Los efectos estacionales del término del periodo vacacional del verano llevaron a un avance de la desocupación y de la población inactiva disponible para laborar en agosto, lo que provocó un nuevo aumento en el déficit de empleo.
Felipe Morales Fredes / El Economista
La brecha laboral, la medida más amplia de la necesidad de empleo en un país, hiló en agosto en México cuatro meses con aumentos y escaló a su nivel más alto desde noviembre del año pasado.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), actualmente 12.1 millones de personas tienen la necesidad de encontrar trabajo, esto representa el 18.1% de la fuerza laboral potencial, un aumento mensual de 0.3 puntos y un acumulado de 1.3 puntos en lo que va del 2024.
En febrero de este año, la brecha laboral anotó su registro histórico más bajo, al ubicarse en un nivel de 15.5%, a partir de ahí comenzó el ascenso paulatino en este indicador, sólo con una baja marginal en abril.
La brecha laboral, también conocida como déficit de empleo, se considera la medida más amplia de la necesidad de trabajo en una economía, pues contempla no solamente a las personas desempleadas, sino también a las inactivas disponibles y a quienes están en subocupación, es decir, con jornadas parciales y la necesidad de trabajar más horas.
En particular en agosto, el aumento de la brecha laboral se debió al crecimiento de los renglones de las personas desocupadas y de la población no económicamente activa (PNEA) disponible para trabajar.
En los primeros meses de la pandemia de Covid-19, esta medición escaló a sus niveles más altos desde que se tiene registro debido a la suspensión de actividades económicas no esenciales para prevenir los contagios. En mayo de 2020, este indicador llegó a un máximo de 52.9% de la fuerza laboral potencial; un déficit de empleo que afectó a 32.9 millones de personas.
De acuerdo con la última actualización del informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), aunque los niveles de desocupación ya regresaron a lo observado antes de la pandemia, es precisamente el déficit laboral la parte más débil de la recuperación, con “una persistente falta de oportunidades de empleo”.
Desempleo con aumento en todas sus medidas
Como se mencionó anteriormente, uno de los elementos que influyó en el avance del déficit del empleo en agosto fue el aumento de la desocupación. Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reflejan que el desempleo tuvo un avance marginal en el octavo mes del año y se ubicó en 3.0%, el mayor nivel desde julio de 2023.
A decir de Juan Carlos Alderete, director Ejecutivo de Análisis Económico de Banorte, este comportamiento se debe mayormente a efectos estacionales relacionados con el fin del periodo vacacional de verano.
“Como era esperado, las cifras relacionadas al mercado laboral están distorsionadas por el fin del periodo vacacional, con los distintos niveles de educación regresando progresivamente a lo largo del mes. En ese sentido, el movimiento principal es una respuesta a dos ajustes en sentido contrario: la población que retoma sus estudios y abandona los grupos ‘disponible para trabajar’ y ‘ocupado’ y aquellas personas que recuperan la posibilidad de buscar un puesto al contar con tiempo después del verano”, puntualizó.
Este comportamiento tuvo también un impacto en el desempleo extendido, el cual, además de las personas desocupadas contempla a los disponibles de la PNEA. Este indicador acumuló siete meses consecutivos con incrementos y registró en agosto un nivel de 11.0%, el dato más alto desde diciembre de 2022.
“A pesar de una visión retadora para la actividad en el segundo semestre de 2024 –anticipando un crecimiento económico más acotado–, creemos que los indicadores del sector seguirán mostrando en el mejor de los casos fortaleza, pero en el peor de ellos todavía bastante resiliencia. En este contexto, y consistente con la moderación del crecimiento, esperamos un ligero avance de la tasa de desempleo en los próximos meses, con la métrica cerrando el 2024 entre 2.9 y 3.0% (usando cifras desestacionalizadas)”, detalló Juan Carlos Alderete.