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De la inquietud de México a la euforia de Argentina: el triunfo de Trump agita América Latina | El País

La llegada del republicano a la Casa Blanca da alas a la ultraderecha regional, pero enciende alarmas en los gobiernos progresistas

Nayik Bukele y Donald Trump
Nayik Bukele y Donald Trump, durante una reunión en la Embajada de Estados Unidos en El Salvador.Presidencia de El Salvador

Las reacciones al triunfo de Donald Trump en Estados Unidos han sido dispares en América Latina. Los mensajes han oscilado desde la preocupación latente en el vecino México a la euforia desatada por el Gobierno ultraderechista de Javier Milei en Argentina y la buena acogida en la oposición brasileña liderada por Jair Bolsonaro.

También ha destacado la satisfacción dentro de los antichavistas en Venezuela, que vuelven a vislumbrar algo de esperanza en un posible cambio con el apoyo de la gran potencia mundial. El triunfo de Trump ha tenido ya un impacto en la región al sur del Río Bravo, aunque las consecuencias sean aún imprevisibles y también diferentes para los distintos países.

En México, el vecino del sur, las autoridades han tratado de mostrar una postura cauta, aunque reine la inquietud por el temor de que el próximo presidente cumpla sus promesas de cambios drásticos en migración, comercio y combate al narcotráfico. México es, sin duda, el país de la región que enfrenta el peor escenario posible.

Trump fue el candidato que impulsó el muro en la frontera sur y la retórica racista y antimexicana. Incluso amenazó a la presidenta, Claudia Sheinbaum, con aplicar aranceles del 35% a los productos mexicanos si no detiene en su frontera a los migrantes que suben a Estados Unidos desde Centroamérica. “México siempre sale adelante”, dijo Sheinbaum este miércoles, “no hay ningún motivo de preocupación”. No hay país más perjudicado por el regreso del magnate que México, de acuerdo con el diagnóstico de la revista The Economist, que ve el comercio como el terreno más vulnerable, al ser el principal socio comercial de Estados Unidos.

Jair Bolsonaro, el ultraderechista que presidió Brasil entre 2019 y 2022, fue uno de los primeros en expresar su alegría por “la épica victoria” de Donald Trump en Estados Unidos, al que ha felicitado en un tuit tras dar gracias a Dios por el desenlace de los comicios. El Gobierno de Lula se ha limitado, en cambio, a cumplir con las formalidades diplomáticas, luego de que Lula da Silva apoyase abiertamente la candidatura de Kamala Harris.

Muestra de la cercanía ideológica y personal de Jair Bolsonaro, su hijo Eduardo Bolsonaro, diputado y enlace del clan con los grupos más reaccionarios en el exterior, ha asistido al recuento en casa de Trump, en Florida. “Hoy somos testigos del resurgimiento de un verdadero guerrero”, ha escrito Bolsonaro padre en un segundo tuit en inglés en el que se refiere al presidente electo como “mi amigo” y le alaba por “el triunfo de la voluntad popular frente a los designios de una élite que desdeña nuestros valores, creencias y tradiciones”.

La vuelta de Trump a la Casa Blanca pese al asalto al Capitolio, a sus problemas judiciales, da alas a un Bolsonaro que, por un lado, está inhabilitado hasta 2030 por abuso de poder y cuestionar la seguridad de la votación pero, por otro, sigue empeñado en ser el candidato derechista a las próximas presidenciales, en 2026.

La reacción del presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha sido bien distinta. Su explícito apoyo a Harris le granjeó algunas críticas porque reduciría su margen de maniobra en caso de que fuera derrotada. “Felicidades al presidente Donald Trump”, arranca el tuit del mandatario brasileño, que afirma que “la democracia es la voz del pueblo y debe ser siempre respetada”.

La reacción del presidente argentino, Javier Milei, fue mucho más efusiva. Celebró con un mensaje en sus redes sociales la “formidable victoria electoral” del republicano y le garantizó que podrá “contar con Argentina” para “llevar a cabo su tarea”.

El expresidente Mauricio Macri también se sumó a las felicitaciones a Trump, a quien llamó “querido amigo”, recordando los años en que sus familias compartían negocios inmobiliarios en Estados Unidos. El apoyo de Trump fue clave en el crédito de 44.000 millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgó al Gobierno de Macri en 2018.

Milei espera que su alineamiento explícito con Washington y su apoyo a Trump le será correspondido con un nuevo préstamo del Fondo, algo que no está tan claro que suceda. Sí está asegurado el apoyo de Washington a la “guerra cultural” que el argentino libra contra la izquierda internacional y su agenda progresista.

