Con la expansión del mercado de drogas, las drogas ilícitas se han vuelto más letales con el paso de los años

MARTHA AGUILAR / EL INDEPENDIENTE

¿Valió la pena la recaptura de Ovidio? 

El gobierno de Estados Unidos presionó constantemente por la captura de Ovidio Guzmán, a quien considera el culpable del trasiego de drogas, en especial del fentanilo, causante de las más de 107 mil decesos por sobredosis en el vecino país. La DEA señala a las organizaciones criminales mexicanas, y en especial al Cartel de Sinaloa como la amenaza más grande en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos puesto que controlan gran parte del mercado de consumo de este país a la vez que mantienen fuertes lazos con grupos criminales y bandas en la cárcel y calles estadounidenses para llevar a cabo la distribución y venta directa al consumidor individual. La amenaza del Cartel de Sinaloa, se establece desde la administración Obama, pero es hasta 2020 que la DEA afirma con análisis y mapas en mano, que el poderío de este Cartel no radica en México sino en la presencia de la organización en más de las dos terceras partes del territorio estadounidense. En pocas palabras, la fuerza del Cartel no se encuentra en México sino en Estados Unidos al controlar el mercado de consumo de este país, el más grande del mundo.

Una revisión del documento Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2020 elaborado por la DEA, señala a los nueve carteles que trafican distintas drogas hacia Estados Unidos. En su evaluación, le otorga el primer lugar al Cártel de Sinaloa seguido por el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) de ahí que resulta natural culpar del trasiego de fentanilo al principal traficante de estupefacientes. El caso es que el Cartel de Sinaloa con todo y su estructura de transporte, distribución y venta es el verdadero monstruo en las entrañas de Estados Unidos. En este sentido, la captura de Ovidio sí resulta ser un “pequeño detalle”, un obsequio “simbólico” pues Ovidio es tan solo un engrane de esa enorme maquinaria que, junto con el consumo, es el verdadero problema, el nudo gordiano de Estados Unidos. Vale la pena mencionar el titular del Washington Post sobre la recaptura del capo: “México captura a Ovidio Guzmán, hijo de El Chapo y presunto traficante de fentanilo”, qué detallazo. Y aquí en México, ¿habrá más seguridad? Pues no, el país seguirá pagando con sangre el gusto por drogarse de los estadounidenses.

La Estrategia para Combatir el Crimen Organizado de Obama

Desde hace más de once años, Estados Unidos registra el problema de las muertes por sobredosis de drogas. El entonces presidente Barack Obama, planteó en su estrategia que la expansión del mercado de drogas ilícitas ya estaba registrando fuertes negativos y que había que poner manos a la obra en serio. Desde entonces otro tema que se mostraba rezagado, era el registro de estas muertes por sobredosis, para 2007 la cifra había llegado a 38 mil defunciones según la Estrategia para Combatir el Crimen Organizado Transnacional de julio de 2011. 

En la introducción de la Estrategia, se establece que “desde enero de 2010, el gobierno de los Estados Unidos realizó una revisión completa del crimen organizado internacional, el primero en la materia desde 1995”. Con base a esta revisión, la administración Obama concluyó que las organizaciones criminales internacionales se incrementaron en tamaño e influencia constituyendo una seria amenaza para la seguridad nacional e internacional, a partir de este análisis la estrategia para combatir a las “organizaciones criminales transnacionales” (TCO) cambió y mejoró hacia un enfoque global.

En la Estrategia de julio 2011, también se aborda el tema de la demanda estadounidense por las drogas ilícitas, lo que alimenta el poder, la impunidad y la violencia de las organizaciones criminales alrededor del mundo, y en este sentido aborda el caso de las organizaciones criminales mexicanas (no las menciona por su nombre) sobre las cuales afirma que “están escalando su violencia y están consolidando su participación en el mercado del Hemisferio Occidental, a la vez que protegen sus operaciones en México y expanden sus contactos dentro de los Estados Unidos”. Pero el tráfico de drogas no se limita al Hemisferio Occidental, el informe establece que los carteles latinoamericanos están presentes en África Occidental y explotan a las organizaciones criminales locales para mover cocaína hacia Europa Occidental y Medio Oriente y que al negocio también le entró Afganistán para llevar heroína a Europa y Estados Unidos. Es así que las organizaciones criminales “bien establecidas” incursionan en el mercado global para desarrollar sus propios mercado y redes de distribución, lo que implica que entran a los mercados nacionales. Esta expansión del tráfico de drogas trae consigo un dramático incremento en el crimen y la corrupción locales, tal como lo señaló las Naciones Unidas sobre las regiones de África Occidental y América Central. 

