El psicólogo Tomás Navarro explica qué sucede cuando nos ponemos en el centro del universo y esa actitud centrista condiciona nuestro análisis sobre lo que estamos viviendo
¿Qué significado otorgas a lo que te va ocurriendo en la vida? FREEPIK
TOMÁS NAVARRO / Bienestar / ABC
Tu peor problema reside en cómo interpretas lo que te sucede, en qué significado otorgas a lo que te va ocurriendo en la vida. ¿Eres capaz de analizar y contextualizar lo que te ocurre? ¿Cómo vives tus experiencias? ¿Qué significado tiene lo que te pasa alrededor? ¿Sabes relativizar lo que te ocurre? ¿Puedes discriminar lo importante de lo accesorio?
Realmente no nos enseñan a pensar bien, a analizar con perspectiva, a interpretar lo que nos pasa, lo que la gente hace, lo que sentimos o lo que pensamos. Hacemos lo que podemos y nos damos las explicaciones que buenamente se nos ocurren; pero que tengamos una explicación no significa que sea una buena explicación.
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Tu peor problema son las intenciones que supones a las personas que te rodean. ¿Lo hacen por fastidiarte? ¿Por envidia? Es más ¿Lo que hacen tiene alguna relación contigo? ¿Quizás creas que eres el centro del mundo cuando en realidad no existe ninguna relación entre lo que han hecho y tú?
A veces nos ponemos en el centro del universo y esa actitud centrista acaba condicionando nuestros análisis. Uno solo puede ver lo que tiene delante suyo si es capaz de ganar la suficiente perspectiva como para tener una visión de conjunto, acertada y global.
Pensamos según unos esquemas que nos guían y -teóricamente- nos ayudan a interpretar mejor la realidad. Esquemas que vamos formando a partir de lo que aprendemos, vivimos y pensamos. Esos esquemas vendrían a ser algo así como una guía, una FAQ’s, como una chuleta que nos ayuda a interpretar el mundo.
«Te animo a que revises tus esquemas, tus creencias, tus dogmas y tus máximas»
Tomás Navarro
Psicólogo
Pero esos esquemas que tienes sobre la vida pueden ser erróneos. Cuestiónate tus principios y grandes afirmaciones. No hemos venido aquí a sufrir. Puedes disfrutar de tu trabajo. Puedes buscar activamente un trabajo que te ilusione. No tienes por qué hipotecarte tu vida. Puedes ver y conocer el mundo. Puedes vivir mejor y más feliz. Puedes escoger tu camino libremente. Incluso, que osadía, puedes plantearte una vida distinta ahora mismo, en este justo momento, antes de que desaparezca el impulso de estas reflexiones.
En el momento en el que revisas tus esquemas puedes estar rompiendo con una realidad, con un dogma o con una máxima para permitirte experimentar una nueva realidad. Hay muchas vidas, hay muchas realidades y poder explorar diferentes caminos es genial.
Tus creencias sobre ti mismo te limitan. Si son demasiado bajas te limitarás a compadecerte a ti mismo y a ir pasando por la vida con más pena que gloria. Sin son demasiado altas te irás estrellando continuamente y echando las culpas de tu fracaso a otras personas o a las circunstancias, sin aprender nada de la experiencia.
Te animo a que revises tus esquemas, tus creencias, tus dogmas y tus máximas. Te propongo que aprendas a interpretar mejor lo que te ocurre, a que aprendas de otras personas, a que te plantees nuevas realidades, a que vayas más allá de lo que das por supuesto.
Yo tenía que ser un electricista ya que no servía para estudiar, según varias personas. Me plantee romper ese dogma y, la verdad, no me costó apenas esfuerzo.
Revisa lo que han dicho de ti, revisa lo que crees de ti, busca ayuda si la necesitas, pero abre tu mente a una nueva realidad.
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Puedes descubrir otros consejos de Tomás Navarro (@tomasnavarropsi en instagram) para poner límites a aquellas personas que nos hacen daño en su obra ‘Tus líneas rojas’ (Zenith/Planeta). Y además, puedes leer aquí otros artículos de Tomás Navarro en ABC Bienestar.