Según el comité de empresa, Volkswagen quiere cerrar al menos tres plantas y suprimir miles de puestos de trabajo. ¿Cómo se llegó a esta situación?
Insa Wrede / DW
Una noticia explosiva llega de la mano de Daniela Cavallo, jefa del comité de empresa de Volkswagen: el segundo mayor fabricante de automóviles del mundo planea recortar decenas de miles de puestos de trabajo y cerrar al menos tres plantas de VW en Alemania.
El anuncio ha causado un gran impacto. «Casi ninguna otra empresa es un símbolo tan fuerte del milagro económico, la gran prosperidad y la reputación mundial de los productos ‘Made in Germany’ como Volkswagen», dice Marcel Fratzscher, presidente del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW).
Volkswagen en crisis
Una de las razones de la crisis de VW es la reticencia de los clientes a adquirir autos nuevos. Esto está afectando también a otros fabricantes de automóviles alemanes. En el primer semestre del año, las ventas del sector cayeron un 4,7 por ciento; un año antes, todavía se registraban ventas récord.
Los coches eléctricos también se han comprado menos desde principios de año. BMW, Mercedesy Stellantis (matriz de Opel), así como Volkswagen y su filial de deportivos Porsche, han tenido que rebajar sus expectativas para el año fiscal.
El año pasado, el mayor fabricante de automóviles de Alemania, VW, obtuvo unos beneficios de más de 18.000 millones de euros y pudo repartir 4.500 millones de euros en dividendos.
En opinión de Fratzscher, Volkswagen sigue obteniendo ganancias sustanciales, aunque el rendimiento de la inversión haya disminuido. Para él, la culpa la tiene una competencia mundial cada vez más dura.
El año pasado, VW lanzó un programa de eficiencia con el objetivo de ahorrar diez mil millones de euros hasta 2026 para reforzar su competitividad. A finales de septiembre, el grupo anunció que había que ahorrar aún más.
La producción es muy baja
Desde hace tiempo, las fábricas no se utilizan al máximo de su capacidad. Las ventas de coches en Europa han caído significativamente y las plantas están dos millones de coches por debajo del nivel anterior a la pandemia, explica el director financiero Arno Antlitz. Para VW, esto implica vender medio millón de coches menos, lo que equivale a la producción de dos fábricas.
Un problema que no es exclusivo de VW. Por término medio, las plantas de los fabricantes de coches alemanes funcionan a unos dos tercios de su capacidad, afirma Stefan Bratzel, fundador y director del Centro de Gestión del Automóvil (CAM), de Bergisch Gladbach, en entrevista con DW.
Que una planta sea rentable depende, entre otras cosas, del modelo que se fabrique en ella, «pero, básicamente, se puede decir que la utilización de la capacidad debe estar realmente por encima del 80 por ciento», afirma el experto en automoción.
La situación es especialmente mala en Europa occidental, concretamente en Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, como informa la revista sobre economía Wirtschaftswoche. En cambio, países como España, Turquía, Eslovaquia y la República Checa todavía alcanzan una tasa de utilización de la capacidad del 79 por ciento. Los salarios en estos países son más bajos que en Alemania.
Elevados costos laborales en Alemania
En general, los costos laborales en las fábricas de automóviles de Alemania son más altos que en cualquier otro país. En 2023, eran de más de 62 euros por hora, según la asociación industrial VDA. En España ascienden a los 29, en la República Checa son 21 y en Rumania tan solo 12.
A pesar de los elevados salarios, en ningún lugar de Europa se fabricaron más coches en términos absolutos en 2023 que en Alemania, aunque con una tendencia a la baja. Según Thomas Puls, del Instituto Económico Alemán (IW), la producción es ahora alrededor un 25 por ciento inferior a la de 2018. De los más de cuatro millones de coches producidos, algo menos de una cuarta parte eran puramente eléctricos.
China aparta del mercado a otros fabricantes de automóviles
Los fabricantes alemanes de automóviles se están dando cuenta de que, en los últimos años, ha surgido una nueva competencia en China, en el sector de los coches eléctricos y también en el segmento premium. «Casi un tercio de los vehículos fabricados en todo el mundo proceden ahora de fábricas chinas, que producen mucho más barato de lo que sería posible aquí en Alemania», afirma Puls, del IW.
Mientras que los fabricantes de automóviles alemanes han podido mantenerse, otros fabricantes de automóviles de Europa occidental son dolorosamente conscientes, desde el cambio de milenio, de que cada vez se fabrican y venden más vehículos en Asia, y en China en particular.
Si se observa Europa occidental, excluyendo a Alemania, la producción de automóviles cayó casi un 40 por ciento durante este periodo. En Francia e Italia, sólo salieron de la cadena de producción la mitad de coches que en 2000.(gg/ms)
Fuente: DW