Los documentos oficiales de Estados Unido, suelen identificar a la demanda interna como parte del problema, aunque no abordan el asunto del control de la misma. La demanda y el consumo son tratados como una enfermedad. Los documentos reiteran el importante papel de las organizaciones criminales internacionales en el abasto de esta demanda, la más grande del mundo y su impacto. A la letra, la Estrategia 2011 dice “Con la expansión del mercado de drogas, las drogas ilícitas se han vuelto más letales con el paso de los años. El número de estadounidenses que mueren cada año de dosis accidentales de todas las drogas, principalmente de las ilícitas, se triplicaron de 1992 a 2007, llegando a 38 mil muertos en total”, esto desde 2011, y once años después Estados Unidos sigue más que hundido en sus muertes por sobredosis sin poder dar solución al problema a nivel interno.

De 2011 hasta 2020 las cosas han empeorado. La Evaluación Nacional sobre la Amenaza de la Droga 2020 realizado por la Drug Enforcement Administration (DEA) ya menciona los nombres de las TCO, el documento especifica que son las TCO mexicanas las que controlan los corredores de contrabando de drogas a través de la frontera Suroccidental de los Estados Unidos y las que tienen la mayor influencia en el trasiego de drogas hacia el vecino país. Después de señalar a las TCO mexicanas, el informe de la DEA especifica que los dos carteles más importantes son el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), estas organizaciones muestran la mayor expansión en México con lo que superan en control e influencia sobre las otras TCO mexicanas que operan en este país. Estas TCO extienden sus alianzas y negocios con otras organizaciones, incluyendo los grupos independientes de traficantes y bandas transnacionales criminales, bandas callejeras dentro de Estados Unidos, y bandas en las cárceles estadounidenses, y organizaciones asiáticas de lavado de dinero (MLOs). Estas TCO mexicanas exportan cada año enormes cantidades de fentanilo, heroína, metanfetaminas, cocaína, marihuana hacia los Estados Unidos. Las drogas se entregan en el mercado de consumo estadounidense a través de rutas de transportación y células de distribución que son controladas por las TCO mexicanas, esto con la debida cooperación de las bandas callejeras estadounidenses.

Las TCO mexicanas activas más importantes en los Estados Unidos

La DEA establece que son nueve TCOs mexicanas las que controlan el mayor tráfico de drogas hacia los Estado Unidos: Cartel de Sinaloa, el CJNG, la organización de los Beltrán Leyva, Cartel Noroeste y los Zetas, Guerreros Unidos, Cartel del Golfo, Cartel de Juárez y La Línea, La Familia Michoacana y Los Rojos. “Estas TCOs controlan las células de distribución a través de las ciudades de los Estados Unidos, y reportan con los líderes de los carteles directamente o con los intermediarios. Estos carteles controlan sus influencias en el mercado de drogas estadounidense, a la vez que mantienen un enfoque de mercado sobre varias drogas (no se dedican a una sola) lo que les permite una mayor flexibilidad y resiliencia en sus operaciones. 

En cuanto a la presencia de los carteles en Estados Unidos, el mapa de la DEA indica que el Cartel de Sinaloa cubre más de dos terceras partes del vecino país; el CJNG casi cubre una tercera parte y en unos casos comparte territorio con el cartel de Sinaloa, Los Beltrán Leyva y en un par de casos con Los Rojos. El Cartel de los Beltrán Leyva apenas tiene para 2020 presencia compartida en unos 8 estados, pero en Washington (frontera con Canadá) y Florida tiene dominio en unas plazas sin compartir. Los que iban incursionando en el mercado estadounidense en 2020 son Los Rojos en Oklahoma City y el Cartel del Golfo apenas en Chicago. El Cartel de Sinaloa es el más antiguo de estas organizaciones, además de traficar en varias regiones de México (zona del Pacífico y parte de la frontera norte del país) es la organización que más se ha extendido a nivel internacional lo que lo mantiene en una gran ventaja respecto a otras TCOs mexicanas; se especializa en el tráfico de varias drogas: fentanilo, heroína, metanfetamina, cocaína y marihuana hacia Estados Unidos a la vez que surte a sus centros de distribución en este país a través de sus centros de cruce y corredores de distribución por la frontera Suroccidental en los estados de California y Arizona en donde controla a los guardias. El documento señala que la principal amenaza de fentanilo para Estados Unidos es el Cartel de Sinaloa debido a su gran habilidad para instalar laboratorios clandestinos para fabricar fentanilo en distintas áreas de México.

