El presidente de México y la exmandataria de Brasil participan en una conmemoración polémica porque los expertos no avalan que la antigua capital azteca fuera fundada en 1321
BORJA RAMA / Corresponsal Ciudad de México / ABC
Claudia Sheinbaum ha recibido todo tipo de halagos por parte de su jefe directo, López Obrador, y la que fuera presidenta de Brasil desde el inicio de 2011 hasta mediados de 2016, Dilma Rousseff. Este apoyo lo recibe después de los cuestionamientos tras la crisis, diez días después, debido al accidente del metro en el que perdieron la vida 26 personas, por el que 19 pacientes permanecen todavía hospitalizados y que dejó otros 64 heridos.
Durante la conmemoración por los 700 años de la fundación de Tenochtitlan, López Obrador se dirigió a Sheinbaum como «una mujer excepcional, trabajadora, honesta, inteligente y de profundas convicciones humanitarias». Para el séptimo centenario del lugar que «los aztecas llamaban el ombligo de la Luna», en palabras del presidente mexicano, y sobre el que se fundamentó la Ciudad de México, capital del Virreinato de la Nueva España y, tras la independencia, capital de los Estados Unidos de México, quiso contar con Rousseff.
Andrés Manuel López Obrador ya contó con Alberto Fernández, presidente de Argentina, como «invitado distinguido» en la ceremonia oficial en la que México conmemora el bicentenario de la promulgación del Plan de Igualada, con el que arrancó el proceso de independencia, y el Día de la Bandera. Ahora, en otra alianza de izquierdas cuenta con la expresidenta de Brasil como invitada de honor para conmemorar la fundación de la ciudad prehispánica, que durante su discurso la mandataria brasileña destacó como «una de las ciudades más deslumbrantes de la historia de la humanidad».Roussef fue destituida por «crímenes de responsabilidad»
Durante su disertación, Dilma Rousseff afirmó que en «América se trabaja para la construcción de una nueva política democrática para los países de la región que han sufrido la desigualdad y el autoritarismo». A su llegada fue recibida por Claudia Sheinbaum en el antiguo Palacio del Ayuntamiento, donde destacó que México esté dirigido por personas que quieran «combatir nuestras milenarias desigualdades». La expresidenta recibió el pergamino y medalla como «huésped distinguida» en la Ciudad de México. Tras lo cual, la gobernadora manifestó que Dilma es «una mujer que no claudica, ha sido víctima de encarcelamiento, tortura, golpes de Estado disfrazados, pero que no se ha vencido».
Recordemos que Rousseff fue destituida, en el país más grande de Sudamérica, después de cinco años ostentado el poder, por un ‘impeachment’ que inició la Cámara de los Diputados por «crímenes de responsabilidad». Le salpicaron los sobornos de Petrobras o el desvío del dinero de la petrolera u obras públicas para su campaña presidencial. Sin embargo, lo que la destituyó del cargo fue la alteración de normas fiscales con las que disfrazó el déficit del presupuesto.
El acto central realizado en el Templo Mayor de Ciudad de México, centro simbólico de la gran red tributaria del Imperio Mexica, y que hace dos semanas colapsó su techo, una infraestructura de 250 metros que cubría la infraestructura, viniéndose abajo por el peso del granizo debido a las fuertes lluvias en la zona arqueológica.
Una fecha para celebrar «su grandeza»
La conmemoración de los 700 años de la fundación México-Tenochtitlan viene con polémica. López Obrador y Sheinbaum presentaron en 2020 los actos en los que la fecha fundacional de una de las mayores ciudades de América Latina consta en el año 1321. Una fecha en la que «celebrar sus más de siete siglos de grandeza», pero en la que no se ponen de acuerdo ni arqueólogos ni historiadores.
Este acto que ha contado Dilma Rousseff engloba otros 15 eventos organizados por Presidencia y que casualmente coincide con los dos siglos de la independencia (en 1821) y cinco siglos de la llegada de Hernán Cortés (en 1521), que con un reducido grupo de españoles y de una coalición de pueblos indígenas conquistó la ciudad de Tenochtitlan, poniendo fin al poderoso Imperio azteca. Los expertos ven más acertada la fecha de 1325, a falta de fuentes que cercioren la inauguración de la ciudad cuatro años antes.
«Es un deseo de querer empatar esas fechas para que coincidan en 2021», ha confesado el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, fundador del proyecto arqueológico Templo Mayor, por lo que rechazó participar en los eventos. El doctor en historia Arno Burkholder también ha opinado: «Tenochtitlan no fue fundada el 13 de mayo de 1321. No sabemos cuándo ocurrió eso, pero suponemos que los mexicas comenzaron a vivir en el islote alrededor de 1325. La fecha de hoy se la inventaron para empatarla con la derrota de Tenochtitlan (1521)».
Fuente: https://www.abc.es/internacional/abci-lopez-obrador-y-rousseff-cargan-contra-milenarias-desigualdades-700-aniversario-tenochtitlan-202105141418_noticia.html