Michael Williams / CNN
El Gobierno de Joe Biden criticó enérgicamente este lunes los esfuerzos de la Corte Penal Internacional (CPI) para solicitar órdenes de detención contra altos funcionarios de Israel y dirigentes de Hamas, afirmando que esos esfuerzos ponen en un plano de equivalencia a la organización terrorista y a un importante aliado de Estados Unidos.
El fiscal de la CPI, Karim Khan, comentó este lunes en exclusiva a Christiane Amanpour, de CNN, que el tribunal unternacional solicitará órdenes de detención contra altos líderes, entre ellos el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el líder de Hamas, Yahya Sinwar, acusados de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad por sus respectivos papeles en el ataque del 7 de octubre contra Israel y la posterior guerra que ha dejado decenas de miles de palestinos muertos.
El equipo acusador también buscará órdenes de detención contra el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, junto con altos dirigentes de Hamas, dijo Khan.
En una declaración este lunes, Biden calificó los esfuerzos de la CPI de «escandalosos».
«Permítanme ser claro, independientemente de lo que este fiscal pueda insinuar, no hay equivalencia –ninguna– entre Israel y Hamas», dijo el presidente.
La intención de obtener las órdenes de detención por parte de Khan dio a Biden –defensor desde hace tiempo de Israel y de su derecho a existir– la oportunidad de hablar con firmeza a favor del principal aliado de Estados Unidos en Medio Oriente en un momento de tensas relaciones entre el presidente y los dirigentes israelíes.
En una entrevista con Erin Burnett, de CNN, a principios de este mes, Biden condicionó por primera vez la ayuda estadounidense a Israel a la invasión prevista del país en Rafah, en el sur de Gaza. En los últimos meses, Biden también ha mantenido múltiples conversaciones telefónicas francas con el primer ministro israelí para intentar convencer a Netanyahu de que busque opciones que no impliquen una operación militar en un centro de población.
El anuncio supone la primera vez que la CPI solicita una orden de detención contra el dirigente de un importante aliado de Estados Unidos, y sitúa a Netanyahu en compañía del presidente de Rusia, Vladimir Putin, y del difunto déspota libio Moammar Gadhafi, ambos objeto de peticiones de detención por parte de la CPI.
Khan, fiscal de la CPI, rechazó las críticas sobre los esfuerzos del tribunal por conseguir las órdenes de detención. «Nadie está por encima de la ley», declaró a Amanpour.
Ni Estados Unidos ni Israel son miembros de la CPI. Pero si la Corte concediera una orden de arresto contra Netanyahu o Gallant, la decisión haría extremadamente difícil para cualquiera de los dos líderes israelíes viajar a cualquiera de los 124 países que forman parte de las leyes de la Corte, incluidos los principales aliados de EE.UU. como Reino Unido y Alemania, lo que obligaría a las naciones miembro a cooperar con los esfuerzos para extraditar a las personas sujetas a las órdenes.
La noticia de que la CPI busca órdenes de detención contra los dirigentes israelíes suscitó reacciones de condena en todo el mundo. Aliados cercanos de Estados Unidos, como el Reino Unido, afirmaron que los esfuerzos de la CPI «no ayudaban» a lograr una pausa en los combates.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, declaró que Estados Unidos «rechaza de raíz» el anuncio de la corte, afirmando que «podría poner en peligro» los esfuerzos en curso para alcanzar un alto el fuego y un acuerdo sobre los rehenes entre las partes enfrentadas.
Los funcionarios del Gobierno de Biden también cuestionaron que la CPI tuviera jurisdicción para solicitar esas detenciones.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, calificó los esfuerzos de la CPI de «infundados e ilegítimos» y dijo que los líderes del Partido Republicano en la Cámara de Representantes estudiarían sanciones en respuesta a la decisión de la Corte. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, dijo que el Gobierno de Biden tiene previsto mantenerse en estrecho contacto con los miembros del Congreso, pero no llegó a comprometer su apoyo a cualquier iniciativa republicana para imponer nuevas sanciones a la CPI.
El senador independiente Bernie Sanders, que forma parte de los demócratas aunque su posición sobre Israel a menudo es contraria a la de Biden, dijo que apoyaba la decisión de la CPI. Sanders es uno de los políticos judíos más destacados del país y se ha mostrado crítico del esfuerzo bélico de Israel.
«El fiscal de la CPI tiene razón al tomar estas medidas», dijo Sanders en un comunicado, añadiendo que es «imperativo que la comunidad mundial defienda el derecho internacional».
La condena de los esfuerzos de la CPI coloca a Estados Unidos en una posición delicada. EE.UU. apoya otra iniciativa de la CPI para documentar e investigar los crímenes de guerra rusos relacionados con sus continuas operaciones en Ucrania.
Kirby dijo que Estados Unidos seguiría apoyando esos esfuerzos.
«Quiero recordar a todo el mundo que el asesinato de ucranianos inocentes es un verdadero objetivo de guerra del señor Putin (…) Es decir, está atacando deliberadamente infraestructuras civiles con el objetivo de matar a civiles inocentes», declaró Kirby a la prensa este lunes.
«Eso no es lo que están haciendo las Fuerzas de Defensa de Israel», añadió.
Aún así, reconoció Kirby, Estados Unidos sigue instando al Gobierno israelí a ser «más discriminatorio, más selectivo [y] más preciso» en sus operaciones en Gaza.
Nikki Carvajal y Haley Talbot, de CNN, contribuyeron a este artículo.
Fuente: CNN