Ella rescata a Cuba y se prepara para desafiar a la Corte Suprema.
Por El Consejo Editorial / The Wall Street Journal
El mundo está pendiente de cómo gobernará la nueva presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum : si como una pragmática que busca inversiones o como una izquierdista que intenta consolidar el gobierno de un solo partido. Dos movimientos iniciales sugieren lo segundo, lo que puede explicar por qué el peso sigue cayendo frente al dólar.
En primer lugar, sugirió que desafiaría a la Suprema Corte si ésta declaraba que partes de una enmienda constitucional sobre la reforma judicial violaban los principios básicos de la constitución. La enmienda fue aprobada por su predecesora y su partido Morena, y obliga a todos los jueces a postularse para las elecciones. El máximo tribunal se retractó de su amenaza, al no conseguir los ocho votos necesarios para revocar la reforma. La Corte fue la última barrera para la reescritura de la constitución por parte de Morena y para consolidar su poder.
Sheinbaum también autorizó recientemente el envío de 400.000 barriles de petróleo a Cuba por parte de Pemex, la empresa petrolera estatal. Ella califica esta ayuda de “humanitaria”. En su conferencia de prensa diaria, calificó las sanciones estadounidenses contra Cuba de “bloqueo” y dijo que México pretende mostrar solidaridad con La Habana. No hay bloqueo y Cuba puede comprar productos del resto del mundo si su versión de comunismo militar no estuviera arruinando la economía.
El apoyo mexicano a La Habana no es nuevo. En 2023, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador envióLa isla recibe unos 16.000 barriles diarios de productos petrolíferos, frente a los 20.000 que se habían enviado este año. Los envíos están llenando el vacío dejado por la disminución de las donaciones de Venezuela, que en los primeros nueve meses de este año siguen siendo más de 30.000 barriles diarios. Pero el crudo mexicano Olmeca es de mayor calidad.
Sheinbaum dice que el último envío de petróleo es una fracción de la producción de Pemex y no es gran cosa, pero que vale entre 26 y 30 millones de dólares, que podrían gastarse mejor en México. En cambio, está apoyando a los comunistas cubanos que quieren evitar una revuelta pública en medio de un colapso de los servicios públicos.
El régimen cubano recauda divisas mediante el tráfico de su personal médico a otros gobiernos, se queda con la mayor parte del dinero y paga poco a los médicos y enfermeras. También se queda con una parte de los miles de millones de dólares en remesas que la diáspora cubana envía a sus familias en la isla. Roba ese dinero para pagar a sus militares, agentes de inteligencia y policía secreta.
La agonía del pueblo cubano es real, pero enviar dinero o petróleo a sus gobernantes no aliviará su dolor. Simplemente mantendrá al régimen en el poder. La decisión de Sheinbaum de apoyar al mayor enemigo de la democracia en el hemisferio occidental es otra razón por la que las empresas están pensando seriamente en México como un lugar para invertir. El peso que valía 17 por dólar el día anterior a su elección ahora se cotiza a 20,37.