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De la primera cirugía de oído a la IA: así ha evolucionado la tecnología sanitaria | Bienestar

El descubrimiento de un cráneo de hace más de 5.300 años con unos cortes extraños resultó ser una operación por una infección de oído

Cráneo con las huellas de corte en el oído izquierdo. (Cedida)

Dolmen de El Pendón, en Burgos. Allí hace unos 5.300 años operaron a una mujer de los oídos. En concreto, realizaron dos mastoidectomías exitosas, con el fin de sanar una infección en el oído.

El hallazgo del cráneo de una mujer adulta en la localidad de Reinoso (Burgos) se publicó en la revista Nature Scientific Reports en febrero de 2022. Las excavaciones arqueológicas se iniciaron en 2016 y los investigadores descubrieron que el megalito (monumento prehistórico construido con grandes piedras sin labrar, principalmente con una función funeraria, de culto o ritual) se había construido en torno al año 3.800 a. C. Además, corroboraron que había pasado por varias fases de uso hasta su abandono hacia el año 3.000 a.C.

Uno de sus autores principales, Manuel Rojo Guerra, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Valladolid, explica a este periódico que el abandono del monumento como tumba fue precedido de un banquete ceremonial en torno a una pira funeraria en la que se hallaron calcinados y cremados restos de unos 13 individuos, especialmente niños.

Una vez descubierto el cráneo, que parecía un «puzle roto», la antropóloga física, Sonia Díaz Navarro, lo reconstruyó totalmente, observando sendas perforaciones en ambos oídos que podrían corresponder con trepanaciones intencionadas. A tal conclusión se llegó tras observar huellas de corte con un instrumento en el oído izquierdo: «Había incisiones en forma de V, una evidencia clara de que habían realizado una intervención con un objeto cortante». Asimismo, la constatación de que la mujer había sobrevivido a la intervención se demostró mediante un análisis histológico de superficie con un microscopio electrónico de barrido, es decir, comprobando el estado de los tejidos.

Foto: Micrografía de la neoplasia del mieloma a partir de la biopsia de médula ósea. (istock)

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Precisamente, a través de esa prueba lograron descifrar los efectos de las células responsables de la reabsorción y la creación de hueso en el cuerpo humano: los osteoclastos y los osteoblastos. Los primeros son células que reabsorben y remodelan los huesos, y los segundos se encargan de regenerarlos. Este proceso de reabsorción y creación de hueso en superficies dañadas «suele durar entre tres y cuatro semanas«. En el oído izquierdo había unas pequeñas depresiones, llamadas lagunas de Howship, formadas por los osteoclastos en el proceso de limpieza de las superficies óseas dañadas. También observaron montículos de creación de hueso, o excrecencias granulosas, producidos por los osteoblastos.

Debido a la presencia de estas dos estructuras, los investigadores pudieron confirmar que la mujer sobrevivió al menos durante un mes y, además, que la operación fue intencionada. Por el contrario, en el oído derecho no había esas lagunas porque el hueso ya estaba regenerado. Es decir, hubo una primera intervención que ya estaba completamente curada.

«Es la evidencia documentada más antigua de una cirugía en ambos huesos temporales»

«No es posible determinar si ambas intervenciones se realizaron de forma consecutiva o si transcurrieron varios meses o incluso años. Se trata, por tanto, de la evidencia documentada más antigua de una cirugía en ambos huesos temporales y muy probablemente, de la primera mastoidectomía radical conocida en la historia de la humanidad», detalla la publicación científica.

Posibles patologías

En cuanto a las posibles enfermedades compatibles con la operación, estudiaron varias. La primera fue el colesteatoma, una lesión destructiva del hueso temporal, que tiende a expandirse y erosionar progresivamente las estructuras adyacentes, causando pérdida auditiva, vértigo y complicaciones intracraneales. También consideraron una otitis externa maligna, una histiocitosis o algún tipo de tumor, ya que pueden producir una destrucción ósea extensa. Sin embargo, rara vez son bilaterales y suelen provocar la muerte prematura del individuo y por eso las descartaron.

Por ese motivo, Rojo propuso dos opciones como causas: una otitis media complicada con una mastoiditis o un colesteatoma adquirido secundario.

Instrumentos utilizados

Dada la cronología premetalúrgica del yacimiento, la operación quirúrgica debió ejecutarse con un instrumento lítico. Encontraron varias piezas depositadas como ofrendas rituales junto a los muertos. Según comenta el documento, las más importantes fueron herramientas realizadas en sílex de distinta procedencia, de las que se han identificado varias tipologías: hojas simples y retocadas de distintos tamaños, microlitos geométricos y puntas de flecha de distintas formas.

Para ello, se llevó cabo un análisis traceológico (huellas de uso) ciego de varias piezas líticas con el fin de identificar la hipotética herramienta que pudo usarse para realizar la operación. El doctor Juan Francisco Gibaja Bao, científico del CSIC, emitió un informe en el que se constataba la existencia de una laminita de sílex que había sido calentada varias veces a unos 300-350 °C y que presentaba huellas en un extremo compatibles con el corte de una sustancia ósea.

Material lítico del dolmen. La pieza inferior izquierda es la laminita con las huellas de cortar hueso. (Cedida)

Se podría tratar de un auténtico cauterio o instrumento utilizado para cauterizar y cortar en el proceso de la operación, muy conocido y habitual en las poblaciones guanches de Gran Canaria para realizar este tipo de intervenciones. «Cirugía que, por otra parte, debió haber sido ejecutada por una especie de curandero o sanador con ciertos conocimientos médico-anatómicos, ya en aquella época», confiesa el experto.

Del sílex a la IA

Actualmente, los progresos tecnológicos en materia sanitaria mejoran los procesos en hospitales e investigación. Esta misma semana se publicaba un estudio que utilizaba por primera vez la IA para predecir cuál va a ser la evolución del mieloma múltiple en el paciente. También sorprendía la noticia del doctor de la Fundación Puigvert de Barcelona, Alberto Breda, operando un tumor de riñón en remoto a un paciente que estaba en Pekín.

Fuente: https://www.alimente.elconfidencial.com/bienestar/2024-09-23/cirugia-oido-tecnologia-sanitaria-hospitales-arqueologia_3964955/

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