No hay peor ciego que el que no quiere ver.
Por Itandehui Rodríguez / Monólogos de Ménade
Parece una pregunta tonta, pero en México ¿somos un narcoestado o no?
Un narcoestado es un país donde las instituciones están fuertemente influenciadas por el tráfico de sustancias ilegales, ergo… ¡Se chingó la patria y nosotros con ella!
Hace unos días quedé en shock, ¡quedé niñas, niñes y niños, quedé!
Y es que el 25 de julio hubo una ‘narcocumbre’. Así, como lo que se ha visto en las series de Epigmenio Ibarra, que lleva 15 años preparándonos para este momento.
Lo que hizo el señor Ibarra —espero que una de mis tías no me odie por esto— fue precisamente prepararnos para este mágico momento.
Es un visionario.
Lleva muchos, muchos años mostrándonos la vida de los ‘pobres narcotraficantes’ y haciéndonos sentir empatía con ellos. ¡Es que sufren mucho…!
Hay balazos, desaparecidos, mutilados, ‘pozoleados’, violaciones y de muertos mejor no hablamos. Y siguen y siguen transmitiendo las series de Epigmenio Ibarra.
Ahora, somos un pueblo adormilado por las producciones de Argos que jura que los narcos no son tan malos, porque ‘sufren un chingo’.
No, señoras y señores, son malos, muy malos.
¡Ya están cancelando a Adrián Marcelo de todos lados por ejercer violencia de género! ¿Cuándo van a cancelar esas series y producciones que tanto daño nos hacen? Y un día de estos voy a despotricar también contra ‘El Chavo del 8’.
Pero volvamos a la ‘narcocumbre’.
En julio de este año se llevó a cabo una reunión, básicamente entre los enemigos de ‘Los Chapitos’ y los aliados de El ‘Mayo’ Zambada. Por alguna extraña razón, ‘El Chapito’ no se presentó y esto ofrendió a los asistentes gravemente.
¡¿Creo que es obvio por qué no llegó?!
Recordarán que el Gobierno Federal acusa alta traición porque ‘El Chapito’ básicamente secuestró a ‘El Mayo’ con algún tipo de involucramiento de Rubén Rocha Moya —y lo digo así porque no tengo pruebas, pero tampoco dudas sobre su participación— y lo entregaron a Estados Unidos.
Eso se llama ‘narcoestado’.
¿Somos un ‘narcoestado’ o no?
Ese ‘bato’ —Rocha Moya— debe andar temblando también…
El punto es que, después de la ‘narcocumbre’ decidieron arreglar las cuentas pendientes, quitarle Culiacán a ‘Los Chapitos’ y acabar con ellos. ‘El Mayito Flaco’ los encabeza.
Por eso en las últimas semanas ha habido graves enfrentamientos, pero hoy, justamente hoy se llega a la mágica cifra ‘oficial’ de 9 muertes y 14 desapariciones forzadas.
Y digo cifra ‘oficial’ porque hay pruebas de la desaparición de hombres en fábricas, a los que supuestamente ‘se estarían llevando’, presumiblemente ‘Los Chapitos’, para nutrir sus filas.
Eso se llama ‘narcoguerra’.
¿Somos un narcoestado o no?
Esto es lo de la última semana, pero las autoridades ‘siem-pre’, sean emanadas del partido que sean, tienen, de una u otra manera, vínculos con el crimen organizado, que en México no trafica ‘nada más’ con gasolina o con personas. ¡No, en México trafica con drogas! Así empezó todo.
¿Somos un narcoestado o no?
No sé Ustedes, pero creo que el primer paso para arreglar las cosas es reconocerlas.
Es como el alcoholismo, para ‘curarse’, primero hay que reconocerlo.
Cuando más del 40% de la economía global se mueve gracias al crimen organizado, evidentemente México no es la excepción, ¿deberíamos reconocer que ya somos un narcoestado?
El hecho de que en Puebla podríamos estar sentados tranquilamente cenando, digamos, en el Mochomos, un sábado cualquiera y que afuera secuestraran a un ciudadano al que vimos cenando en la mesa de junto y que el ciudadano termine descuartizado y su cabeza en una hielera, ¿podría llevarnos a reconocer que ya somos el ‘narcoestado mexicano’?
Porque esto no pasaba aquí antes, pero ya pasa en todos lados.
En Puebla, que era uno de los estados más tranquilos del país hasta hace veinte años.
Porque en los ‘dos mil’ fue cuando ‘Los Zetas’ empezaron a cobrar derecho de piso en el norte del estado y a ‘credencializar’ a los poblanos que empezaron a ‘tributar’.
Que todos los días en este país haya varios ‘Cesar Eduardo Garrido’ que en paz descanse, ¿no es indicativo de que vivimos en un ‘narcoestado’?
Me van a decir que él no vendía drogas, que eran mercancías robadas.
¡Ah, bueno! ¡Chingo a mi madre! Por cierto, saludos mami.
¡Ya, mejor quitémonos la venda de los ojos! ¡Ya somos un narcoestado!