Los Periodistas

Reporta estudio de INSP alza en casos graves y moderados entre 2020 y 2021.

MARITZA PÉREZ / EL ECONOMISTA

Durante 2021, al menos 60.8% de los hogares mexicanos presentaron algún tipo de inseguridad alimentaria, es decir, preocupación por el acceso a los alimentos o incluso algún miembro de la familia dejó de comer debido a la falta de recursos para adquirir alimentos.

Según los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2021 sobre Covid-19, del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), 60.8%, de 12,520 hogares encuestados, que conformaron la muestra estadística, señaló la prevalencia de inseguridad alimentaria; 34.9% presentó inseguridad leve; 15.8% dijo tener inseguridad moderada y 10.1% se colocó en inseguridad severa.

La inseguridad alimentaria leve se presenta cuando algún hogar experimenta primero preocupación por el acceso a los alimentos y, si la falta de acceso a los alimentos se prolonga, sacrifican la calidad de la dieta. En el caso de la inseguridad alimentaria moderada, se da en el momento que se reportan restricciones en la cantidad de los alimentos consumidos.

En tanto, los hogares con inseguridad alimentaria severa presentan situaciones donde alguno de los integrantes omite tiempos de comida o deja de comer en todo un día debido a la falta de dinero o recursos para adquirir alimentos. Este tipo de experiencias ocurren primero en adultos y finalmente en niños.

Zonas urbanas y rurales

Los hallazgos de esta encuesta destacan que son los hogares rurales donde se observó una mayor proporción de inseguridad alimentaria, con un porcentaje general de 71%, de los cuales 39.7% fue leve, 19.2% en moderada y 12.1% en severa. Seguido por los hogares en zonas urbanas, en donde 66.4% presentaron algún tipo de inseguridad alimentaria: 36.3% en inseguridad leve, 18.3% en moderada y 11.8% en severa.

En contraste, los hogares metropolitanos mostraron una inseguridad alimentaria de 53.5%, de la cual 32.2% fue leve, 13.0% moderada y 8.3% severa.

Por lo anterior también se identificó que la mayor proporción de hogares en inseguridad alimentaria se ubica en las regiones del centro del país, con 72.4.8%, seguida del Pacífico-Sur (70.5%). En el caso de la zona metropolitana, la Ciudad de México presentó una inseguridad alimentaria de 57.3% y el Estado de México del 66.3 por ciento.

Mientras que la zona de la frontera sur presenta la mayor proporción de inseguridad alimentaria severa, con 6.3%; seguida de la Ciudad de México (7.6%) y el pacífico- norte, con 7.9 por ciento.

Según los datos del informe, se observa que a pesar de que en el periodo 2012-2018 se observó un descenso de las cifras de inseguridad alimentaria moderada y severa, a nivel nacional hubo un aumento de 3.0 puntos porcentuales (pp) en la inseguridad alimentaria moderada y 2.3 puntos en la inseguridad alimentaria severa, entre el año 2020 y 2021.

Mientras que por tipo de localidad, en el periodo 2020-2021 hubo un aumento de 3.6 pp en la proporción de hogares urbanos en inseguridad alimentaria moderada mientras que, en los hogares rurales, la proporción que se encuentra en inseguridad alimentaria severa aumentó 3.0 pp en el mismo periodo.

“Como está sucediendo en diversos continentes, entre ellos Latinoamérica, la pandemia de Covid-19 está impactando de forma negativa la economía de los países y también su acceso a la alimentación, amenazando los medios de subsistencia de los grupos de población más vulnerables y que viven en contextos frágiles, como la población en pobreza y marginación de localidades urbanas y rurales”, destacó el informe.

Atención por Covid

Por otra parte, la Ensanut 2021, indicó que a nivel nacional 69.2% de las personas diagnosticadas con Covid-19 prefirieron ser atendidos en algún servicio privado y el 30.8% recibió atención en el sector público.

De los contagiados, 32.1% se atendió en consultorio en domicilio particular de médicos privados; 18.7% en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); 11.7% en consultorios anexos a farmacias; 10.2% en consultorio dentro de hospital privado y 9% en clínicas u hospitales de la Secretaría de Salud.

Asimismo, se destacó que 76.1% de la población que fue diagnosticada con Covid-19 no buscó atención porque consideró que no era tan grave; el 8% por considerarlo caro y no tener dinero; 6.9% porque no supo a dónde acudir; 6.7% por miedo a contagiarse y 5.8% por miedo a no ser atendido.

En este contexto, también se identificó que, en comparación con el inicio de la pandemia en 2020, durante el 2021 68.4% de los hogares reportó haber aumentado sus gastos generales y 72% los gastos en alimentos.

Para gastos en alimentos, del 72% reporta que aumentaron, 21.6% que fueron iguales y 6.3% que hubo una reducción. Mientras que a nivel nacional, 27.1% de los hogares reporta que al menos un miembro dejó de recibir ingresos, para 30.8% al menos a un miembro del hogar le redujeron el sueldo, para 24.8% al menos un miembro del hogar perdió su empleo. El impacto es mayor en localidades urbanas que en rurales, en CDMX y en el Estado de México.

Finalmente, se observó que 89% de los usuarios de algún servicio de salud público le recetaron medicamentos; 70% reportaron gasto en este rubro cuya media fue de 450 pesos.

maritza.perez@eleconomista.mx

Fuente: https://www.eleconomista.com.mx/politica/Impacta-a-60.8-de-hogares-inseguridad-alimentaria-20220801-0150.html

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