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El último análisis de laboratorio demuestra que en su origen era una criatura mitológica china que custodiaba las tumbas de la dinastía Tang

El león alado de la Plaza de San Marcos en Venecia Wikimedia

El león alado, símbolo de Venecia y de la región de Véneto, es chino. Inicialmente se creyó que el león colocado en lo alto de la columna de la Plaza de San Marcos era románico, asirio, indio, sasánida (dinastía persa) o chino. Ahora, tras los últimos análisis de laboratorio realizados sobre los isótopos de plomo de la estatua del león alado, símbolo indiscutible de la Serenísima República de Venecia durante siglos, no dejan lugar a dudas: es «made in China».

Así lo afirma el equipo de científicos de la Universidad de Padua que, en colaboración con el Instituto Italiano para el Medio y Extremo Oriente (ISMEO) y la Universidad Ca’ Foscari de Venecia, han realizado los sofisticados análisis. La sensacional revelación se ha comunicado durante la conferencia internacional celebrada estos últimos días en Venecia, con motivo del700 aniversario de la muerte del célebre explorador Marco Polo.

Se aclara así un misterio que intrigó durante muchas décadas. El descubrimiento dejó asombrado al equipo de geólogos, químicos y arqueólogos de la Universidad de Padua y del ISMEO de Roma, que sometieron a nuevos análisis químicos la increíble aleación de bronce del famoso «León», que se alza imponente sobre una de las dos columnas de la Plaza de San Marcos y que es el emblema universal de Venecia y de su famoso Festival de Cine.

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Los resultados obtenidos indican sin lugar a dudas que la colosal estatua es probablemente una reelaboración de lo que inicialmente era un zhènmùshòu (literalmente, «guardián de tumbas«) que fue fundido en la era Tang (609-907 d. C.) con cobre procedente de las minas de la cuenca baja del río Yangtze (el »Río Azul« del sur de China). Por tanto, en su origen no se trataría de un león, sino de una criatura mitológica china que custodiaba las tumbas de la dinastía Tang. La precisión de los análisis está confirmada por los isótopos de plomo presentes, que dejan en el bronce huellas inequívocas de las que se extrajo el cobre.

Las explicaciones de los científicos tienen como hilo conductor a Marco Polo y la Ruta de la Seda, que en tiempos del explorador se fortaleció con enormes beneficios para los intercambios culturales y comerciales. El relato de sus viajes al Lejano Oriente está recogido en la obra literaria ‘Il Milione’ (El Millón), conocido también como ‘El libro de las maravillas’, sin duda uno de los primeros ‘bestsellers’ del mundo, una auténtica enciclopedia geográfica. Con su viaje y su libro, se amplió la dimensión del mundo conocido y por primera vez se reveló en la Europa de finales del siglo XIII los espacios ilimitados de China.

Se sabe que en el año 1295, cuando Marco Polo regresó de su larguísimo viaje a China, la estatua ya estaba en la columna. Por ello, los investigadores creen que la historia de la estatua podría estar ligada al primer viaje del padre de Marco Polo, Nicolò, y su tío Maffeo, que visitaron la corte mongola en Pekín entre 1260 y 1266. El padre y tío paterno de Marco Polo viajaron al Mar Negro, se adentraron en Asia central y llegaron a la corte de Kublai Khan, el gran líder mongol que extendió su dominio en China, siendo el fundador del primer Imperio chino de la dinastía Yuan.

Khan pidió a los hermanos Polo que regresaran a Europa y persuadieran al Papa para que enviara eruditos que le explicaran el cristianismo. Regresaron a Venecia en 1269. En 1271 partieron de nuevo, acompañados por dos misioneros y Marco, que entonces tenía 16 años. En 1275 llegaron a la corte de Khan. Durante los siguientes 17 años, los Polo vivieron en tierras del emperador. Poco se sabe de estos años.

Marco Polo era obviamente popular en el ambiente del soberano mongol y fue enviado a varias misiones diplomáticas que le dieron la oportunidad de conocer muchas partes de China. Recorrió decenas de miles de kilómetros, visitando lugares, costumbres y pueblos que luego describió en ‘Il Milione’, constituyendo algo nuevo y tan exótico que, para los europeos, parecía increíble.

Un misterio por descubrir

Para los investigadores es todavía un misterio sobre cómo llegó la estatua a Venecia: Probablemente en pedazos, traída por el padre de Marco Polo. A la espera de aclarar este enigma, la investigación concluye que el león alado de la ciudad de los canales es chino, un episodio hasta ahora desconocido de la gran Ruta de la Seda, cuando la Venecia del siglo XIII era el centro comercial de Europa, una puerta orientada hacia Oriente Medio y Asia, y los hombres que tenían las llaves eran los comerciantes.

El león alado de bronce tiene su propia historia. El león de San Marcos es la representación simbólica del evangelista San Marcos, que es el patrón de Venecia. La mención más antigua data de 1293, mientras que la columna en la que se encuentra fue traída a Venecia en 1172. La colocación del león debe situarse entre esas dos fechas.

Posteriormente, el León Alado viajó a París, por orden de Napoleón, que durante casi 20 años se llevó de Italia grandes obras de arte, fue colocado en la Plaza de los Inválidos. A su regreso a Venecia, en el año 1815, cayó y se rompió en muchos pedazos, siendo restaurado por el escultor Bartolomeo Ferrari. Posteriormente, fue retirado en 1892 para una inspección completa, y luego se colocó en lugar seguro durante la Segunda Guerra Mundial.

Se reconocen claramente los añadidos y restauraciones de principios del siglo XIX (la cola, las alas, parte de las patas y un mechón en la cabeza). El libro bajo sus patas también fue rehecho en plomo. La figura, especialmente la cabeza, el pecho y las caderas, es sustancialmente original y se encuentra en buen estado. Se creyó inicialmente que podía ser románico, asirio, indio, chino y sasánida. Ciertamente no era una obra medieval italiana. Ahora el último análisis ofrece una certeza: el origen de la obra es chino.

Fuente: https://www.abc.es/cultura/leon-san-marcos-simbolo-venecia-vino-china-20240918093111-nt.html

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