La jefa de Gobierno ratificó los derechos de los pueblos y barrios originarios y comunidades indígenas residentes, y se comprometió a llevar a cabo políticas públicas y acciones en la capital en favor de estas poblaciones, con énfasis en el bienestar de niñas y mujeres
Redacción
La jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, emitió la Declaratoria mediante la cual el Gobierno de la Ciudad de México reconoce el 12 de octubre como Día de la Resistencia Indígena y establece una serie de acciones en favor de los derechos de los pueblos y barrios originarios y comunidades indígenas residentes.
«Hoy celebramos el Día de la Resistencia Indígena, antes mal llamado Día de La Raza, o Día de la Hispanidad, y queremos dotar, confirmar, el nuevo significado de esta conmemoración. (…) Declaro solemnemente: Primero, que la Ciudad de México reconoce al 12 de octubre de cada año como la conmemoración del Día de la Resistencia Indígena, como parte de las demandas históricas de los pueblos y barrios originarios y comunidades indígenas residentes», manifestó.
En el Salón de Cabildos del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, la mandataria capitalina detalló la Declaratoria de nueve puntos, que incluye ratificar a la capital como una ciudad pluricultural, plurilingüe, pluriétnica y como la de mayor diversidad en América Latina, así como reafirmar los derechos que otorga la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Constitución Política de la Ciudad de México y los instrumentos internacionales de los que el Estado mexicano es parte, los cuales ahora se alinean en el reconocimiento de los pueblos indígenas como sujetos de derechos públicos.
«Impulsaremos acciones que visibilicen, promuevan, respeten, protejan y garanticen en todo momento los derechos de las niñas y mujeres indígenas, en aras de alcanzar la igualdad sustantiva y una vida libre de violencia y discriminación. (…) Implementaremos políticas públicas de atención transversal y la construcción de planes de justicia en conjunto con los pueblos y barrios originarios y comunidades indígenas residentes, en un marco de respeto a sus derechos fundamentales, colectivos, garantizando el ejercicio de sus derechos económicos, sociales, culturales y medioambientales, asegurando la participación igualitaria de mujeres y hombres, a fin de atender sus legítimas demandas históricas, con el objetivo de alcanzar su bienestar integral», agregó.
También aseguró que se trabajará en concluir el Sistema de Registro y Documentación para el reconocimiento amplio a los pueblos y barrios originarios y comunidades indígenas residentes; se garantizará su derecho a ser consultados y se comprometió a que la capital del país sea un territorio libre de racismo y discriminación; para ello, dijo, se adoptarán todas las medidas legales y administrativas para lograrlo.
«Vamos a trabajar todos los días, intensamente, hasta lograr que la Ciudad de México se convierta en una ciudad libre de racismo y exclusión. ¡Que vivan los pueblos y barrios originarios de la Ciudad de México! ¡Nunca más una ciudad sin nuestros pueblos y barrios originarios!», afirmó.
Clara Brugada se sumó a la exigencia de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y del expresidente Andrés Manuel López Obrador para que haya una disculpa pública por parte de España por los crímenes del llamado proceso de conquista.
«Todavía hoy los herederos y beneficiarios del régimen colonial se niegan a ofrecer disculpas por las atrocidades cometidas durante la conquista; pero nosotros, desde el corazón del Anáhuac, nos unimos a la exigencia de quien fue nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador, y de nuestra presidenta, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, para que los herederos de los responsables de uno de los mayores actos de exterminio en la historia de la humanidad pidan perdón a los habitantes originarios de estas tierras», señaló.
Ante representantes de pueblos y barrios originarios y comunidades indígenas residentes, la jefa de Gobierno se comprometió a construir el segundo piso de la transformación con un énfasis en la ampliación de los derechos de estas poblaciones.
Por su parte, la secretaria de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes (SEPI), Nelly Antonia Juárez, destacó el significado de abrir a todas las personas el Salón de Cabildos, que tuvo un pasado colonial.
«Queremos darles la bienvenida a este espacio que nos recuerda el pasado colonial, que hoy está abierto para todos los pueblos y todas las comunidades, bajo el lema de un gobierno que nos dice: ‘Por el bien de todos, primero los de abajo’. Y primero los pueblos y barrios originarios y comunidades indígenas residentes. (…) Hoy se hace patente este compromiso de y con los pueblos y barrios originarios y las comunidades indígenas residentes, a través de un gobierno abierto, de un gobierno democrático mediante el cual estaremos trabajando basados en el diálogo democrático, en la construcción de la justicia social para estos pueblos», mencionó.
En tanto, el señor Pascual de Jesús González, indígena triqui y representante de las comunidades indígenas residentes de la Ciudad de México, recordó que después de muchos años, el Estado reconoció la presencia de los pueblos indígenas y comunidades afromexicanas gracias a la reforma publicada el pasado 30 de septiembre en el Diario Oficial de la Federación que los considera sujetos de derecho público, algo que ya se había establecido en la Constitución capitalina de 2017.
«Tenemos asegurada la construcción de una ciudad pluricultural en donde todas y todos, rostros y lenguas indígenas de distintos orígenes, tienen un lugar para existir y recrearse, como lo mandata nuestra Constitución de la ciudad. Su historia, jefa de Gobierno, de organización y lucha por el derecho a la ciudad nos lo garantiza, usted conoce nuestras formas de existir y organizarnos», dijo.
Finalmente, Alejandra Romo Acevedo, presidenta del comisariado ejidal del pueblo de Santa María Aztahuacán, destacó que en la Ciudad de México existen 139 pueblos y 53 barrios originarios que luchan por preservar su cultura.
«Lo que nos enfatiza como pueblos es que seguimos conservando nuestra identidad de tradiciones culturales, gastronómicas, festejos de veneración religiosa y festejos de carnaval, sin olvidar lo más importante de nuestra historia, de la cual hemos tenido referencias, y defender nuestras tierras originarias», concluyó.