Un estudio elaborado por el Ayuntamiento de Puebla, en la administración 2018-2021, revela que contiene contaminantes que causan alergias, irritación y otras enfermedades
Daniel Cruz Cortés / El Sol de Puebla
Ante la abundante presencia de partículas químicas y orgánicas en el Río Alseseca que, en exceso, provocan daños a la salud humana, así como la flora y fauna, un grupo de ciudadanos denunció a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y otras dependencias locales ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), por supuestamente ser omisos ante las descargas de aguas residuales tóxicas en el raudal, lo que ocasiona que en su cauce prevalezcan altas cantidades de microplásticos y otras sustancias nocivas para la población.
Con la finalidad de buscar que los tres niveles de gobierno atiendan la problemática que ha desarrollado la creciente presencia de contaminación en el raudal, vecinos del municipio de Puebla, representados por el médico Rafael Humberto Pagán Santini y el licenciado en Administración Pública, Ulises Sánchez Morgado, ambos egresados de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), presentaron una querella ante la autoridad federal.
Los denunciantes defendieron que existe una obligación, especialmente de la Conagua, de verificar que las descargas residuales cumplan con la Norma Oficial Mexicana NOM-001-SEMARNAT-2021, que regula los niveles máximos permisibles en cuerpos hídricos de la nación, entre otros lineamientos.
Sin embargo, argumentaron que dicha revisión no se lleva a cabo, pues aunque se tiene conocimiento sobre cuáles son las sustancias que prevalecen suspendidas en el río, las condiciones adversas del afluente siguen vigentes. Según datos abiertos de la Conagua, el Río Alseseca se encuentra “fuertemente contaminado”.
Así, Pagán Santini remarcó que las autoridades locales tienen la responsabilidad de elaborar programas de restitución ecológica en el raudal, tal como demanda el artículo cuarto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Dicho precepto establece que “toda persona tiene derecho a la protección de la salud” y que “toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque en términos de lo dispuesto por la ley”.
Según Pagán Santini, la contaminación del Alseseca no sólo constituye una amenaza para la población que habita en las cercanías a las riberas del afluente, sino también a los productores del Valle de Tecamachalco y en general a los consumidores de alimentos sembrados en el distrito de riego 030, cuyas aguas provienen de la Presa de Valsequillo, que recibe todos los días cientos de litros de líquido con sustancias tóxicas.
Mediante la denuncia interpuesta ante la Profepa, el grupo de ciudadanos argumentó que el raudal presenta, entre otras cosas, una tonalidad compuesta por los colores marrón, amarillo y negro, que son muestra de la excesiva contaminación orgánica, es decir, residuos como excremento, alimentos en descomposición, entre otros.
¿Qué químicos contaminantes hay en el río Alseseca?
Los quejosos basaron su querella en un estudio elaborado por la Dirección de Planeación y Conservación de Recursos Hídricos del Ayuntamiento de Puebla en la administración 2018-2021, en el cual se enlistan múltiples contaminantes presentes en las aguas del Alseseca, mismos que exceden los niveles permisibles.
Según dicho documento, que fue autorizado por Rodrigo Octavio Aguilar Medina, extitular del área mencionada, hubo 48 parámetros que se tomaron en cuenta para medir la turbiedad del líquido. De ellos, 100 por ciento se reportó por encima de la norma, sin embargo, algunas sustancias prevalecieron sobre las demás, como fue el caso del nitrógeno amoniacal, que suele encontrarse en fertilizantes y plásticos, y que puede provocar irritación extrema en la piel.
Otro de los hallazgos del informe fue que en el Alseseca el nivel de sólidos suspendidos es de entre 124 y 500 miligramos por litro (mg/L), que hace referencia a los contaminantes que permanecen en un cuerpo hídrico. Este indicador fue cinco veces mayor a lo que establece la normatividad.
También se encontró que el nitrógeno total y el nitrógeno amoniacal, ambos con efectos adversos en la piel de los seres humanos, tuvieron valores superiores a lo permisible, en ocho y 25 veces más, respectivamente.
Otro de los factores que registró niveles superiores a los que establece la autoridad federal fue la Demanda Química de Oxígeno (DQO), que hace referencia a las sustancias contaminantes no orgánicas, mismas que generalmente derivan de procesos industriales.
Según la NOM-001-SEMARNAT-2021, si este parámetro se encuentra por debajo de 150 mg/L, en una media mensual, la contaminación puede ser una preocupación existente, pero menor. El problema es que el Río Alseseca supera considerablemente este valor en al menos cuatro puntos.
Colonias con más excedentes de contaminantes
De acuerdo con el reporte adjunto en la demanda, mismo que se encuentra en poder de El Sol de Puebla, los sitios con el DQO excedente más alto fueron a la altura de las colonias Joaquín Colombres, La Margarita, Clavijero y Chiltepeque.
Para facilitar la identificación de las posibles fuentes de contaminación, el estudio identificó al menos cuatro sitios de generación y vertimiento de residuos hacia el Río Alseseca.
