Educador con más de 60 años de experiencia docente y más 30 libros publicados sobre filosofía hindú, Luis Sérgio Álvares DeRose participará en DeRose Experience Madrid, un retiro urbano que tendrá lugar del 15 al 17 de noviembre.
Gema García Marcos / ZEN
Que un sistema de crecimiento personal busque promover el bienestar integral y mejorar la calidad de vida a través de técnicas de respiración, meditación, movimiento y alimentación consciente lo dice todo sobre nosotros como sociedad. Dice que, en algún momento de nuestra ‘evolución’, se nos ‘olvidó’ respirar de forma plena y consciente, focalizarnos en el aquí y en el ahora, realizar actividad física y aportar a nuestro organismo los nutrientes que necesita para estar bien.
Algo tan básico como volver a nuestra esencia primigenia y, a la vez, tan alejado de nuestro estilo de vida actual, es lo que propone el Método DeRose, creado por Luis Sérgio Álvares DeRose (Río de Janeiro, 18 de febrero de 1944) en la década de los 60 del pasado siglo con el anhelo de maximizar el potencial que cada uno de nosotros tenemos en nuestro interior.
Educador con más de 60 años de experiencia docente y más 30 libros publicados sobre filosofía hindú, DeRose vendrá próximamente a España para participar en DeRose Experience Madrid, un retiro urbano que tendrá lugar del 15 al 17 de noviembre y que contará con la presencia, entre otros ponentes, de Elías Barros, director del Método DeRose en Madrid.
Esta es su explicación sobre cómo se gestó esta filosofía de vida. «Nació de forma espontanea, en la década de 60, en Río de Janeiro. El profesor DeRose empezó por rescatar técnicas milenarias de auténtica transformación personal. Técnicas que están ahora de moda, como el ‘mindfullness’ o la meditación, o la respiración nasal y rítmica, por ejemplo. Más tarde, y con el tiempo, fue añadiendo conceptos de ‘soft-skills’ para una vida más productiva y ajustada a la sociedad actual».
Aunque, aparentemente, pueda parecer que su puesta en práctica resulta compleja, Barros sostiene que no es así. «De las cosas que más influyen en nuestro comportamiento y en nuestra conducta, para bien y para mal, son los grupos de personas con los que actuamos. Por eso, antes de nada, lo que intentamos hacer en nuestras escuelas es generar un clima emocional extremamente agradable para que nuestros alumnos se sientan como en casa. Después, compartimos un objetivo que nos ayude a mejorar como personas. Unos querrán ser más enérgicos y activos en sus empresas. Otros querrán mejorar su alimentación. Otros, lograr más concentración o gestionar el estrés. La fuerza del grupo hará que todo sea más fácil y posible. Sin grupo o comunidad, nadie consigue nada«.
¿A qué se refiere, DeRose, cuando habla de alcanzar una vida de alto rendimiento? «Cuando la gente habla de alto rendimiento, lo habitual es imaginar a alguien súper mega enérgico, llegando a la oficina a las ocho de la mañana y trabajando hasta las ocho de la tarde o más, ininterrumpidamente, durante días, meses o, incluso, años. Eso, obviamente, tiene sus consecuencias, como todos sabemos. Lo que el método DeRose propone es vivir con intensidad, con energía, con ímpetu de realizar las cosas bien hechas; pero también con inteligencia para cuidar a nuestra familia, de nuestro cuerpo, de nuestra mente… Porque, al final, si uno de estos pilares se desestabiliza, es inevitable que se produzca una pérdida de rendimiento del empresario, del deportista o sea cual sea la profesión. Básicamente, nosotros proponemos alto rendimiento constante y sostenible en el tiempo, proporcionando las herramientas técnicas y conceptuales para lograr una vida feliz y plena«.