Satisfacción en la oposición venezolana

El candidato presidencial de la oposición Edmundo González, la persona que casi con toda seguridad venció a Nicolás Maduro —el régimen se negó a mostrar las actas— en las urnas el 28 de julio pasado y está ahora exiliado en España, dijo que el pueblo estadounidense ha expresado “su voluntad soberana”, reafirmando “la fortaleza de la alternancia”. Al hablar de la alternancia, claramente hace referencia también a sí mismo. “Desde la misma responsabilidad como presidente electo, hago votos por el fortalecimiento de nuestras relaciones, siempre en beneficio de nuestros pueblos”, agregó.

En la misma línea se pronunció María Corina Machado, la líder opositora que cedió su candidatura a González al estar ella inhabilitada: “Sabemos que siempre hemos contado con usted”, le dijo a Trump. “El gobierno democrático que elegimos los venezolanos (…) será un aliado confiable para trabajar con su administración por el bienestar de nuestra gente”.

El chavismo reaccionó pasado el mediodía, en un mensaje muy calculado. Felicitó, en primer lugar, no al candidato, sino al “pueblo de los Estados Unidos” por las elecciones y ya después señaló a Trump como presidente electo. “Venezuela siempre estará dispuesta a entablar relaciones con los gobiernos estadounidenses, enmarcadas en un espíritu de diálogo, respeto y sensatez”, dice un comunicado que emitió Presidencia.

Después se tira de retórica chavista al pedir que haya reconocimiento “a la soberanía y la autodeterminación de los pueblos son fundamentales para la construcción de un mundo nuevo, donde impere el equilibrio entre las naciones libres”. EE UU y Venezuela llevan años negociando una salida al conflicto venezolano que, ahora, se encuentra más anudado que nunca.

En Colombia las expectativas son muy altas por lo que pueda ocurrir entre el presidente Gustavo Petro y Trump, dos personas en las antípodas personales e ideológicas. Petro felicitó a Trump y fue directo al tema candente entre los dos países: “La única manera de sellar las fronteras es con la prosperidad de los pueblos del sur y el fin de los bloqueos”, señaló en referencia a las sanciones impuestas a Cuba y la propia Venezuela.

Y a continuación fue al tema que lo obsesiona, el bombardeo de Gaza por parte de Israel, con un tono que no gustará mucho a los asesores de quien va a ser el nuevo inquilino de la Casa Blanca: “La posibilidad progresista en EE UU no podría aplaudir el genocidio en Gaza”. El expresidente Álvaro Uribe, en tanto, celebró la victoria de Trump, al que definió como “un ejemplo de tenacidad y de capacidad de llegar a todos los sectores económicos y sociales de la comunidad”.

En Perú, Dina Boluarte felicitó a Trump a través de la cuenta de X de la Presidencia del Perú -ella lleva un año sin escribir, un silencio que coincide con su aceptación del 8%, el porcentaje más bajo de un presidente en la historia del país. “La presidenta del Perú, Dina Ercilia Boluarte Zegarra, felicita al candidato Donald Trump por lograr la victoria en la jornada democrática celebrada ayer en los Estados Unidos de América”. El presidente Daniel Noboa, de Ecuador, mandó un mensaje muy escueto en inglés: “Felicidades, @realdonaldtrump, el futuro luce brillante para el continente”.

En Chile, el primero en celebrar fue el líder del Partido Republicano, de la derecha dura, José Antonio Kast. “Mis felicitaciones a Donald Trump. Un nuevo triunfo de la libertad y el sentido común”, escribió en sus redes sociales. El excandidato presidencial, y quien aspira a ser la carta de su partido para los comicios de 2025, se pronunció sobre el resultado electoral en Estados Unidos antes que el Gobierno de Gabriel Boric.

Transcurridas tres horas desde que se dio a conocer el triunfo de Trump, el canciller, Alberto Van Klaveren, sostuvo que el resultado de la elección fue “muy relevante a todo nivel” y “sumamente claro”. “Mantenemos una relación de Estado con los Estados Unidos, las relaciones son entre Estados y aspiramos a tener la mejor relación con el nuevo Gobierno del presidente Trump”, aseguró. El presidente Boric, por su parte, esperó hasta la tarde para saludar al nuevo mandatario: “Chile reafirma su compromiso de fortalecer la relación con Estados Unidos en favor de un desarrollo inclusivo, el respeto a los derechos humanos y el cuidado de la democracia en nuestra región”, escribió en X.

Fuente: El País

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