Por Fernando Manzanilla Prieto
Las ciudades enfrentan desafíos ambientales significativos y la reforestación urbana se presenta como una solución clave para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Es por ello que, en el marco del Día Mundial del Árbol, celebrado el 28 de junio, tenemos una gran oportunidad para reflexionar sobre las políticas públicas implementadas en Puebla, así como en el país, para promover la reforestación urbana y su impacto en el medio ambiente y la comunidad.
Y es que las áreas verdes son de suma importancia para las ciudades en el mundo, ya que además de contribuir al equilibrio ecológico, mejoran la calidad ambiental, elevan la belleza paisajística del entorno urbano y aportan cualidades importantes de identidad y de legibilidad de la imagen de la ciudad.
Algunos de los beneficios de las áreas verdes son la mejora de la calidad del aire, ya que los árboles absorben dióxido de carbono y liberan oxígeno, además de que ayudan a regular el clima y a mitigar el efecto de isla de calor en las ciudades, proporcionando hábitats para diversas especies y contribuyendo al bienestar humano, ya que los espacios verdes mejoran la salud mental y física de los residentes.
En este sentido es que resulta imprescindible implementar políticas de cuidado, mantenimiento, protección de áreas verdes urbanas, además de reforestación, labor en la que los municipios tienen una tarea primordial.
Al respecto, en la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente se destaca el derecho y la responsabilidad social para lograr un medio ambiente equilibrado. Se menciona en el artículo 8 que el municipio es responsable de la creación y administración de las zonas verdes, así también destaca que la Federación, con apoyo de los gobiernos estatales y municipales, deberá promover el involucramiento y la participación de los distintos grupos sociales en la creación y evaluación de los programas de mejoramiento ambiental.
Desafortunadamente, es una realidad que en la mayoría de municipios de nuestro país, la concepción de las áreas verdes sigue subordinada al tema de equipamiento urbano necesario, pero prescindible. Lo anterior a pesar de que existe una Norma Oficial Mexicana NOM-001-SEDATU-2021 en la que se señalan la importancia de crear interconexión entre los espacios públicos e incentivar la participación social a través de la consulta, la opinión y la deliberación para determinar las prioridades y los proyectos sobre el espacio público.
Al respecto, María del Socorro Ramírez, en su investigación sobre “Áreas verdes urbanas de Puebla y su zona conurbada. Factores que explican su multifuncionalidad socio ambiental” explica que el papel de las políticas municipales, aunado a la asignación de recursos para las prácticas de mantenimiento, determinan las condiciones generales de la vegetación, lo que incide en la regulación del cuidado de las áreas verdes urbanas en su diseño e implementación de vegetación, en el mejor de los casos. “En el peor de ellos, restringe la diversidad de especies que serán colocadas, en los espacios abiertos de la ciudad, dando forma y estructura a las áreas verdes urbanas que brindarán o no beneficios socio ambientales”, relata.
La Ley de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano del Estado de Puebla hace referencia a las áreas verdes como parte del espacio público, estipula que deberá privilegiar el diseño, adecuación, mantenimiento y protección de espacios públicos teniendo en cuenta siempre la evolución de la ciudad. Dicha ley contempla principios de política pública, principalmente el de protección y progresividad del espacio público, que reconoce la importancia de estos espacios para la convivencia, la recreación y la seguridad ciudadana, teniendo como fin su protección, creación y mantenimiento.
Por su parte, la Ley de Cambio Climático del Estado de Puebla considera acciones de adaptación al fenómeno como el incremento de las áreas verdes, la implementación de acciones que reduzcan el fenómeno de isla de calor y la protección de la vegetación natural.
En este mismo sentido, la Ley para la Protección del Ambiente Natural y el Desarrollo Sustentable del Estado de Puebla tiene como uno de sus principios de política pública ambiental que toda persona tiene derecho a disfrutar de un ambiente natural adecuado para el desarrollo la salud y el bienestar, por ello las autoridades tomarán las medidas necesarias para preservar este derecho, en consecuencia, deben asumir la responsabilidad y la protección ambiental.
En este sentido es que, en cada administración, tanto a nivel estatal como municipal, se han emprendido diversos programas de reforestación para plantar miles de árboles en zonas urbanas y periurbanas, aunado a la legislación existente. Sin embargo, es necesario reforzar la labor con campañas educativas para sensibilizar a la población sobre la importancia de la reforestación y el cuidado de los árboles, en colaboración con escuelas y universidades para asegurar la participación de los jóvenes.
Asimismo, los gobiernos deben trabajar en conjunto con organizaciones no gubernamentales y el sector privado para maximizar los esfuerzos de reforestación como lo es el asegurar el cuidado a largo plazo de los árboles plantados, obtener los recursos necesarios para continuar y expandir los programas de reforestación, aunado a mantener y aumentar la conciencia y participación ciudadana.
También, se deben aprovechar oportunidades como utilizar tecnologías avanzadas para mejorar las prácticas de reforestación, además de ampliarla a áreas suburbanas y rurales, así como fomentar estudios que evalúen el impacto de las políticas en esta materia.
No echemos en saco roto estas acciones urgentes para que Puebla siga avanzando hacia un futuro más verde y sostenible.