En la ceremonia, expresó su descontento con un «mundo contaminado e insolidario» en el que, según él, los valores democráticos y morales han sido sustituidos por «la avidez del mercado».
EFE / PÚBLICO
El cantautor Joan Manuel Serrat ha recibido este viernes el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2024. En la ceremonia, ha reivindicado la libertad, la justicia y la democracia como «valores que van de la mano o no van». También expresó su descontento con un «mundo hostil, contaminado e insolidario» en el que, según él, los valores democráticos y morales han sido sustituidos por «la avidez del mercado, donde todo tiene un precio».
Serrat, que se ha definido como un «señor mayor tirando a viejo» que durante el camino azaroso de la vida fue encontrando razones para seguir adelante y que «con el impulso de los sueños» ha llegado hasta aquí, ha hecho esta reflexión durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias que se ha celebrado este viernes en el Teatro Campoamor de Oviedo.
En presencia de los reyes y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, el autor de Mediterráneo ha reconocido que es una persona «que se siente querida y respetada» al que le gusta su oficio: cantar y escribir canciones, pero que también es un «hombre partidario de la vida» que prefiere «los caminos a las fronteras, la razón a la fuerza y el instinto a la urbanidad».
«Soy un animal social y racional que necesita del hombre más allá de la tribu», ha afirmado antes de declararse partidario de la tolerancia, el respeto al derecho ajeno y al diálogo para resolver los asuntos justamente y de mostrar su rechazo a las «atrocidades sin unánimes y contundentes respuestas».
A sus 80 años, con más de 500 canciones y 40 discos a cuestas, ha reconocido que tampoco se conforma «al ver los sueños varados en la otra orilla del río» y que se pregunta de mala gana, al ver partir a los amigos sin cosechar «¿cuándo llegará el tiempo de vendimiar los sueños?».
Tras señalar que quiere «dejar el recuerdo de un buen hombre, justo y agradecido», Serrat ha señalado que no espera haber llegado hasta hoy para mostrar gratitud y afecto a quienes le han regalado amistad, compañía y consejo, pero que, por si acaso, sí que quiere dar las gracias a sus maestros, compañeros y amigos, a la mujer con la que ha compartido la vida, a sus padres, hijos y nietos.
«Gracias a los que desde hace casi 60 años han hecho suyas mis canciones y a todos los que desde los cuatro puntos cardinales se alegran conmigo al ver mi nombre unido a la rotunda lista de galardonados con este premio«, ha concluido un artista que, según reconoció el jurado que le concedió el galardón, ha aunado el arte de la poesía y la música «al servicio de la tolerancia y los valores compartidos».
Serrat, que abandonó los escenarios hace dos años, ha concluido su discurso interpretando, acompañado por un violín, una de sus canciones más reconocidas, Pequeñas cosas.