Hoy cumpliría 91 años la actriz de Hollywood y princesa consorte de Mónaco, cuyo funeral fue uno de los más mediáticos de la historia
CONCHA GARCÍA/ LA RAZÓN
Deslumbrante actriz de Hollywood y princesa consorte de Mónaco. Grace Kelly, que se casó con el príncipe Raniero III, fue en sí misma una leyenda, aportando al universo cinematográfico grandes interpretaciones en célebres películas, así como ostentando una vida digna de diva. Hoy cumpliría 91 años la ganadora del Oscar a Mejor actriz por “La angustia de vivir” (1954), de George Seaton, así como protagonista de otras cintas como “La ventana indiscreta” (1954), “Crimen perfecto” (1954), “Atrapa a un ladrón” (1955) (las tres de Hitchcock) o “El cisne” (1955), de Charles Vidor.
No obstante, el final de su vida no hizo justicia a su apasionante vida. La intérprete fue víctima de un trágico accidente de coche en 1982, cuando tan solo tenía 52 años. No murió en el acto, pero, al sufrir hemorragia cerebral y estar en estado vegetativo, su familia decidió desconectarla de su lucha entre la vida y la muerte.
Ocurrió un 14 de septiembre, día en que Kelly y su hija, Estefanía, con entonces 17 años, tenían que coger un tren en Mónaco para dirigirse a París después de las vacaciones de verano. Si bien la intérprete no solía conducir, ese día llevaba tantos bártulos en los asientos traseros que no hubo otra opción que tomar el volante con Estefanía como copiloto.
Eran las 10 de la mañana y todo sucedió muy rápido: pasaron por una curva que obliga a circular a baja velocidad. No obstante, Kelly perdió el control del coche y acabaron chocando contra el muro de contención y atravesándolo, lo que hizo que cayeran a un precipicio y el automóvil comenzara a arder.
La princesa se fracturó el fémur derecho, la clavícula y varias costillas. Su hija, que también fue hospitalizada, sobrevivió, aunque también sufrió heridas. Este hecho conmocionó a medio mundo, resultando la pérdida de la actriz en uno de los funerales más mediáticos de la historia: fue visto por más de 100 millones de personas.
Desde la mafia hasta una mera confusión
No obstante, la historia no quedó ahí, sino que este mortal suceso se ha convertido en una auténtica leyenda, pues aún son varios los misterios que rodean a la verdadera causa del accidente. Existen teorías de todo tipo, incluso conspirativas: se llegó a pensar que la princesa podría haber tenido un romance con un mafioso y que este habría ordenado la manipulación de su coche y, por tanto, su asesinato.
La familia guardó silencio muchos años. Hasta que Estefanía, que aún carga la sombra del misterio, no pudo más y decidió conceder una entrevista exclusiva a Paris Match en octubre de 2002. “Yo no estaba conduciendo, eso está claro. De hecho, salí disparada dentro del auto como mi madre, que fue catapultada al asiento trasero. La puerta del copiloto estaba completamente destrozada, y salí por el único lado accesible, el del conductor”, explicó la hija de Kelly.
Ante esto, destaca una de las grandes dudas alrededor del accidente: ¿quién conducía? Estefanía siempre ha defendido que ella no, aunque hay testigos que afirman que vieron a la joven sentada al volante momentos antes del accidente.
Entonces, ¿fallaron los frenos? Otra de las especulaciones es que los frenos del automóvil fallaron, o bien la intérprete pudo confundir dicho pedal con el del acelerador. “Estaba a punto de examinarme para el carnet de conducir, mi madre decía que no podía frenar y yo sabía lo que tenía que hacer para detener el coche”, explicó Estefanía, “probé todo, incluso el freno de mano. ¿Mi madre se confundió? No lo sé”.
Otra gran lamentación fue respecto al hospital: Kelly podría haber salvado su vida de haber sido trasladada a tiempo al mejor hospital de Niza, bastante mejor equipado que al que acudió, donde no se disponía de los materiales suficientes para tratar la lesión cerebral.
Por último, a modo anecdótico, una de las más sorprendentes características del accidente es la de la carretera donde ocurrió: era la misma en la que Grace Kelly y Cary Grant protagonizan una escena de la película “Atrapa un ladrón”.
En definitiva, aún no se sabe a ciencia cierta por qué aquel coche no frenó, quién lo conducía ni por qué aquella curva no se atravesó con el debido cuidado. Sea como fuere, Estefanía siempre ha defendido que era por ser estrella de Hollywood por lo que se ha teorizado tanto: “Era difícil para la gente aceptar que ella podía hacer algo tan humano como tener un accidente automovilístico”, reconoció.
Fuente: https://www.larazon.es/cultura/20201112/wpvjbbchbrat7h4ssme2zq76q4.html