El Partido Republicano estadounidense avaló un programa electoral en caso de que su candidato salga victorioso de los comicios presidenciales del 5 de noviembre. El documento incluye un plan de deportación masivo y la exclusión de referencias a la prohibición nacional del aborto.
Hugo Caro Jiménez / Proceso
El Partido Republicano estadounidense nominará formalmente la próxima semana a Donald Trump para la carrera por la Casa Blanca que está por llegar a su recta final. Sin embargo, desde ya la plataforma republicana ha ido preparando el terreno de llegar Trump a ser reelegido como presidente para el periodo 2025-2029.
Este lunes 8 de julio, el Comité Nacional Republicano (RNC, por sus siglas en inglés) aprobó un programa de 20 puntos para un ocasional segundo mandato de Trump. Dentro de la hoja de ruta, hay novedades en dos de los puntos más sensibles para el republicano: la migración y el aborto.
Respecto a los flujos migratorios a los que debe hacer frente Estados Unidos, el listado propone “detener la invasión migrante” en el país y “llevar a cabo la operación de deportación más grande en la historia” estadounidense.
Sin duda, este punto es uno de los que más suscita interés en los votantes y en la región, en especial en América Latina; dado el rol del país en el continente americano respecto a la movilidad humana.
Según el Informe Sobre las Migraciones en el Mundo 2024, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), “los Estados Unidos de América han sido el principal destino de los migrantes internacionales desde 1970”. Por ello, es de crucial importancia, más allá de sus contundentes declaraciones, lo que Trump decida hacer en la práctica en cuanto a migración se trate.
Al mismo tiempo, no es un tema que incide únicamente en cómo es visto Trump por el resto de América sino también por los migrantes que ya residen en el país.
De acuerdo con el mismo informe de la OIM, “el número de personas nacidas en el extranjero que residen en el país se ha cuadruplicado con creces, pasando de menos de 12 millones en 1970 a cerca de 51 millones en 2020”.
Así pues, dependiendo del manejo que le dé Trump, este es un aspecto clave que le puede sumar o restar una significativa cantidad de votos en su camino a la reelección.
Un cambio de tono sobre el aborto
El programa electoral aprobado este lunes también menciona el aborto. En una apuesta por ganarse a los votantes moderados e indecisos, el plan republicano excluye referencias a la prohibición nacional del aborto.
En el documento, de 16 páginas, el partido de Trump se limita a decir que se opondrán a “los abortos tardíos”, al tiempo que expresan su apoyo al acceso a anticonceptivos y a tratamientos de fertilidad.
No cabe duda de que Trump y su fuerza republicana suavizaron el tono. En 2016, el programa republicano respaldaba una prohibición nacional del aborto desde las 20 semanas de embarazo. Dos años después, en 2018, el magnate apoyó una legislación federal que habría prohibido el aborto después de las 20 semanas de embarazo, una medida que no contó con el apoyo necesario del Senado.
De acuerdo con la declaración republicana que reza en el plan avalado este 8 de julio, la Constitución establece que cada uno de los 50 estados del país es libre de adoptar la legislación que crea necesaria para proteger el derecho a “la vida”. Cita que refuerza el punto de vista de Trump, quien ha dicho que el aborto no debe regularse a nivel federal.
Hasta ahora, el expresidente ha hecho caso omiso a las voces más extremas del partido que le piden una prohibición nacional de la interrupción del embarazo y sostiene públicamente que cada estado debe poder legislar en materia de los derechos reproductivos.
Con todo y eso, el multimillonario prevé que una posición muy radical en contra del aborto le cueste votos en los comicios del próximo 5 de noviembre.
En 2022, el Tribunal Supremo estadounidense, con tres jueces conservadores nominados por Trump, tumbó el derecho federal al aborto y dejó desde ahí en manos de la legislación de cada estado la posibilidad de prohibirlo.
Desde la eliminación del derecho al aborto, decenas de estados han puesto en marcha leyes restrictivas: en 14 estados es imposible abortar o el límite son seis semanas, momento en el que aún muchas mujeres no saben que están embarazadas.
Por su lado, el presidente Joe Biden, también en su camino para la reelección, no desaprovecha la oportunidad de atacar a Trump citando el tema de los derechos reproductivos de las mujeres.
Con EFE, AP y Reuters
Fuente: Proceso