Manifestación por la vida en Ciudad de México | Crédito: EWTN Noticias
Por Diego López Colín / ACI Prensa
Ante el avance de la iniciativa que “busca la despenalización total del aborto” en Ciudad de México, la Iglesia Católica en el país expresó su rechazo y preocupación, señalando que, como pastores, no pueden “permanecer en silencio” ante lo que consideran una amenaza al derecho fundamental a la vida.
El 4 de noviembre, las comisiones de Administración y Procuración de Justicia y de Igualdad de Género del Congreso de Ciudad de México votaron a favor de la propuesta que busca eliminar los artículos del Código Penal que penalizan el aborto voluntario, manteniendo únicamente como punibles los casos de aborto forzado.
Se espera que el jueves 7 de noviembre el dictamen sea presentado ante el pleno para su aprobación.
A través de un comunicado publicado hoy, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) advirtió que, contrario a lo que señalan quienes defienden la medida, eliminar el límite actual de las doce semanas de gestación —ya permitido en Ciudad de México— “abriría la puerta a la terminación del embarazo en cualquier momento”.
Asimismo, los obispos indicaron que esta medida “pone en riesgo la salud y la vida de las mujeres al crear la falsa percepción de que el aborto es seguro y la única opción ante un embarazo en circunstancias difíciles”.
Además, alertaron que, de aprobarse, la reforma podría convertirse en un precedente que “se extenderá a otros estados de la República”.
Apoyo para las mujeres
En su mensaje, el episcopado mexicano destacó que “no basta con proclamar la verdad sobre la dignidad de la vida humana”, y por ello, alentaron a crear condiciones sociales y estructuras de apoyo, tanto para las madres como para sus hijos por nacer.
Además de instar a la oración, los obispos exhortaron a la comunidad católica a “trabajar y acompañar a todas las mujeres”, especialmente aquellas que “atraviesan situaciones dramáticas y de vulnerabilidad”, brindándoles alternativas reales y apoyo concreto.
También invitaron a los fieles a “hacer oír nuestra voz en los espacios públicos” y a promover una “cultura de la vida” que defienda a los más vulnerables, fomentando una sociedad que valore y respete la vida humana en todas sus etapas.
“Esta tarea nos interpela a todos”, resaltaron los prelados.
Por su parte, los obispos reafirmaron su compromiso de “continuar brindando asistencia espiritual y material” a quienes lo necesiten, extendiendo su comprensión y amor a aquellas mujeres que han vivido el “drama del aborto”.
Finalmente, los pastores mexicanos resaltaron que “el derecho a la vida no es una cuestión de ideología ni de simple opinión política” y recalcaron que la vida humana tiene un significado y trascendencia, que “ninguna ley puede eliminar ni cambiar”.