Se cumplen cien años del nacimiento de la actriz mexicana, cuya intensa vida quedó eclipsada por su matrimonio con Tyrone Power y el nacimiento de sus hijas Taryn y Romina.
EDUARDO BRAVO / VANTY FAIR
El 23 de julio de 2011, las agencias informaron del fallecimiento de Linda Christian. La noticia había sido confirmada ese mismo día por una de sus hijas, Romina Power, cuya popularidad como actriz y su carrera como cantante junto a su exesposo Al Bano, había eclipsado casi por completo la fama de la que había disfrutado su madre como una de las divas de la época dorada de Hollywood.
Nacida en Tampico, México, el 13 de noviembre de 1923, Christian se llamaba realmente Blanca Rosa Henrietta Stella Welter Vorhauer y era hija del matrimonio formado por un ingeniero neerlandés y una mujer de la alta sociedad mexicana con ascendencia española, alemana y francesa. Debido al trabajo de su padre en la Royal Dutch Shell, Blanca Rosa pasó su infancia y adolescencia en diferentes países, lo que hizo que, además de castellano, neerlandés, alemán y francés, aprendiera inglés, italiano, ruso y árabe.PUBLICIDAD
Mientras residía en Palestina con su familia, Blanca inició sus estudios de medicina, que abandonó al poco tiempo para regresar a México. Allí, en un bar del DF, la futura actriz conocería Errol Flynn que, según recordaba en su autobiografía Gallardo y calavera, la invitó a ir con él a Acapulco. Después de comentarle que no conocía Estados Unidos, Flynn decidió llevársela con él a Hollywood, le pagó un tratamiento de estética dental y le consiguió un contrato como actriz con la Metro-Goldwyn-Mayer. A partir de ese momento, Blanca pasaría a ser conocida como Linda Christian, un homenaje a Fletcher Christian, personaje que Flynn interpretaba en la película In the Wake of the Bounty.
A pesar de esos buenos comienzos, durante sus primeros años en Hollywood, Christian pasó ciertas apreturas y tuvo que compartir piso con otras cinco actrices que, a modo de broma, llamaron a su casa ‘La residencia de las siete Garbo’, debido a la gran belleza de todas ellas. Un rasgo de la personalidad de Christian que fue también destacado, aunque de una forma menos elegante, por la revista Life que, en plena era atómica, llegó a calificar a la actriz con el apelativo de ‘The Anatomical Bomb’ [‘La bomba anatómica’].
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Tras aparecer en varias películas sin acreditar, en 1947 participó en La calle del Delfín Verde junto a Lana Turner, a la que siguió en 1948 Tarzán y las sirenas, la última película de la serie del rey de los monos protagonizada por Johnny Weissmuller. Sin embargo, el hecho que realmente cambiaría su vida no sería una película, sino conocer a Tyrone Power, con el que comenzaría una relación sentimental, a pesar de que, por entonces, el actor estaba casado con la estrella de cine francesa Annabella.PUBLICIDAD
De hecho, la confirmación de la sentencia de divorcio de Powell llegó el mismo día de la boda con Christian, celebrada por el rito católico el 27 de enero de 1949 en la iglesia de Santa Francesca Romana de la capital italiana. Finalizada la ceremonia, se trasladaron al Vaticano donde, antes de iniciar su luna de miel en Austria, fueron recibidos por el papa Pío XII, que obsequió a la pareja con el libro Instrucciones para una buena familia cristiana.
A pesar de los consejos del Santo Padre, el matrimonio, del que nacieron dos hijas, Taryn y Romina Power, acabó divorciándose en 1956, momento en el que Christian compaginó su carrera como actriz, con una ajetreada vida sentimental en la que enlazó un romance tras otro. Entre ellos destacaron el que mantuvo con el aristócrata y piloto de carreras español Alfonso de Portago, aquel con el torero Luis Miguel Dominguín y el de Francisco ‘Baby’ Pignatari, playboy brasileño que, cuando quiso romper la relación, colocó ante la fachada del hotel en el que se alojaba la actriz carteles en los que podía leer “Linda go home!”.
Estrella errante
“El transatlántico ‘Leonardo da Vinci’, sustituto del desaparecido ‘Andrea Doria’, ha llegado a este puerto [de Las Palmas] con una expedición de quinientos turistas norteamericanos en un crucero de gran gala por el Mediterráneo. El crucero se inició en Nueva York, con escalas en 18 puertos, de éstos, españoles, Las Palmas y Mallorca, únicamente. Entre el pasaje de este buque figuran destacadas celebridades, como Zsa Zsa Gabor, Gloria Swanson, Paul Newman y su esposa Joanne Woodward, Linda Christian, etcétera. Los turistas norteamericanos, utilizando unos cien automóviles en impresionante caravana, realizaron una excursión y al regreso a la ciudad fueron agasajados por las autoridades con un almuerzo, en un hotel, donde las rondallas folklóricas ofrecieron un recital de bailes típicos”, publicaba La Vanguardia en 1962.https://93aa9279188237723ff68e713583340e.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-40/html/container.htmlLO MÁS VISTO
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Unas semanas más tarde, ese mismo diario recogía: “Mientras en el norte de Angola y en el centro las tropas dan la caza a los últimos grupos terroristas, en el sur la princesa Soraya, en compañía de María Callas, el armador griego Aristóteles Onassis y de un plantel de actrices del cine —Maureen O’Hara y Linda Christian, entre otras— se dedican a cazar fieras”. Para redondear ese ajetreado año 1962, Christian contrajo matrimonio con el actor Edmund Purdom, rodó tres capítulos para series de televisión, dos largometrajes y se separó de Purdom, del que acabaría divorciándose definitivamente en 1963.
Si bien los años 70 comenzaron para Linda Christian, con cierto ajetreo por la boda de Romina y Albano, el resto de la década resultó ser bastante más tranquila que la de los sesenta. Después de aceptar una invitación para conmemorar los veinte años de la construcción del complejo hotelero que Alfonso de Hohenlohe tenía en Marbella —la cual también fue aceptada por el matrimonio Onassis, Von Karajan, el Aga Khan, Brigitte Bardot, Gina Lollobrigida, Kirk Douglas, Romy Schneider, Sean Connery y David Niven—, Linda Christian se afincó en esa localidad de la Costa del Sol.
Antes de retirarse de la vida pública y establecerse definitivamente en Estados Unidos, en su residencia marbellí escribió la segunda parte de sus memorias, la primera de las cuales se había publicado en 1962, y en las que repasaba algunos de los hitos de su carrera que, ya por entonces, empezaban a ser olvidados por el gran público. Por ejemplo, que había sido ella y no Ursula Andress la primera ‘chica Bond’ de la historia, gracias a su participación en la adaptación televisiva de Casino Royale, en la que también participaban Peter Lorre y Barry Nelson en el papel de Bond, James Bond.
Fuente: https://www.revistavanityfair.es/articulos/linda-christian-actriz-madre-romina-power-historia