La propuesta pretende que las personas con patrimonios multimillonarios paguen al año, sin importar el país en el que se encuentren, el equivalente al 2% de su riqueza en concepto de impuesto sobre la renta
VIC GERARDO BALDERAS / LA SILLA ROTA
La propuesta de Brasil para crear un impuesto global a la riqueza sigue ganando apoyo entre importantes teóricos de la economía como los premios nobel, Joseph Stiglitz y Esther Duflo, no obstante, las perspectivas para que esto se logre son bajas entre los líderes del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Durante las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, realizadas la semana pasada, el ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, afirmó que la propuesta de gravar a los multimillonarios con un impuesto homologado en todos los países del mundo está “ganando impulso”.
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Incluso se mostró optimista en lograr un consenso para “finales de año”, lo que aseguró sería algo “extraordinario e histórico”. Según él, la medida será analizada por los miembros del G20 en julio, como una alternativa en la lucha contra el hambre y la transición hacia una economía más verde.
La propuesta pretende que las personas con patrimonios multimillonarios paguen al año, sin importar el país en el que se encuentren, el equivalente al 2% de su riqueza en concepto de impuesto sobre la renta.
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De concretarse esta propuesta, se podrían recaudar alrededor de 250,000 millones de dólares al año, el equivalente a la mitad de los ingresos anuales que los países en desarrollo, lo que permitiría hacerle frente a problemas de importancia mundial como el cambio climático.
Apoyos a favor del impuesto mundial a los ricos
La propuesta para crear un impuesto mundial a los más ricos del mundo ha recibido el apoyo de los ministro de hacienda de Brasil y Francia (Bruno le Maire), así como el del ex ministro de Finanzas de Colombia, José Antonio Ocampo.
Además, expertos internacionales en economía y algunos premios nobel en la materia, como Esther Duflo y Joseph Stiglitz, también se han mostrado a favor de dicha medida. No obstante, los funcionarios brasileños han advertido que esta iniciativa requiere del apoyo de otros gobiernos.
“Lo que está haciendo Brasil es muy importante. En los últimos 40 años, la agenda neoliberal decía que no era razonable gravar a nadie y que si sólo se bajara la tasa de tributación el crecimiento económico desatado sería tan grande que beneficiaría a todos. Eso no ocurrió. Es por ello que tenemos que gravar a los superricos”, declaró Stiglitz.
La postura del Fondo Monetario Internacional
Por su parte, Rodrigo Valdés, jefe del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI) desestimó la medida al asegurar que es difícil cobrar impuestos a los más ricos en sus determinados países, porque simplemente se mueven de lugar y con ellos su dinero.
“Porque la gente se mueve. No es tan fácil recaudarlo. Por ello, la próxima pregunta es si es posible lograr un impuestos global en todas las jurisdicciones para poder abordar todos los asuntos muy urgentes” declaró en entrevista con La Jornada.
“Esa ruta, aunque prometedora, no tiene gran posibilidad, entonces mejor trabajemos sobre lo que sí se puede lograr”, agregó al señalar que es más factible cobrar más impuestos sobre herencias y a las empresas ya establecidas en los países.
¿Qué hay detrás de la propuesta de un impuesto mundial a la riqueza?
Por su parte, Gabriel Zucman, integrante de la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT, por sus siglas en inglés) y quien fuera comisionado por el G-20 para elaborar un plan detallado sobre este impuesto, también ha expresado su apoyo a este impuesto.
El experto en economía recalcó a favor de esta medida que las 3,000 personas más ricas del mundo “tienes una tasa efectiva de tributación mucho más baja que todos los otros grupos socioeconómicos” del mundo, ello debido a la presión que ejercen sobre los gobiernos.
Zucman aseguró que “aunque algunos multimillonarios ya pagan el equivalente del 2% de su riqueza cada año en impuestos, algunos pagan cero” mientras que otros, aunque pagan millones en impuestos, las cifras que pagan están lejos de alcanzar el equivalente al 2% de su riqueza.
Estas cifras son increíbles cuando se pone en consideración que el resto de la población del mundo, dependiendo los países donde radican, pagan entre el 20 y el 50% de sus ingresos en impuestos, incluso puede llegar a ser más que eso.
La propuesta de Brasil para agravar con un impuesto global a los más ricos se debe a que algunos países como Estados Unidos, pero sobre todo, paraísos fiscales, concentran a la mayor cantidad de ricos del mundo, al atraerlos para que vivan en ellos al imponerles impuestos bajos o nulos.
VGB