El piloto monegasco fue capaz de arrebatarle la ‘pole position’ a un Max Verstappen que sufrió en exceso, en un circuito en el que Alonso no encontró ritmo en ningún momento
RUBÉN RODRÍGUEZ / EL CONFIDENCIAL
Sorpresa en el Gran Premio de EEUU: Charles Leclerc saldrá desde la pole position en Austin, después de que Dirección de Carrera le quitara su última vuelta a Max Verstappen por superar los límites de la pista. Esta salida del neerlandés en las últimas curvas del último giro le hicieron caer a la quinta posición de la parrilla de salida, en una prueba en la que Carlos Sainz saldrá desde la cuarta posición y en la que fracasaron estrepitosamente los dos Aston Martin.
Todo hacía indicar que Max Verstappen saldría desde la pole. El piloto de Red Bull no solo tiene un monoplaza único, sino que cuenta con unas manos privilegiadas que maridan a las mil maravillas, pero no fue capaz de apagar el fuego de la sorpresa que Ferrari ya puso en marcha en la Q2. Y es que Leclerc ya le avisaba en la segunda tanda clasificatoria, un mensaje que ratificó en la Q3 arrebatándole la primera posición de la parrilla con un soberbio tiempo de 1:34.723.
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Lo sucedido en Austin fue uno de los golpes más duros para Fernando Alonso en lo que va de temporada. Aston Martin llegaba a Estados Unidos con numerosas mejoras en su monoplaza que les hacían soñar con recuperar el tiempo perdido y volver a los puestos cabeceros de los primeros compases del curso, pero nada más lejos de la realidad. Solo necesitaron un puñado de minutos para darse de bruces con la cruda realidad de dónde se encuentran en la actualidad.
Por primera vez en toda la temporada, Alonso no logró meterse en la Q3. Y, no solo eso, sino que vivió una clasificación para el olvido. Primero, porque casi no llega a tiempo de poder dar la última vuelta para tratar de mejorar su tiempo en pista; después porque, a pesar de la mejora de las condiciones de la pista, el tráfico con el que se encontró y la falta de rendimiento de su monoplaza le impidieron pelear por cotas altas y saldrá 17º en la carrera del próximo domingo.
El asturiano no está viviendo un buen momento en la F1, donde está sufriendo en exceso en los últimos Grandes Premios. Pero lo ocurrido en la clasificación del Gran Premio de EEUU es algo que no le había sucedido en todo el curso y la confirmación de que Aston Martin no está dando con la tecla en este tramo final. Ni siquiera las numerosas mejoras le ayudaron a mostrar una mejor versión en pista, una temprana eliminación donde también le acompañó Lance Stroll.
Junto a los dos Aston Martin, Logan Sargeant, Alex Albon y Niko Hulkenberg fueron los primeros en caer eliminados. Quienes sí mostraban ritmo eran los McLaren y los Ferrari que, desde el principio, mostraban un buen rendimiento en pista que, si bien no era suficiente como para llegar a la altura del Red Bull de Max Verstappen, sí servía para obligarle a no dormirse en los laureles si quería hacerse con la pole. Pero la guerra solo acababa de comenzar en pista.
Lando Norris no fue el único que tuvo un susto importante, pues George Russell y Checo Pérez se las vieron y se las desearon para pasar a la Q3, a la que se metieron por los pelos. A modo de aviso, Charles Leclerc le arrebataba el primer tiempo momentáneo de la sesión a Max, quien recibió esta situación como un serio aviso a navegantes: si quería salir primero en Austin, debía de hacer una Q3 perfecta y dejarse de juegos. Llegaba el hammer time, ese donde tanto disfruta el neerlandés.
En la Q2 cayeron Daniel Ricciadro, Kevin Magnussen, Valteri Bottas, Guanyu Zhou y Yuki Tsunoda, quedando todos los grandes favoritos —a excepción de Alonso—, a la caza y captura de la primera posición de la parrilla de salida de la carrera del domingo. Los diez clasificados se pusieron en marcha en busca de la pole position y Verstappen descubrió que lo sucedido en la Q2 no era una broma: iba a tener que sudar sangre si quería salir primero.
Lewis Hamilton y Leclerc apretaban al neerlandés, obligado a hacer una última vuelta maravillosa si quería salir primero. Y Verstappen lo consiguió in extremis… pero superando los límites de pista, lo que hizo que Dirección de Carrera no le diera por válido el tiempo, mandándole a la quinta posición. Esta situación fue aprovechada por el monegasco para conseguir la primera posición de la parrilla de salida, la que es su vigesimoprimera en la Fórmula 1.
Carlos Sainz, sin hacer mucho ruido, pero con mucha solvencia, logró un más que meritorio cuarto puesto que, de hecho, le permitirá salir delante del nuevo tricampeón del mundo y justo detrás de un Hamilton que demostró que su Mercedes tiene ritmo. Este domingo nos espera una bonita carrera, en la que Alonso saldrá en su peor posición de toda la temporada… aunque queda la prueba al esprint, donde el asturiano puede buscar la puerta grande o la enfermería de manera definitiva.