Una Caravana migrante trata de llegar a la capital mexicana, mientras continúa la búsqueda del conductor del camión que mató a 55 personas
PABLO SÁNCHEZ OLMOS / EL MUNDO
Extenuados tras casi dos meses de ruta, un grupo de migrantes centroamericanos trata de alcanzar la Ciudad de México para protagonizar una inédita protesta con la que exigir el cese de la persecución gubernamental y la regularización de sus permisos. Su llegada estaba prevista para el pasado viernes, pero el despliegue de militares en las carreteras les ha obligado a posponer sus planes. A pesar de las dificultades, los organizadores de la Caravana prometen llevar su denuncia pública hasta las mismas puertas del Palacio Nacional, hogar y oficina del presidente Andrés Manuel López Obrador, días después de que el país registrara su mayor tragedia migratoria de los últimos años.
«Este Gobierno está siendo peor con la migración que los anteriores, tiene un discurso bonito pero sus políticas son pésimas«, asegura a EL MUNDO Irineo Mújica, líder de la ONG ‘Pueblos Sin Fronteras’ e impulsor de esta Caravana. Desde el municipio de Río Frío, en las inmediaciones de Ciudad de México, Mújica y un grupo de 700 migrantes, una cifra que las autoridades rebajan a 387, descansan antes de realizar el enésimo intento de alcanzar la capital, «llevamos varios días tratando de llegar, pero no nos están dejando, la Guardia Nacional nos impide subir a camiones y avanzar en grupo«, denuncia.
Los integrantes de la Caravana comparten estos días su camino con miles de peregrinos que se dirigen a la Basílica de Guadalupe para honrar a la patrona de México. Antes de la pandemia, esta festividad congregaba cada 12 de diciembre a cerca de 10 millones de feligreses, pero esta vez las restricciones sanitarias van a impedir que se alcancen dichas cifras. Los migrantes querían pernoctar en la Basílica, pero finalmente lo han desechado: «No es un buen día para ir y además las autoridades no nos iban a dejar entrar. Al Zócalo sí que iremos, eso te lo puedo garantizar», asegura Mújica.
El fatídico accidente que dejó 55 migrantes muertos en Chiapas, cayó como un jarro de agua fría entre los integrantes de la Caravana. Según explica Mújica, «muchos tenían familiares o conocidos que viajaban en ese camión». A pesar del evidente riesgo que conlleva viajar en esas condiciones, el líder de ‘Pueblos Sin Fronteras’ no cree que las cosas vayan a cambiar: «No hay otra alternativa». El pasado viernes, una camioneta del Instituto Nacional de Migración (INM) atropelló a dos integrantes de la Caravana en una carretera de Puebla. Para Mújica, que conocía a los migrantes heridos, este incidente vuelve a evidenciar las consecuencias de la militarización de México: «Gracias a Dios nadie murió, pero esta es la realidad del INM, un organismo corrupto que busca criminalizar a los que migran».Más en El MundoEl espectacular posado en bikini de la hija de Alejandro SanzSiete muertos y dos desaparecidos tras el derrumbe de un edificio en Sicilia por una explosión
Ante la inminente llegada de la Caravana, las autoridades capitalinas han anunciado la apertura de un albergue temporal en la alcaldía de Iztapalapa con capacidad para mil personas. Aún no está claro si los migrantes aceptarán el ofrecimiento, ya que muchos temen ser detenidos. La región vive una ola migratoria sin precedentes, una diáspora de centroamericanos que confirman las cifras arrojadas por las agencias migratorias de México y EEUU. La militarización del territorio ha empujado a muchos migrantes, como las 55 víctimas de Chiapas, a asumir más riesgos y viajar hacinados en camiones. El conductor que provocó el accidente continúa en paradero desconocido, pero los investigadores ya saben que pertenece a un grupo criminal dedicado al tráfico de personas.
A pesar de las evidencias, el Gobierno mexicano niega que el despliegue de la Guardia Nacional o la reactivación del programa ‘Quédate en México’, hayan tenido un impacto negativo en las condiciones de la ruta migratoria. Ante esta crisis inédita, López Obrador apuesta por dos vías: la creación de programas de ayuda al desarrollo en los países que originan la migración y un combate frontal contra las mafias del tráfico de migrantes. Así lo confirmó el canciller Marcelo Ebrard, tras reunirse con representantes de los gobiernos de Honduras y Guatemala, «vamos a crear un Grupo de Acción Inmediata contra la red de traficantes de personas».
Fuente: https://www.elmundo.es/internacional/2021/12/12/61b60cb8fdddff71508b459c.html