El Archivo de la Nobleza conserva un manuscrito en el que fray Pedro Berlanga juró haber presenciado la salida de una legión de demonios de una religiosa de Sahagún
M.A. / ABC
«Todo lo que llevo dicho lo puedo jurar por haber sido en mi presencia y por ser así verdad lo firmo yo fray Pedro Berlanga«, se lee en el insólito testimonio que el Archivo Histórico de la Nobleza ha dado a conocer con motivo de la celebración de Halloween y Todos los Santos. Porque fue en estas fechas, pero de 1688, cuando este fraile, así llamado por ser natural de esta localidad leonesa y que había tomado los hábitos en Sahagún once años atrás, juró haber presenciado cómo una legión de 22.000 espíritus malignos salieron del cuerpo de una monja del convento de Santa Cruz de Sahagún.
«La declaración resulta aún más sorprendente por el modo en que el documento está redactado», resaltan desde el archivo, pues fray Pedro Berlanga afirmó que «todo lo que contiene el papel» lo escribió uno de los demonios que había poseído a la religiosa, llamado ‘Pestaña‘, «por la mano de la criatura (la monja) en mi presencia».
Según este escrito, que fue encuadernado junto a otros papeles de diversa naturaleza bajo el título «Un papel en el que se describe lo que sucedió a una religiosa energúmena o endemoniada« (AHNOB, Osuna, C.4259, D.1), esta entidad maligna junto a otras dos llamadas ‘Cortina‘ y ‘Tangerín‘ entraron en el cuerpo de la monja cuando tenía tres años.
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Fue el «día de San Benito, a las tres y tres minutos de la tarde», puntualiza el texto, cuando la madre de la niña la ofreció como oblata al convento de San Benito de Zamora. Según dicho relato, estas entidades malignas habrían permanecido 17 años en el interior de la joven junto a otros varios miles de espíritus, tratando de que la muchacha cometiera actos ajenos a su voluntad.
A juzgar por el manuscrito, San Benito habría permitido esta posesión «para mayor bien de la criatura», porque si la hubieran tentado «por defuera» habría sido peor y así constaría que no era ella quien obraba «sino nosotros en ella».
Durante el tiempo en que estuvo endemoniada, los espíritus trataron de tentarla con «todo lo que para el mundo se puede ofrecer», pero San Benito y otros santos la protegieron, manteniendo a raya a los demonios hasta que el día de Todos los Santos los obligaron a salir de su cuerpo bajo el juramento de alejarse 80.000 leguas de la religiosa.
«Un último elemento desconcertante y que puede dar pie a la reflexión es que fray Pedro Berlanga afirmaba que Tangerín y sus 12.000 espíritus tenían su asiento en los párpados de la muchacha. ¿Es esto una referencia a una mirada considerada indecorosa o lasciva? ¿Qué actos pecaminosos se querían justificar?«, se preguntan en el Archivo de la Nobleza, donde albergan la esperanza de que en algún otro legajo encuentren algún día más detalles de este curioso caso.
Fuente: https://www.abc.es/cultura/inaudito-testimonio-siglo-xvii-sobre-monja-poseida-20231031134448-nt.html