El Instituto de Gemología ha reconocido como nueva talla la flor Monogram, inspirada en el diseño de George Vuitton de 1896
SANDRA ARBAT / Magazine / La Vanguardia
Creatividad e innovación en el centro de la creación. Ese es el mantra de la casa Louis Vuitton y de su directora artística de joyas y relojes, Francesca Amfitheatrof (Tokio, 1968), quien acaba de llevar a la maison a un hito histórico en el sector de los diamantes. javascript:false
Por primera vez en seis décadas, el GIA (Gemological Institute of America) ha reconocido una nueva talla de diamante inspirada en la icónica flor Monogram diseñada por Georges Vuitton en 1896, un logro que no se conseguía desde que se patentase la talla princesa en los sesenta. Una estrella y una flor han sido el objetivo más ambicioso de la creativa. Dos diamantes únicos que se han convertido en los nuevos símbolos de Louis Vuitton y que nacen de la unión entre la artesanía histórica de la casa y la tecnología de vanguardia.
Francesca Amfitheatrof, artífice de este trabajo, es una de las pocas mujeres que ocupan una posición de poder tan relevante en un campo dominado por los hombres, gracias a una visión a la altura de los grandes genios. Como en la historia del rey Midas, todo lo que toca Francesca lo convierte en oro. Primero fue como directora creativa en Tiffany&Co., y desde el 2018, en Louis Vuitton.
“Tengo la suerte de trabajar con un equipo increíble, esta es la familia que yo he elegido y me siento muy afortunada de haber tenido esta oportunidad. Es un sueño ver todo lo que hemos conseguido en tan poco tiempo”, confiesa la diseñadora. Amfitheatrof solo ha necesitado seis años para entrar en la historia del grupo LVMH.
La mitad de su fórmula del éxito es una combinación perfecta entre la elegancia clásica y los elementos contemporáneos; un enfoque fresco e innovador que fascina a las nuevas generaciones de clientes. “Creo que el mercado de la joyería ha evolucionado a algo menos tradicional, rígido y anticuado. Con suerte, habré podido contribuir a ello”, dice.
Probablemente a ningún crítico le quepa la menor duda. La otra mitad de la fórmula tiene que ver con la cultura del esfuerzo que lleva grabada a fuego en la piel. “Me da miedo que las nuevas generaciones no entiendan cuánta dedicación requiere y lo duro que hay que trabajar, incluso por encima de tus expectativas”, concluye.
Francesca Amfitheatrof
Artesanía exquisita
Mientras que otros compañeros de profesión se definen a sí mismos como artistas o creativos, Francesca Amfitheatrof se autodenomina artesana. Sus diseños nacen de sus propias vivencias. “Mi creatividad no bebe de libros ni de investigaciones, simplemente doy forma a las experiencias”, relata.