Por Itandehui Rodríguez
@itandehui_roma
¿Han pensado qué pasaría si por género, Morena tuviera que postular a una mujer a la gubernatura?
¿Qué pasaría si la decisión, como en los viejos tiempos del PRI, se tomara desde el centro sin considerar las variables locales?
¿Y si para ahorrar tiempos de posicionamiento, decidieran que lo mejor sería decantarse por una homónima de #ClaudiaSheinbaum?
Porque, siendo realistas, el último resultado de Claudia Rivera en la elección por la alcaldía es todo, menos alentador. Vaya, no hay manera de que fuera competitiva.
Inició con trabajos en el interior del estado y luego, volvió a quedarse quieta. Es comprensible, competirle a las corcholatas del gobernador con los eventos que están haciendo, también es muy complicado. Pero ya nada más se le ve en sus recomendaciones literarias en Facebook, mismas que resultan poco atractivas y rentables ¿Por que? Porque en un México ideal sería diferente pero aquí, el nivel de lectura de los ciudadanos es bajísimo, así que, básicamente está poniendo tiempo bueno, en lo malo.
Y lo más malo es quién la asesora, debieron decirle que está generando contenido de nicho y las elecciones no se ganan comunicando a un nicho.
Dicho lo anterior, imaginen un escenario en el que Claudia Rivera fuera la candidata de Morena, Alejandro Armenta de MC y, por supuesto, Eduardo Rivera por la oposición. El resultado es sencillo de proyectar.