El presidente de la Federación realiza un duro discurso en el que defiende su legado, a pesar de sus errores, y anuncia que piensa continuar en su cargo
RUBEN CAÑIZARES / ABC
Luis Rubiales no va a dimitir. El presidente de la Federación Española de Fútbol, en un discurso de extrema dureza acaba de anunciar en la Asamblea Extraordinaria, que se está celebrando en Las Rozas, que no va a dejar su cargo. Anuncio muy sorprendente: «Os voy a decir una cosa. No voy a dimitir. No voy a dimitir. No voy a dimitir», y así lo repitió hasta en siete ocasiones.
Fue el epílogo a un parlamento en el que quiso explicar todo lo sucedido en la celebración y la entrega de medallas de la final de la Copa del Mundo, en el cual vertió duras acusaciones contra políticos y políticas de Sumar y Podemos, el «falso» feminismo, Tebas, la prensa y hasta Jenni Hermoso.
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Con sus tres hijas y sus padres presentes en su comparecencia durante la Asamblea, Rubiales empezó sacando pecho de los mensajes recibidos estos días: «Este es el órgano que me eligió y es al que debo dar todas las explicaciones. Quiero dar las gracias a los muchos mensajes de apoyo que he recibido. No he podido contestar a todos y tardaré días en hacerlo, pero han sido muchísimo. También a la gente que no es del fútbol. Hay gente silenciada que me está apoyando, más que la que hay en contra».
Después, se disculpó por el gesto realizado en el palco del Accor Stadium: «Quiero pedir perdón sin paliativos de ninguna clase por un hecho que ocurrió en el palco. En un momento de euforia me agarre esa parte del cuerpo que ya habéis visto. Hemos pasado mucho, Jorge (se refiere a Vilda, presente en la primera fila junto a De La Fuente). Me quieren hacer a mí lo mismo que me han hecho a ti. Hemos sufrido mucho, hemos tragado, pero hemos estado juntos. Agradezco que estés aquí. Me emocioné muchísimo por el título, hasta el punto de perder el control, pero tu primera reacción fue girarte al palco y decirme ‘tú, tú’. Y yo te hice ese ‘ole tus huevos’. Debo pedir disculpa a su majestad la Reina, la Infanta y la Casa Real. Es un gesto poco edificante. Mis más sinceras disculpas. La emoción era grande y todo lo que habíamos pasado era mucho, pero no me justifico. Perdón».
Una vez aclarado su mano a los genitales, llegó el momento de hablar del beso a Jenni Hermoso. Estas fueron sus explicaciones: «Voy a hablar del pico, más que el beso, el pico. Quién vea el vídeo, entiende que ante 80.000 personas en el estadio, ante millones de personas por televisión y ante gente que había allí como mis hijas, el deseo que podía tener en ese beso era el mismo que podía tener al darle uno a mis hijas. No hay deseo y no hay posición de dominio. Aunque se venda en otros medios lo contrario, esos medios que son los que le rinden pleitesía a Tebas y los que le rinden pleitesía al falso feminismo, que es una de las grandes lacras de este país».
Ahí vino el primer suspiro en la sala de prensa, anonadados ante lo que acabábamos de escuchar. Fue entonces cuando Rubiales se dirigió directamente a sus hijas antes de explicar cómo fue ese beso: «No lloréis. Tenéis que estar orgullo de quién es vuestro padre. Jenni me levantó a mí del suelo y casi nos caemos. Al dejarme en el suelo, nos abrazamos. Ella fue la que me subió en brazos y me acerco a su cuerpo. Luego yo le dije ‘olvídate del penalti, lo importante es que somos campeones del mundo’. Ella me dijo era un crack. Y yo le dije, ‘un piquito’, y ella dijo ‘vale’. Luego nos despedimos con un manotazo en el costado y riéndonos».
Según la explicación de Rubiales, Jenni fue totalmente consciente y cómplice de lo que allí sucedió, negando la versión que dio la jugadora luego. Tanto en sus redes sociales como en el comunicado emitido a través de FUTPRO el pasado miércoles: «De la anécdota, del no pasa nada, empiezan las presiones, el silencio de la jugadora y un comunicado que no termino de entender. Aquí no se está tratando de hacer justicia. Se está ejecutando un asesinato social. Se me está tratando de matar. Como español debemos hacer una reflexión de hacia dónde vamos. Desde hace cinco años van a por mí con todo. Decenas de querellas, denuncias en todo tipo de juzgados, peticiones de inhabilitación en el CSD… Ya lo dije, que a algunos poderosos no le molaría que estuviera aquí».
Llegó entonces el turno contra los dirigentes de la coalición del Gobierno en funciones que más han criticado sus actos. Ahí volvió a mencionar a sus hijas: «Le quiero decir a mis tres hijas que igualdad no es diferenciar entre lo que dice un hombre o una mujer. Es diferenciar entre la verdad y la mentira. Vosotras sí soy feministas de verdad. El falso feminismo no busca la justicia, no busca la verdad, no le importa las personas. Están haciendo una ejecución y buscan una medalla para colgársela. La señora Yolanda Díaz, la señora Belarra, la señora Montero, el señor Echenique han hablado de vejar, violencia sexual, beso sin consentimiento, agredir. ¿Qué pensará de esto una mujer que de verdad se le ha obligado y agredido sexualmente? A esas personas que han dicho esto de mí, que están tratando de asesinarme, les digo que me voy a defender. En los juzgados. Voy a ejercer acciones contra estas personas».
«No nos acomplejemos, somos campeonas y campeones»
Rubiales, ya desatado, siguió endureciendo su discurso: «Al abrigo de estas personas, los títeres desde siempre. Sabéis perfectamente quiénes son. El falso feminismo tardó cinco días en felicitarnos a los campeones del mundo. Sí, campeones. Porque también ganaron hombres, Tú Vilda, el entrenador de porteros… Hay 23 campeonas del mundo, pero también campeones, hay hombres. No nos acomplejemos. Digamos campeones del mundo. El amarillismo del falso feminismo, Tebas y los de siempre, han apretado mucho. Gran parte de la prensa, que me está matando, podrá seguir con esta campaña de asedio. No es agradable, es evidente. Pero en lo profundo de mi corazón no me importa. Voy a seguir así».
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Ese «voy a seguir así» ya puso el pie de lo que, sorprendentemente, iba a anunciar. Rubiales se atrinchera en su puesto. Sí. No se va: «En nuestro país hace falta que se mejoren salarios, vivienda, sanidad, pero desde luego tenemos que mejorar mucho en libertades. En algunos casos falta libertad total. Aquí hay asambleístas que han recibido muchas presiones, de medios, de partidos políticos, de a ver qué votas… Tranquilos que hoy no vais a votar. Ha llegado el momento de decir algo. Ya he perdido perdón por mi gesto y el asunto del beso. Repito, un beso es libre, mutuo y consentido, pero pido disculpas por el contexto en el que se produjo. Ahora bien, ustedes creen que es para recibir esta cacería que estoy sufriendo. ¿Es tan grave para que yo me vaya haciendo como he hecho la mejor gestión del fútbol español? Os voy a decir una cosa. No voy a dimitir. No voy a dimitir. No voy a dimitir. No voy a dimitir. No voy a dimitir. ¿Qué es lo que he hecho para dimitir? ¿Un pico consentido es para sacarme de aquí? Espero poder defenderme y lucharé hasta el final. Espero que se cumpla la ley». La pelota está ahora en el tejado del CSD y del Gobierno.
Fuente: https://www.abc.es/deportes/futbol/rubiales-presenta-dimision-20230825090912-nt.html#