La ventaja de tocar fondo es que lo único que queda es ‘darle para arriba’.
Por: Itandehui Rodríguez
¿Quién iba a pensar que el comediante Mario Moreno ‘Cantinflas’ iba a terminar convertido en augur?
Para quién no sepa qué es un augur, en Grecia era una persona que practicaba la adivinación.
Pues el actor mexicano acabó convertido en quiromante.
En su película ‘Su excelencia’ de 1967, interpretó a ‘Lopitos’, un burócrata de la Embajada de la República de Cocos que acaba convertido en Canciller.
Durante una importante cena, se notifica a Lopitos y funcionarios de la Embajada que el gobierno de su país fue derrocado y que deben nombrar a un nuevo titular para su oficina.
Es ahí dónde comienza el enredo, un par de funcionarios corruptos intentan usarlo como parapeto y continuar detentando el poder. Además, a la par, tienen que lidiar con un problema diplomático con los países de Dolaronia, Pepeslavia y Zambombia.
Esto los lleva a una Magna Asamblea Internacional en la que Lopitos, interpretado por Cantinflas, hace uso de la palabra y recita esta frase magistral:
“Estamos peor, pero estamos mejor. Porque antes estábamos bien, pero era mentira. No como ahora que estamos mal, pero es verdad”.
Y así es, el narcoestado mexicano fue uno hasta los noventa, cuando se lograba medianamente controlar a la delincuencia organizada.
Ahora que ni gobierno ni crimen organizado respetan pactos, las cosas se salieron de control y puede que no sea tan malo… quiero ver el vaso medio lleno.
¿Por qué?
Porque los gobiernos están coludidos con la delincuencia organizada, con los tratantes de personas, con los huachicoleros, con los narcotraficantes, con los secuestradores y con todo aquél que decide dedicarse a delinquir. Pero además, que su actividad le permite corromper a las autoridades.
Hoy Claudia Sheinbaum tiene que lidiar, lo mismo con narcos masacrados junto con inocentes en un bar en Querétaro, que con el hallazgo de 10 cuerpos torturados y apilados en la Maxipista de Mazatlán y el asesinato de triquis a diestra y siniestra en Oaxaca, sin mencionar a todos los demás muertos de este país.
¿Esto tiene solución?
La única que veo es hacer un borrón y cuenta nueva. Legalizar la droga, conminar a todos los involucrados en la cadena productiva a tributar y generar nuevos mecanismos que nos permitan normalizar la existencia y coexistencia con productores y comercializadores de estupefacientes. Tal vez sea hora de dar el paso.
Hay que ver el lado positivo, bien dijo Mario Moreno ‘Cantinflas’: “… antes estábamos bien, pero era mentira. No como ahora que estamos mal, pero es verdad”.
Fuente: Apartado Mex