Es capaz de analizar las expresiones faciales y ondas cerebrales para identificar la reacción del sujeto a un determinado contenido
ALFREDO BIURRÚN / LA RAZÓN
La distopía china cuenta con una nueva herramienta con la que controlar a sus ciudadanos a niveles imposibles hace tan solo una década. Según informa el New York Post, el Gobierno chino está implementando un sistema de inteligencia artificial que permite monitorear la mente.
Este sistema consiste en un software que han desarrollado investigadores de China y que puede analizar las expresiones faciales y las ondas cerebrales de un sujeto mientras contempla una determinada pieza de contenido y determinar su reacción.
De acuerdo con el Instituto de Ciencias Físicas Hefei de China, esta tecnología se usará para “solidificar aún más su confianza y determinación para estar agradecidos con el partido, escuchar al partido y seguir al partido”.
En un vídeo publicado el 1 de julio pero que ha sido retirado de la red desde entonces, se ve a un sujeto mirando la pantalla en un quiosco y desplazándose a través de una serie de contenidos que promueven las políticas del partido comunista chino mientras la tecnología es capaz de reconocer sus reacciones.
El Instituto Hefei ha animado a 43 miembros del partido en el equipo de investigadores que ha desarrollado este software a tomar “lecciones del partido” mientras son monitoreados con el mismo. “Por un lado, puede juzgar como miembros del partido han aceptado el pensamiento y la educación política. Por otro lado, proporcionará datos reales sobre la educación del pensamiento y política, de forma que pueda mejorarse”, recoge el New York Post.
El medio chino Study Times ya informó en 2019 del desarrollo de un sistema de inteligencia artificial como el que ahora ha creado el Instituto de Ciencias Físicas Hefei y que sería capaz, mediante algoritmos, de “medir el estado del pensamiento de los miembros del partido” y que “realmente mejorará la calidad política y el pensamiento ideológico de los miembros del partido”.
China hace uso de un sistema de crédito social que determina el nivel de libertad de cada ciudadano en la sociedad china y al que este software se podría sumar. Una puntuación baja tiene consecuencias como no poder acceder a los trabajos mejor pagados, obtener la hipoteca de una casa o embarcarse en un avión, entre muchas otras restricciones. Una puntuación demasiado baja puede conducir a que un ciudadano sea arrestado de forma preventiva y enviado a campos de reeducación.
Entre los motivos que pueden llevar al Gobierno chino a perder la confianza en un ciudadano y reducir su crédito social se encuentran no pagar una hipoteca, pasar demasiado tiempo jugando a videojuegos online o criticar en Internet las políticas del gobierno, entre muchos otros, según señala el medio News.com en un reportaje sobre este sistema que en China se denomina “de confianza” y que, además, recompensa las delaciones entre ciudadanos.
Fuente: https://www.larazon.es/tecnologia/20220705/cy67hejxyrag5aoy7mil5rgvza.html