Por José Ojeda Bustamante
@ojedapepe
Existen varios métodos para elegir a los representantes que gobernarán un pueblo.
Se busca que sea un sistema democrático que permita, como en un juego de azar, que todos tengan las mismas oportunidades. Durante mucho tiempo se utilizó el sorteo como una forma para evitar la corrupción y los «dados cargados» hacia algún candidato o candidata. Este sistema, denominado «lotocracia», fue aceptado por grandes teóricos como Aristóteles, Jean-Jacques Rousseau y Montesquieu. Sin embargo, ahora, en la contienda presidencial de 2024, se abrió la posibilidad de que cualquiera de los militantes de Morena pueda contender por la presidencia de la República. Este nuevo sistema democrático se denominó «piso parejo para todos»… O ¿Pensamos algo diferente?
La sucesión presidencial en México siempre genera gran expectativa y especulación. Sin lugar a duda, es el proceso electoral con mayor participación en el contexto contemporáneo. Hoy enfrentamos nuevas reglas y nuevos desafíos electorales. ¿Será el fin del dedazo? ¿El pueblo elegirá? ¿Hay piso parejo? Y ya sin el Plan A o B de la reforma electoral, la realidad es que hay embrollo con la Suprema Corte de Justicia de la Nación, si de esa Ley hablamos.
Entrando en materia de este artículo, la mirada o lo que quiere “decir” AMLO, un demócrata, que abrió la posibilidad de que los aspirantes pudieran dar a conocer sus aspiraciones, tanto a nivel presidencial como a nivel estatal y municipal. La política está abierta y ha transformado la manera de elegir a los representantes, con una consulta abierta a los militantes y simpatizantes. Con este modelo, se abre una nueva forma de elegir a los gobernantes, más cercanos al pueblo.
Con el fin del mandato de Andrés Manuel López Obrador acercándose, un presidente con niveles de aprobación sui generis, es natural preguntarse el porqué de su influencia y de quién podría ser su sucesor. Para dar pistas, cuatro elementos nos ayudaran a entender esa mirada de AMLO: Democratizar la política, Conocimiento profundo de la realidad nacional, La lucha contra la desigualdad, La descentralización del poder; Ahora bien, analicémoslas.
Democratizar la política
Regresamos pues al análisis previo, hasta antes de esta contienda electoral, los aspirantes estaban ocultos, no podían exhibirse en público. Ahora, con esta transición democrática, los candidatos están expuestos al escrutinio público. Democratizar la política significa «piso parejo». Este término hace referencia a la necesidad de garantizar condiciones equitativas y justas para todos los contendientes en el proceso electoral. Explorar el territorio, conocer las demandas de la población y aportar propuestas es la estrategia de Andrés Manuel López Obrador, y le ha resultado. El «piso parejo» significa dialogar, participar y conocer al electorado. Cualquiera de los postulantes, hombre o mujer, deberá conocer las demandas sociales.
Conocimiento profundo de la realidad nacional
Andrés Manuel López Obrador, durante su larga trayectoria política, ha recorrido gran parte del territorio mexicano y ha mantenido un contacto cercano con las comunidades y sus necesidades. Su experiencia como Jefe de Gobierno de la Ciudad de México y su campaña presidencial de 2018 le han permitido tener un conocimiento profundo de las realidades regionales y las demandas ciudadanas. Este bagaje le brinda la capacidad de entender la importancia de un «piso parejo» que considere las particularidades y desafíos de cada región. Gobernar para todos requiere justamente la posibilidad de conocer las diferencias.
La lucha contra la desigualdad
Uno de los pilares del gobierno de López Obrador ha sido la búsqueda de reducir las brechas de desigualdad en México. Durante su mandato, se han implementado programas y políticas orientadas a mejorar las condiciones de vida de los sectores más vulnerables de la sociedad. En este caso, las «corcholatas», como le ha denominado el presidente de la República a los aspirantes, están visitando todo el país.
Esta lucha contra la desigualdad se refleja en su interés por establecer un «piso parejo» en la sucesión presidencial, donde todos los candidatos tengan oportunidades equitativas de competir, independientemente de su origen geográfico o nivel socioeconómico.
La descentralización del poder
López Obrador ha impulsado la descentralización del gobierno federal, buscando llevar las instituciones y la toma de decisiones más cerca de las comunidades, de hacer llegar los beneficios sin intermediarios, lo mínimo necesario. Esto se refleja también en la creación de delegaciones y la reubicación de dependencias gubernamentales en distintas regiones del país. Esta visión territorial influye en su interés por establecer un «piso parejo» en la sucesión presidencial, ya que reconoce la importancia de ampliar la participación política y promover liderazgos regionales.
La experiencia de Andrés Manuel López Obrador en el territorio mexicano ha dejado una huella significativa en su búsqueda de un «piso parejo» en la sucesión presidencial. Su conocimiento profundo de la realidad nacional, su lucha contra la desigualdad y su apoyo a la descentralización del poder son elementos clave en este proceso. Establecer condiciones equitativas para todos los candidatos es fundamental para garantizar una democracia sólida y una representación genuina de las distintas voces de México.
Vamos a dividir en varias partes las intencionalidades de este artículo, en varias entregas posteriores, exploraremos a los cuatro personajes cercanos a AMLO, pero también a los actores de la oposición, todos ellos relevantes que podrían ocupar el cargo principal en el 2024: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto, Ricardo Monreal, Xóchitl Gálvez y Santiago Creel. Además, nos basaremos en algunos elementos teóricos para analizar desde el enfoque político y de sus fortalezas.
En este sentido, es obligado el análisis de un artículo particular desde la mirada de la oposición, que quiere prepararle una candidatura presidencial más que a la sociedad mexicana, su interés pareciera más dirigido para Andrés Manuel, que hasta ahora, es lo que nos denota, desde las antípodas seguiremos dando luces para el análisis social y político.