El futuro rey se mudará al palacio de Buckingham una vez sea proclamado rey. Por su parte, se espera que el príncipe Guillermo se traslade a Windsor llegado ese momento.
REBECCA COPE / VANITY FAIR
Parece que hoy al fin se han resuelto nuestras dudas tras años de especulaciones: una vez asuma el trono, el príncipe Carlos abandonará Clarence House, la que ha sido su casa durante dos décadas. El futuro rey seguirá los pasos de los monarcas que lo precedieron mudándose al palacio de Buckingham.
Así lo ha manifestado una fuente cercana a MailOnline: “No cabe duda al respecto. Su alteza real opina que un monarca ha de residir en la sede de la monarquía británica. Eso nunca se ha cuestionado. El príncipe de Gales no se mudará al palacio de Buckingham antes de ser coronado. Pero una vez suceda, evidentemente lo hará. Al igual que la reina, pasará a vivir en ‘el piso de encima de la tienda’. Concuerda con ella en la idea de que trabajar desde Buckingham resulta lo más apropiado. El palacio seguirá siendo un centro de trabajo y de entretenimiento, además de recibir a visitantes. Es una atracción turística de enorme importancia. Pero el príncipe puede seguir viviendo allí al mismo tiempo, al igual que hace en Highgrove, que también está abierto al público”.
En su día se especuló con que Carlos se estaba planteando transformar el palacio de Buckingham en una suerte de instalaciones de oficina para varios miembros de la familia real británica sin que nadie residiera allí, además de ampliar el espacio al que podrían acceder los turistas. En la actualidad (y desde antes de la pandemia), se están llevando a cabo reformas en el mismo cuyo valor asciende a varios millones de euros.
El palacio de Buckingham ha sido la residencia real de la monarquía británica desde el reinado de Victoria, en 1837. Anteriormente, la residencia real había estado fijada en el palacio de St James desde el reinado de Jorge I (1698-1727), y antes de aquello el palacio de Hampton Court y el castillo de Windsor fueron el epicentro de la corte real inglesa.
El príncipe Carlos se mudó a Clarence House en 2003, un año después de la muerte de su abuela, la Reina Madre, que solía vivir allí. Se encontró con una vivienda muy necesitada de una buena reforma y remodelación, y para ello recurrió a los servicios del prestigioso diseñador de interiores Robert Kime, responsable de modernizar y llenar de magia la propiedad, que se había quedado muy anticuada. Carlos vivió en aquella misma casa hasta los tres años, momento en que su madre ascendió al trono.
Entre sus otros lugares de residencia se encuentran Highgrove House en Gloucestershire, el que ha sido su hogar durante más de 40 años (comúnmente considerado su favorito) y Birkhall, en Escocia. Una vez fallezca su madre, heredará Sandringham, Balmoral y el castillo de Windsor.
Con el traslado de Carlos al palacio de Buckingham, mucho se ha especulado también con la posibilidad de que uno de los pequeños de los duques de Cambridge heredase Clarence House. Parece improbable que el príncipe Guillermo y Kate Middleton se muden allí, ya que no le tienen especial apego y han llevado a cabo una gran reforma en la que fuera la residencia de la princesa Margarita, el 1ºA del palacio de Kensington. Asimismo, se rumorea que existe la posibilidad de que los duques de Cambridge puedan utilizar el castillo de Windsor.
Artículo original publicado por Tatler y traducido por Darío Gael Blanco. Acceda al original aquí.
Fuente: https://www.revistavanityfair.es/articulos/principe-carlos-traslado-buckingham-tras-coronacion