En un escenario tan competitivo como en el que nos ha tocado vivir, ¿no habría que empezar, quizás, por exigirnos un poco menos? «Sí y no. Sí, porque, sin duda, en algunos momentos de nuestras vidas, es mejor bajar la exigencia. Pero la solución está más en el fortalecimiento interno de cada uno. Crecer en fuerza interior, en estabilidad emocional, en energía física y vital, y fortaleciendo las relaciones personales. Porque todos sabemos que, si estamos bien con nosotros mismos y con una alta autoestima, los problemas y las dificultades se relativizan sustancialmente y podemos mantener el rendimiento constante a lo largo del tiempo».
Si respiramos mal, nos movemos poco y comemos peor, ¿hasta qué punto somos una sociedad ‘enferma’? «Bueno, depende del punto de vista con el que lo observemos. Pero sí, infelizmente y, desde un cierto punto de vista, estamos un poco ‘enfermos’ por una desalineación de valores. En la medida en la que valoramos más lo externo, los objetos, el poder o las conquistas. No digo que estas no sean importantes, porque, en mi opinión, lo son, ya que, gracias a ellas, se están haciendo cosas maravillosas, también. Pero igual de importante que todo eso es el fortalecimiento interno y el entendimiento más profundo de quiénes somos y de qué hacemos aquí. Esto nos va a mostrar de forma mucho más clara qué tenemos que hacer, hacia dónde ir o, por lo menos, nos va a ayudar a cuestionar la ética -un valor infravalorado o perdido- de los proyectos en los que nos involucramos. Este conocimiento interno es lo que nos liberará de esta supuesta ‘enfermedad’ de querer más, de la envidia, de la avaricia y de otros impulsos».
Vayamos a lo práctico. ¿Cómo concibe, el método DeRose, la actividad física? «Inteligente y moderada. Que respete nuestro cuerpo y que nos haga sentir bien».
¿Y la alimentación? «Que sea liviana, biológica de preferencia, muy nutritiva y, sin duda, ¡sabrosa! Si consigue tener todo esto, sería la alimentación perfecta, que es la propuesta de nuestra metodología».
¿Cómo hacemos para soltar lastre y no andar por la vida con tanta prisa y tan enfadados? «Hay varias cosas que podemos hacer y que van a influir en nuestro estado de ánimo. Hay un ejercicio que me gusta y que lo uso con frecuencia si lo necesito que es, girar la llave del ‘mindset’. Básicamente, consiste en cerrar los ojos, concentrarse profundamente y decirse: ‘Quiero ser más ligero, más feliz y saborear las pequeñas cosas da la vida a partir de ahora’. Y girar la llave imaginaria cerca de nuestra cabeza mientas decimos: ‘Ahora’. Esta técnica no va a cambiar por completo y de forma inmediata nuestra vida, pero es un ejercicio divertido y, a la larga, funciona».
El Método DeRose recomienda que se realicen nueve buenas acciones diarias. Parecen muchas visto como está el panorama, ¿no? «Hay que entender una cosa muy interesante en esta propuesta, que es la toma de consciencia de aquellos que nos rodean, de la comunidad en la que estamos, etc. Vivimos en unos tiempos en lo que es bastante normal vernos corriendo de un lado al otro, ignorando por completo a los demás. Este ejercicio nos va a servir para levantar la cabeza y echar una mano a quien lo necesite. Con el tiempo, esto se volverá un estilo de vida, provocando así un impacto positivo en la sociedad, pero principalmente, en quien lo realiza».
Para finalizar, estos son los consejos que nos da este discípulo del profesor DeRose para tratar de ser un poco más felices… «¡Respiremos! Aprendamos a respirar de verdad, ampliando nuestra capacidad torácica y usando el diafragma. De este modo, vamos a dar más oxígeno a nuestro organismo y a mejorar nuestras sinapsis cerebrales. Alimentémonos bien. Hagamos ejercicio inteligente. Y busquemos gente como nosotros, que quiera estar bien y con buenos ideales a realizar».
Fuente: https://www.elmundo.es/vida-sana/bienestar/2024/10/30/6720bb94fc6c83f84b8b45a1.html