El CJNG introduce las drogas a Estados Unidos a través de los corredores que controla en la frontera norte de México: Tijuana, Juárez y Nuevo Laredo. También controla el importante puerto de Manzanillo el cual aprovecha para la distribución de enormes cantidades de estupefacientes, su especialidad son el fentanilo, heroína, metanfetaminas y cocaína. La organización de los Beltrán Leyva, este cartel depende de sus alianzas con organizaciones más grandes a fin de acceder a los corredores de tráfico de drogas en la frontera suroeste de Estados Unidos, se especializan en heroína, metanfetaminas, cocaína y marihuana. Los Zetas, introducen sus drogas a través de las zonas de Laredo, Eagle Pass, Texas, así como a través de los estados fronterizos de Coahuila, Nuevo León y partes de Tamaulipas. Guerreros Unidos trabaja en asociación con el CJNG a fin de utilizar sus redes de transporte para introducir sus cargas de drogas a Estados Unidos y a la vez, regresar las ganancias obtenidas a México.

Estructura y características: la clave, los grupos y bandas criminales estadounidenses

Los miembros de las TCOs mexicanas que operan en los Estados Unidos están relacionados con las figuras dominantes del Cartel, a menudo por lazos familiares. A estos miembros se les premia con un alto cargo dentro del Cartel después de haber cosechado grandes éxitos en el vecino país, las recompensas son buenos y así también son los esfuerzos, por ello el Cartel de Sinaloa es el que más presencia tiene en la Costa Oeste, en el Medio Oeste y la Costa Este de los Estados Unidos. Estos afiliados a las TCOs mexicanas forman varias células con funciones específicas: transportación y distribución de drogas, lavado de dinero; también funcionan como cadenas de abastecimiento para maximizar la seguridad operativa. En este sentido, muchas veces se contratan transportistas independientes que llevan la carga dentro de Estados Unidos. Por lo general, estos miembros de las TCOs mexicanas coordinan la transportación y distribución de las drogas en los mercados estadounidenses con la ayuda de grupos locales y bandas callejeras que no están afiliadas a las TCOs, y que controlan la distribución al menudeo. Es así que las TCOs mexicanas colaboran directamente con grupos criminales locales y las bandas por todo Estados Unidos para distribuir la “mercancía” al consumidor individual. En cuanto a los métodos de transporte, los carteles transportan los bultos de “mercancía” a través de vehículos comerciales (de carga) y de pasajeros, también utilizan túneles subterráneos; a la vez que aprovechan las rutas de transporte por carreteras, trenes de carga comercial, por buques de carga clandestinos y a través de puertos de entrada marítimos. También utilizan lo último en tecnología pues además de aviones ultraligeros, se valen de drones para hacer sus entregas por aire.

En suma, y con este breve vistazo a la organización y estructura principalmente del Cartel de Sinaloa, vale la pena preguntarse si la recaptura de Ovidio Guzmán cambiará el ritmo del gigantesco tráfico de drogas hacia Estados Unidos, y si también ayudará a disminuir el nivel tan alto de demanda en ese país. La lógica apunta a que no, habrá sus reacomodos pues Ovidio es tan solo un engrane de esta enorme maquinaria bien aceitada. Y también es bueno preguntar si en México estaremos más tranquilos, y con más seguridad, y la respuesta es no. Pero se vale soñar.

Fuente: https://elindependiente.mx/geopolitica/2023/01/09/carteles-controlan-mas-de-40-ciudades-estadounidenses/

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