- El DLE incorpora por primera vez la consulta en línea de sinónimos y antónimos
- Se añaden vocablos de campos como la medicina, el cine, o el medioambiente
ANA BELÉN FLORES / RTVE
«Alien», «chundachunda», «balconing», «VAR» (acrónimo de videoarbitraje), «machirulo», «bracket» o «perreo» son algunas de las nuevas y variopintas palabras que se han incorporado a la 23.7 versión digital del Diccionario de la Lengua Española (DLE), que se ha presentado este martes en la Real Academia Española y que ha actualizado 4.381 términos entre novedades, enmiendas y modificaciones.
La exposición ha corrido a cargo del director de la RAE y presidente de la ASALE, Santiago Muñoz Machado, y la responsable del Instituto de Lexicografía, Elena Zamora.
Entre la cosecha de innovaciones encontramos “aquaplaning”, “oscarizar” o “sexting», términos que tienen su origen en campos tan extensos y vivos como gastronomía, ciencia, cine o medicina; también se han hecho hueco en el diccionario formas complejas como “fila cero”, “masa madre” o “pobreza energética”, ya que “las actualizaciones se nutren en función del caudal léxico y de la observación del entorno”, ha explicado Zamora.
Entre las curiosidades, el director de la RAE ha destacado los ejemplos de «crack» o «sinhogarismo«, «una palabra de la que se ha hecho una fuerte campaña, pero no obedecemos a subastas solo se incorporan por el uso generalizado», ha aclarado.
Ya se pueden buscar «palabras típicamente españolas» como «chundachunda» (música fuerte o machacona) o la nueva acepción de «petaca» como la «broma típica de colegio mayor en la que se doblaban las sábanas y no se podían estirar las piernas».
La salud suma numerosas adiciones como «endodoncia» que contenía una «explicación muy técnica» y se ha añadido una más «explicativa», también se añaden «presoterapia» o «implantología».
«Pixelar» o «Big data», entre las novedades de Internet
La actualidad se abre paso en el ámbito de la sexualidad y el género con términos como «no binario» o «disforia de género», donde se diferencian la identidad de género o sexual, asimismo hay modificación entre «matriarcado» y «patriarcado» para evitar «el sesgo».
Con respecto a «machirulo», «es la expresión coloquial y despectiva, de una persona especialmente un hombre que exhibe una actitud machista», reza la RAE.
O la palabra «perreo», definida como «baile que se ejecuta normalmente a ritmo de reguetón, con eróticos movimientos de caderas, y en el que cuando se baila por parejas, el hombre se coloca habitualmente detrás de la mujer con los cuerpos muy juntos».
Las nuevas tecnologías, la ciencia y las redes sociales siempre añaden un buen puñado de voces, una de las más subrayadas por los académicos ha sido «tecnociencia» y las enmiendas de «georradar».
En medioambiente, algunas de las nuevas entradas son: «descarbonizar», «biocapacidad» o «huella ecológica». Los extranjerismos de uso común como «pixelar», «big data» (aunque se da preferencia a macrodatos), «cookies» o «banner» (mensaje publicitario en una web), ya están en el diccionario de pleno derecho.
Más lo que parece un guiño al cine y al cómic como la mítica «criptonita» que remite a la infancia y a Superman, pero también a «persona o cosa que neutraliza o merma las cualidades principales de algo o alguien», o los rivales de los superhéroes que ya «se habían colado», y que ahora comparten su espacio con «los supervillanos y supervillanas».
Mientras que la sopa de letras de la gastronomía atesora palabras de las recetas tradicionales como «cochifrito», «regañá» (lámina pequeña y fina de pan crujiente) o «colín», en una minisección dedicada al pan.
Se añaden también nuevas acepciones a palabras ya recogidas, como el término «tóxico», que ya no se aplica únicamente a una sustancia sino a aquello «que tiene una influencia nociva o perniciosa sobre alguien», en referencia a una relación tóxica.
Los vocablos no aterrizan en el DLE a velocidad de crucero, al contrario, la media es de unos dos años entre los debates lexicográficos y los plenarios con el resto de academias latinoamericanas, ha señalado Santiago Muñoz Machado.
Un DLE que esta edición estrena la consulta de antónimos y sinónimos por primera vez «en una obra de este tipo en el mercado». En total, en el diccionario hay 42.882 sinónimos y 9.790 antónimos para saciar el hambre de palabras.