Del ‘Coronation Chicken’ al ‘Coronation gin’, así monetizan los súpers la llegada de Carlos III
CLV
IKER MORÁN / COMER
Resulta complicado pasear estos días por Londres sin percibir que algo se prepara. Obras en muchas calles, gradas en lugares emblemáticos y, por todos lados, mensajes que recuerdan que el sábado 6 de mayo se celebra la coronación de Charles III. En realidad, del 5 al 8, incluido ese lunes festivo que, sin duda, es un gran argumento para que el nuevo monarca caiga mejor. Tampoco los supermercados se libran de esta fiebre alrededor de la “coronation”: decenas de productos con la bandera británica, la imagen de Carlos III animan las estanterías e invitan a los clientes a montar en casa una “royal party”.
Mientras los titulares desgranan el último minuto de la lista de invitados y lanzan todo tipo de teorías sobre la presencia del príncipe Harry en la coronación de su padre, hay dos cosas que casi se pueden dar por seguras: que a Carlos III esté entusiasmado con esta larga celebración vista la alegría que desbordaba durante los primeros días de reinado, y que, por supuesto, que esto también es un negocio.
No faltan, por supuesto, los scones, té en diferentes versiones y latas con o sin el retrato del rey
De hecho, aunque lo de combinar gastronomía y monarquía suena a priori un tanto surrealista, los productos con la marca del palacio de Buckingham no son una rareza en el mercado británico. El mecanismo parece similar al de cualquier otra fecha marcada en el calendario y que de para vender algo, así que las mismas galletas o tartas que hace unos días eran de San Valentín posiblemente ahora sean en honor al cabeza de familia de los Windsor.
El pollo de la coronación
Se trata, eso sí, de productos típicamente ingleses y, al menos en algunos casos, incluso se han tomado la molestia de asegurarse de que están hechos en Reino Unido. No faltan, por supuesto, los scones, té en diferentes versiones y latas con o sin el retrato del rey, galletas de mantequilla y, por supuesto “coronation chickhen” en formatos de lo más curiosos.
Este plato de pollo creado en 1952 por Le Cordon Bleu para la coronación de Isabel II es un clásico en el recetario monárquico inglés. No es el único, por lo visto. La página de la BBC dedicada a recetas enumera nada menos que 66 platos en la sección “coronation food” creada para la ocasión. La mayoría con ese toque clásico que se espera para una ocasión así.
A falta de receta propia, Charles III parece que tendrá pollo de la coronación -el chiste se hace solo en esa familia- durante unas cuantas semanas. De hecho, este pollo especiado es protagonista de dos de los productos más surrealistas que nos hemos topado en nuestro paseo por supermercados londinenses: las patatas fritas de la coronación con sabor a pollo especiado, y un sandwich club en honor al nuevo rey que como ingrediente especial incluye esta carne.
También se ofrece un sandwich club en honor al nuevo rey que como ingrediente especial incluye el pollo
Ambos son productos de Mark & Spencer, una de las cadenas que parecen más volcadas con el tema. El entusiasmo en la clientela parece por ahora moderado porque durante nuestra corta investigación fuimos los únicos que parecían interesados en las estanterías dedicadas al asunto. Igual es que faltan todavía un par de semanas o que los índices de popularidad del nuevo rey no mienten y aquí hay otro indicador.
En cualquier caso, ambos productos se presentan tuneados con los colores británicos y son más caros que unas patatas fritas o un sandwich club normal y corriente. De recuerdo nos trajimos estas -atención- “hand cooked coronation chicken crisps”. Están ricas. Básicamente saben a pollo asado con especias y un toque picante.
Mahonesa, palomitas…
La oferta de Mark & Spencer incluye también en su panadería unos merengues con los mismos colores de la bandera, así como una larga lista de galletas, tartas, snacks y pasteles. En esta misma línea se mueven otros supermercados como Tesco, Waitrose, tanto en locales propios como en el departamento de comida de los almacenes John Lewis, uno de los más conocidos de la ciudad, y demás.
Nadie quiere quedarse fuera del festival y los medios británicos hace semanas que publican listas y rankings con las mejores propuestas de cada uno. Hay decenas de ellas, incluyendo mermelada, palomitas, mayonesa, salchichas…
No hay una gama oficial de productos de la coronación, con lo que cada marca o cadena de supermercados puede lanzar los suyos. El resultado es, por lo menos, media docena de patatas fritas conmemorativas.
¿Qué opinará sobre este despliegue no especialmente sano Carlos de Inglaterra que en sus años mozos lanzó una de las primeras marcas de productos ecológicas del país y sugirió que se cerrarán los McDonalds en Reino Unido tras una visita a Estados Unidos donde comprobó los estragos médicos que provocaba la comida rápida?
Un brindis real
Pero volviendo a la coronación, los museos también se han apuntado a la fiesta, con pequeños espacios dedicados en sus tiendas de regalos. En el British Museum, por ejemplo, nos topamos con los clásicos egg-cup (para poner con mucho estilo los huevos pasados por agua en el desayuno) dedicados a Charles III.
Tampoco faltan latas con bolsitas de té en honor del nuevo rey, según explican desde la marca New English Teas. Todo con la decoración bien recargada y un punto hortera que se espera en este tipo de productos, por supuesto.
Por supuesto, olvidarse del brindis sería imperdonable hablando de los Windsor y su conocida querencia por alegrar la agenda diaria con alguna copita. Para la ocasión Mark & Spencer ha lanzado un espumoso inglés. Y no es el único.
Ya en el aeropuerto y con las maletas, unas botellas de ginebra de intenso color azul y morado nos despiden. Sí, los “coronation gin” -en plural, hay varios- también existen. Cheers.