores que están en desarrollo como, por ejemplo, la conectividad terrestre”.
Se prevé que la construcción del ramal del tren suburbano Lechería-AIFA acelere la llegada de pasajeros desde la Ciudad de México. La inauguración está prevista para diciembre próximo y el avance reportado a marzo es cercano al 40 por ciento.
A la fecha, en el aeropuerto tienen presencia las empresas nacionales: Aeroméxico, Volaris, VivaAerobus y Magnicharters. También las extranjeras: Arajet, Copa Airlines y Conviasa. Entre todas han transportado desde su apertura hasta el pasado 28 de febrero a un millón 264,302 pasajeros (para los primeros 12 meses se estimaba alcanzar 2.5 millones).
De las 18 rutas disponibles, 14 son nacionales (Cancún, Monterrey, Acapulco, Guadalajara, Puerto Vallarta, Mérida, Oaxaca y Tijuana, entre ellas) y cuatro internacionales: Santo Domingo (República Dominicana), Panamá, La Habana (Cuba) y Caracas (Venezuela). Las dos últimas son operaciones chárter.
Con base en estadísticas del AIFA, la histórica baja actividad aérea en el país durante febrero se reflejó en las 1,650 operaciones comerciales y los 165,315 pasajeros, lo que significaron bajas del 11.1 y del 10.4%, respectivamente.
La presión de ser rentable
El pasado 28 de febrero, en la ceremonia de inicio de operaciones de DHL en la terminal, el Presidente Andrés Manuel López Obrador planteó un reto a su director, Isidoro Pastor.
“Es un aeropuerto que tiene mucho futuro. Tan es así, que apenas lo inauguramos el año pasado y ya para diciembre de este año va a alcanzar su punto de equilibrio en cuanto a ingresos y gastos de operación. Es decir: va a ser autosuficiente a partir de diciembre de este año y va a empezar a tener utilidades a partir de enero del 2024. Si se tratara de una empresa particular, privada, se confirmaría que fue un buen negocio”, señaló.
En entrevista televisiva, el director comentó días después que para llegar al punto de equilibrio se deberán registrar un promedio de 200 operaciones diarias, lo que en este momento se ve complicado porque únicamente hay una nueva operación anunciada: en mayo Aeroméxico volará a Houston.
En dicho contexto, la cabeza del AIFA sugirió que los trabajos de mantenimiento mayor a la infraestructura en el AICM ocasionarán una mayor presencia de aerolíneas en la nueva terminal.
Por lo pronto, a partir de julio (con el cierre definitivo de actividades de carga en el AICM), se vislumbra mayor dinamismo en un aeropuerto que está listo para lo que venga.