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Opinión | Manlio Fabio Beltrones no cabe en el PRI de Alito Moreno

“¡Sacaremos a ese ‘wey’ de la bancada, sacaremos a ese ‘wey’ de la bancada, sacaremos a ese ‘wey’ de la bancada, de la bancada sacaremos a ese ‘wey’!”

Por Itandehui Rodríguez / Monólogos de Ménade

@Itandehui_RoMa

Pues no, Manlio Fabio Beltrones y sus 54 años de militancia no caben en el PRI de Alito Moreno.

Por eso Alito Moreno decidió, luego de consultar con el espejo y junto con los senadores de Alito Moreno, que Beltrones debía buscar una bancada distinta a la del tricolar y ‘liberaron su carta’.

Antes, repasemos lo que sucedió este fin de semana.

Pero primero debo lanzar una ‘spoiler alert’, porque van a ver algo parecido en la última temporada de ‘The Umbrella Academy’.

Prosigamos.

Luego de que Alito Moreno en el papel de Alito Moreno decidiera lanzar una convocatoria para que Alito Moreno llegara a la presidencia del PRI de Alito Moreno, se llevó a cabo el proceso en el que la militancia afín a Alito Moreno, votó por Alito Moreno.

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¡¿Y no van a creer quién ganó?! ¡Ardo en emoción por contarles!

El ganador fue… nada más y nada menos que… ¡Alito Moreno!

No se lo esperaban, ¿verdad?

Yo tampoco… guiño, guiño.

Bueno, entonces Alito Moreno rindió protesta como presidente del PRI de Alito Moreno frente a los consejeros políticos de Alito Moreno.

¿Vamos bien hasta ahí? Sé que son muchos ‘Alito’, pero él es todo en el tricolor.

Pues así fue el fin de semana del PRI Nacional… El contexto fue largo, pero necesario.

¿De qué estabamos hablando? ¡Ah, sí, del señor de los 54 años de militancia que ya no cabe! Del tal Manlio Fabio Beltrones.

El lunes 12 de agosto, se decidió su historia. El nuevo presidente del PRI de Alito Moreno, Alito Moreno, decidió que había que sacar a los ‘cachivaches’ (críticos) de su partido. Porque ahí se tolera muy poco, pero lo que menos se permite es hablar en contra de ‘Alito Moreno presidente, creador del revolucionario y las instituciones’.

La misión era sacar al tal Manlio Fabio Beltrones y no permitirle ser parte del Club de Alito… perdón, de la bancada del PRI de Alito.

Hasta me lo imagino solito (jamás está solo, porque siempre está con él mismo), analizando los escenarios y tomando la decisión con toda la frialdad posible, parado frente al espejo, con la mirada clavada en sus ojos, esos ‘bellos ojos’ en los que cualquiera, menos yo, se puede perder:

– Alito Moreno: ¡Alito, entiende! ¿para qué demonios puede servir un Manlio Fabio Beltrones en el Senado? -cuestionó el presidente a su reflejo-. ¡Si lo que la oposición necesita es a mí y ya me tienen!

– Alito Moreno del reflejo: ¡Tienes razón Alito! -exclamó eufórico Alito del reflejo-. ¡Eso de que Morena está a 2 senadores de la mayoría absoluta son patrañas!

A pesar de saber lo que le podía costar, el reflejo se atrevió a cuestionar: Oye, Alito, ¿pero… su voto no vale mucho más como agente libre? ¿Si en realidad le faltaran dos votos a Morena y él está solo y dolido, no sería más fácil que logre un buen acuerdo con ellos?

– Alito Moreno: ¡No preguntes tonterías! -exclamó el presidente del partidazo-. ¡Tú siempre con tus cosas, eres tontito pero bonito! -reprendió con ternura Alito a Alito del reflejo-. ¡Es más, ya le hice una canción! -alegre, se dispuso a cantar:

“¡Sacaremos a ese ‘wey’ de la bancada, sacaremos a ese ‘wey’ de la bancada, sacaremos a ese ‘wey’ de la bancada, de la bancada sacaremos a ese ‘wey’!”- al terminar, rió a carcajadas.

– Alito Moreno del reflejo: ¡Ay, Alito, eres un loquillo! -dijo el reflejo- ¡Nadie es más gracioso que tú y de lo guapo ni hablamos, ‘chiquitito’! -Alito Moreno del reflejo le lanzó un beso a Alito Moreno, mientras este dio la vuelta.

Alito Moreno de carne y hueso salió de la habitación y el del reflejo se desvaneció.

Y así fue como Alito Moreno decidió que Manlio Fabio Beltrones no cabe en su partido.

Tiene razón.

Un político del tamaño del sonorense es demasiado grande para el PRI de Alito y no, definitivamente ya no cabe en un partido tan pequeñito.

P.D. Ya no le quiten el tiempo a Alito Moreno haciéndolo leer mis textos y si otra vez lo van a hacer, mándenme a decir ahora quién me dicta, por favor. Besos mil, ya sabes quién eres.

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