El primero de ellos, según el estudio, obedece a los parques industriales Puebla 2000 y La Resurrección, situados al norte de la ciudad. En la zona hubo hasta 45 parámetros que excedieron la normatividad, como el nitrógeno total, fósforo, zinc, cadmio, aluminio, magnesio, sulfuros, cloroformo, tolueno, nitrobenceno, benceno y sólidos disueltos totales, por mencionar algunos.
Otro de los descubrimientos plasmados en el estudio fue la presencia de un par de microorganismos denominados Daphia Magna y Aliivibrio fischeri, bacterias que, en altas cantidades, pueden ser tóxicas e incluso causar diversas infecciones en los humanos.
«Todo esto hace pensar que se realizan descargas industriales y derivadas de procesos diversos de empresas: alimenticia, papelera, farmacéutica, metalúrgica, automotriz, química y textil» documentó el reporte firmado por Aguilar Medina.
En esa secuencia de lugares, las autoridades municipales ubicaron las riberas de la zona aledaña al Parque Ecológico y la XXV Zona Militar. Aquí se identificaron hasta 32 parámetros por encima de la norma, como el nitrógeno total, fósforo y los sólidos suspendidos, que van de 124 a casi 550 miligramos por litro, superando en más de 5 veces el límite permitido.
Antibióticos pierden efectividad ante bacterias del Alseseca
De acuerdo con Francisco Javier Sánchez Ruiz, investigador de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), la presencia de químicos, como el benceno, además de varios antibióticos, en el Río Alseseca puede generar resistencia bacteriana.
Esto quiere decir que, además de los daños físicos en humanos, flora y fauna, la fuerte presencia de dichas sustancias hará que las bacterias de múltiples enfermedades pierdan efectividad frente a los tratamientos médicos actuales, entre otras consecuencias.
Según el especialista, la alta presencia de materia inorgánica agudiza el encapsulamiento de las bacterias, situación que contribuye a su mutación y resistencia al momento de reproducirse. Esto genera que los antibióticos convencionales no funcionen de la misma manera en el organismo humano.
Lomas de San Miguel y La Margarita, zonas con hediondez que provocan mareos y vómito
En las zonas ribereñas, principalmente al norte y sur del municipio, los habitantes perciben diariamente olores fétidos provenientes del raudal. Esta situación se agrava considerablemente en las cercanías a los parques industriales de La Resurrección y Puebla 2000, y aún con más fuerza en las colonias Lomas de San Miguel y La Margarita, por mencionar algunas, pues en este punto ya se acumula la polución proveniente de múltiples fuentes a lo largo de la ciudad.
Según pobladores, los aromas desagradables incrementan su fuerza en la temporada de estiaje, cuando el raudal conduce menos agua. En temporada de lluvias, si bien la fuerza del olor disminuye, el desbordamiento del río es latente. Esto amenaza el patrimonio de las personas.
Manuel Viñas, residente de la colonia Bosques Santa Anita, al norte de la ciudad de Puebla, aseguró que la contaminación del raudal provoca afectaciones constantes a las personas que, como él, habitan en las riberas del afluente.
Particularmente en temporada de estiaje, el hombre y su familia padecen los efectos de la polución. Aunque reconoció que no ha recibido atención médica al respecto, Manuel señaló que es común que los fuertes olores que desprende el río le ocasionen mareos y dolores de cabeza.
A propósito, Pagán Santini y Sánchez Morgado detallaron que, si bien el estudio elaborado por la autoridad municipal no cuantificó el impacto ambiental de las descargas domiciliarias, existen varias tuberías, presumiblemente irregulares, dirigidas al río desde conjuntos habitacionales como Infonavit San Aparicio, Manuel Rivera Anaya, Amalucan y La Margarita, entre otros.
Es en las colonias situadas al sur de la ciudad donde la existencia de descargas residuales, aparentemente domiciliarias, abundan, principalmente de las poblaciones ubicadas en las riberas del Alseseca y en las zonas altas.
En julio pasado, Pagán Santini y Sánchez Morgado formalizaron una denuncia ante la delegación estatal de la Profepa, en la cual acusaron a diversas autoridades municipales, estatales y federales, principalmente, de omitir sus responsabilidades respecto a la vigilancia sobre el tratamiento de las aguas residuales, sobre todo del sector industrial.
Según el documento, se argumentó la violación de las leyes de Aguas Nacionales y del Equilibrio Ecológico y la Protección al Medio Ambiente, así como la Norma Oficial Mexicana NOM-001-SEMARNAT-2021, que establece los límites permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales en ríos de la nación y al menos dos tratados internacionales.
Finalmente, en la queja presentada ante la Profepa se argumentó que el Río Alseseca forma parte de los raudales que abastecen de agua a la presa Manuel Ávila Camacho, mismo que otorga el líquido para llevar a cabo los regadíos anuales de los cultivos del distrito de riego 030, de Valsequillo, el cual corresponde a los municipios del valle de Tecamachalco. Esta situación se presentó como un riesgo a la inocuidad de los productos sembrados en la zona, así como a la salud de la población en las tierras cercanas al cuerpo hídrico contaminado.