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‘La invención de todas las cosas’, de Jorge Volpi: utopía hecha realidad | ABC

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Este monumental trabajo del autor mexicano es una historia de la Humanidad. Un impulso quijotesco que está saturado de datos, referencias y citas

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Jorge Volpi (Ciudad de México, 1968)

Jorge Volpi (Ciudad de México, 1968) Tania Sieria

A los trece años, Jorge Volpi descubrió la Edad Media y se fijó un plan de trabajo que creyó lo mantendría ocupado en lo venidero: escribir una enciclopedia medieval de veinte volúmenes. A sus cincuenta y seis, ha conseguido cumplir aquel atípico anhelo adolescente, aunque con dos ajustes importantes. La veintena de tomos se redujo a uno solo, pero, en compensación, ese único volumen no versa exclusivamente sobre la Edad Media: es una historia de la Humanidad. Se trata de ‘La invención de todas las cosas. Una historia de la ficción’.

La obra tiene setecientas páginas y está dividida en ocho ‘Libros’ que se subdividen en cinco apartados. Como pausa entre cada ‘libro’ hay unos diálogos imaginarios entre el bicho en que se ha convertido Gregorio Samsa y Felice, la interlocutora epistolar de Kafka. Esta mezcla de fantasía y geometría resume bien el impulso quijotesco del proyecto. Pues, pretender resumir la historia de la humanidad en un libro es tan utópico como lanzar una red que, en lugar de unos cuantos peces, busque pescar el mar.

ENSAYO

‘La invención de todas las cosas’

Imagen - 'La invención de todas las cosas'
  • Autor Jorge Volpi 
    • Editorial Alfaguara 
      • Año 2024 
        • Páginas 691 
          • Precio 24,90 euros

¿Por qué hablo de ‘humanidad’ cuando el supuesto objeto de esta historia es la ‘ficción’? Sobre esta palabra, nos recuerda Volpi que «viene del verbo latino ‘fingere’, que no significa fingir ni engañar, sino tallar o modelar (…) La etimología no podría ser más apropiada: la realidad es esa argamasa a la que damos forma y volumen con la imaginación». Ahora bien, para Volpi pareciera que la propia argamasa también es ficción.

Al menos, es lo que se desprende de este vertiginoso recorrido: no hay un solo aspecto de lo relacionado con nuestra especie que no esté mediado por la ficción. Hasta el punto de que puede ser que ni siquiera haya mediación como tal. Que todo, todos, sea, seamos, ficción. Sin embargo, Volpi se aferra a una de nuestras mayores creaciones para ordenar su relato: el tiempo. Siguiendo una cronología flexible pero constante, nos lleva de la mano desde el Big Bang hasta el ChatGPT. Desde los organismos unicelulares hasta la cuarta ola del feminismo.

Siguiendo una cronología flexible, nos lleva de la mano desde el Big Bang hasta el ChatGPT

El ‘Libro Primero. Los orígenes de la ficción’ hace recordar al Harari de ‘Sapiens’, aunque no tiene la misma amenidad. Es cierto que el famoso historiador israelí en ocasiones se equivoca e, incluso, falsea los hechos, para construir lo que Darshana Naranyanana llamó «la peligrosa ciencia populista de Harari». El relato de Volpi, al contrario, está saturado de datos, referencias y citas, que reducen el inevitable margen de elaboración.

No obstante, hablar de física cuántica, la función de onda o de proteínas autorreplicantes en las páginas iniciales resulta poco alentador. Y esta será una tensión irresuelta que atraviesa la obra, jalonada entre el peso de la erudición y la ligereza que pide una obra divulgativa. Sobre todo, si el modelo es ‘Cosmos’, de su admirado Carl Sagan.

A partir del ‘Libro segundo. Ficciones del origen’ y hasta el ‘Libro séptimo. Melodrama romántico’, el relato de Volpi me va a entusiasmar y a aburrir a ratos. En más de una ocasión me ponía a pensar en cosas muy lejanas mientras de fondo escuchaba la voz del ‘bicho’, como se autodefine el narrador de esta historia, que para mí era más bien como Josefina La Cantora, que convoca misteriosamente al pueblo de los ratones, aunque estos no le presten atención. En más de una ocasión, también, terminé un capítulo preguntándome, con inocultable curiosidad infantil, «¿y qué vendrá ahora?».

Obra jalonada entre el peso de la erudición y la ligereza que pide una obra divulgativa

A medida me acercaba a su final, a nuestro tiempo, no dejaba de preguntarme algo más urgente: ¿para qué este esfuerzo? ¿Qué busca? Por diversas opiniones políticas, regadas por aquí y por allá, resulta evidente la filiación de izquierda, progresista, del autor. Pero, no podía tratarse solo de eso, de algo tan absurdo como querer inocular una lectura ideológica de la humanidad.

La pista me la dieron, en cambio, las esporádicas incursiones autobiográficas que son de los pasajes más interesantes del libro. De hecho, ‘Examen de mi padre’ es uno de los mejores títulos de la extensa bibliografía del mexicano. Y fue en el último apartado del último libro que, creo, encontré la respuesta. Allí dice Volpi: «Poco antes de la pandemia, nuestro hijo reunió el valor para revelarnos que era nuestra hija […] No había en su discurso ninguna duda. Esta, nos dijo, soy yo. Una sorpresa, y no: como en una novela cuyo desenlace resulta desconcertante, hubo que repasar toda la historia —su historia— para darles sentido a detalles, guiños, anécdotas, instantes que de pronto se nos volvieron evidentes. Tal como nos contó, ella siempre fue ella».

Alguien pudiera señalar, alzando una ceja risueña como lo hace Volpi con las supercherías medievales del cristianismo, que la idea de que se puede nacer en un cuerpo equivocado es una ficción. Una de las más compartidas y combatidas de nuestra época. Yo evitaría la polémica y me concentraría, más bien, en algo que me parece mucho más importante: el aleccionador gesto de un hombre que «hubo de repasar toda la historia» y reescribirla para construirle un lugar habitable al ser que ama.

Fuente: https://www.abc.es/cultura/cultural/invencion-jorge-volpi-utopia-hecha-realidad-20241105112606-nt.html

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