Una fuente de seguridad ha señalado que el objetivo es Ali Karaki, un alto dirigente de la milicia. Se desconoce si está vivo o muerto.
Sal Emergui / Jerusalén / El Mundo
Septiembre 23 2024
Tras una semana sin precedentes en décadas de enfrentamiento, Israel y Hizbulá protagonizan este lunes la jornada más intensa desde la guerra de 2006. Según el Ministerio de Sanidad libanés, al menos 274 personas han muerto y hay más de 400 heridos, en los bombardeos israelíes más duros contra Hizbulá desde la guerra del 2006.
Una fuente de seguridad ha señalado que además se ha llevado a cabo un «ataque selectivo» en Beirut cuyo objetivo era Ali Karaki, el comandante de la milicia para el frente sur y considerado ‘número 3’ de Hizbulá, según Reuters. Se desconoce si está vivo o muerto. El ejército israelí ha confirmado el ataque pero no el objetivo. El número dos, Ibrahim Aqil, murió el viernes en un ataque israelí en los suburbios del sur, y el número uno, Fouad Chokr, en una incursión similar en este bastión de Hizbulá el 30 de julio.
Ante la escalada del conflicto, EEUU ha anunciado que enviará más tropas a Oriente Próximo, informa Reuters. «Por precaución, estamos enviando un pequeño número adicional de personal militar estadounidense para aumentar nuestras fuerzas que ya están en la región», dijo a la prensa el general de división de la Fuerza Aérea Patrick Ryder, portavoz del Pentágono.
Veinticuatro horas después del lanzamiento de los 150 proyectiles, misiles y drones disparados por Hizbulá contra Israel, el ejército israelí ha atacado este lunes 800 objetivos de la milicia chií en el sur del Líbano y en la zona del valle de la Bekaa, en el este del país: «Entre los objetivos atacados había edificios donde Hizbulá escondía cohetes, misiles, lanzaderas, vehículos aéreos no tripulados e infraestructura terrorista adicional», dijo el ejército en un comunicado.
Hizbulá, por su parte, asumió la autoría de decenas de proyectiles contra el norte de Israel del día anterior que en su mayoría fueron interceptados por las baterías defensivas.
La jornada, que marca otro punto importante de inflexión en la escalada, empezó con el llamamiento de Israel a los habitantes de localidades libanesas cercanas a la frontera. «Por su seguridad y protección, aléjense de forma inmediata de las casas y edificios donde Hizbulá esconde misiles y proyectiles e intenta disparar contra los ciudadanos de Israel», declaró el portavoz militar, Daniel Hagari, en el primer aviso de este tipo desde el inicio de su mayor choque armado desde la guerra de 2006. Por la tarde, aseguró que «las segundas explosiones de los objetivos atacados se deben al arsenal de los terroristas que había en el interior de los edificios».
«La agresión persistente de Israel contra Líbano es una guerra de exterminio en todos los aspectos, un plan de destrucción que busca pulverizar los pueblos y ciudades libaneses», denunció el primer ministro libanés, Najib Mikati, que envió un mensaje a la ONU y a «países influyentes» para «disuadir la agresión».
Tras la petición israelí a residentes en el sur y en el valle de la Bekaa en redes sociales y mensajes a sus móviles para irse antes de los ataques, Hagari acusó a la milicia proiraní de convertir las aldeas del sur del Líbano en una «zona de guerra», denunciando un caso concreto en el que escondió un misil de crucero de fabricación rusa almacenado en una casa y cuyo disparo fue frustrado. Israel teme el uso de este tipo de armas por su mayor alcance (hasta 200 kilómetros) y carga explosiva (hasta 300 kilogramos) lo que le da la posibilidad de provocar más daño que los casi 9.000 misiles, proyectiles y drones disparados por Hizbulá desde que el pasado 8 de octubre decidiera abrir el frente de apoyo a Hamas y el pueblo de Gaza.
El mensaje de Hagari iba destinado a los libaneses, pero también a los israelíes (previsión de un aumento en número y distancia de los ataques de Hizbulá) y a la comunidad internacional (intento de recibir legitimidad).
«En los últimos 20 años, Hizbulá ha militarizado infraestructuras civiles escondiendo drones, proyectiles, misiles de crucero en casas de libaneses. Estamos operando de forma precisa para reducir estas amenazas porque si no acabarán golpeando nuestras ciudades y comunidades», señalaron fuentes militares israelíes poco antes de que se produjeran más ataques aéreos. Según avisa el ministro de Defensa, Yoav Gallant, las acciones militares continuarán «hasta lograr todos los objetivos empezando por el regreso seguro de los habitantes israelíes evacuados de sus casas en el norte del país», a raíz de los ataques del grupo de Hassan Nasralá.
Mientras el número de ciudadanos israelíes hoy evacuados de esta zona cercana a la frontera libanesa gira en torno a los 65.000, se estima que alrededor de 110.000 libaneses abandonaron sus casas en el sur del país. Este lunes, se veían caravanas de libaneses procedentes del Sur con destino a la zona de Beirut.
Desde canales afines a Hizbulá en Telegram se ha pedido a los habitantes no hacer caso de los llamamientos de Israel al asegurar que es un intento de crear pánico y descifrar la localización exacta de las armas.
El objetivo israelí, según los analistas locales, es obligar a Nasralá a cesar los ataques y desvincularse así de la ofensiva en Gaza. Desde el inicio de sus ataques al día siguiente de la infiltración armada de Hamas en el sur de Israel, el líder de Hizbulá reitera que mantendrá abierto el «frente de desgaste» de su enemigo hasta que «cese la guerra y la agresión en Gaza».
Una posición que la milicia proiraní mantiene pese a la muerte de más de 500 de sus efectivos en los ataques israelíes en el último año, los golpes sin precedentes asestados por su enemigo en los últimos días (prácticamente descabezada la cúpula de la Fuerza Radwan liderada por Ibrahim Akil y explosiones contra dispositivos de miles de efectivos) y los temores en Líbano ante una nueva guerra que sería más devastadora que la de 2006.
Los mismos analistas piden al Gobierno aprovechar la situación para golpear de forma crítica la infraestructura (especialmente cerca de la frontera) del poderoso grupo armado que tras los últimos golpes, atraviesa quizá el momento de mayor dificultad desde su creación en 1982.
Miles de libaneses abandonan el sur y el este del país
Efe
El Gobierno libanés ha confirmado que «miles» de familias han abandonado este lunes las regiones del sur y el este del país que han sido bombardeadas por Israel.
«Como consecuencia de estos ataques, se desplazaron miles de familias de las zonas que son objetivos de las acciones», dijo en una rueda de prensa el ministro de Salud Pública libanés, Firas Abiad, sin ofrecer cifras específicas sobre cuántas personas o zonas se han visto afectadas por las evacuaciones.
También se están registrando salidas de los suburbios meridionales de Beirut conocidos como Dahiya, un bastión del grupo chií libanés Hizbulá, que este lunes ha vuelto a ser objetivo de un bombardeo, apenas tres días después de que otro acabara con la vida de medio centenar de personas.
Fuente: https://www.elmundo.es/internacional/2024/09/23/66f16f6ce85ece6d558b459d.html