Con toda probabilidad reposa en Sandringham, tradición familiar desde los tiempos de la Reina Victoria
G.C./ ABC
La Reina Isabel II está desolada después de la muerte de uno de sus más fieles compañeros: su dorgi Vulcan. El cruce de corgi con uno de los perros salchicha de su hermana Margarita ha fallecido hace unas semanas en el castillo de Windsor, según ha adelantado el Daily Mail.
El pequeño Vulcan llevaba con la Monarca desde 2003. Ahora solo le queda otro dorgi, Candy. La Reina Isabel II ha llegado a criar a 14 generaciones de descendientes de corgis, una de las razas más antiguas de Reino Unido, desde que le regalaron a Susan cuando cumplió la mayoría de edad. Antes tuvo a Dockie, que llegó a la familia en 1933.
Poco a poco han ido falleciendo sus más fieles compañeros. Esos a los que les dejaba campar sus anchas por el Palacio, bajo la atenta mirada de un mayordomo 24 horas al día y los ojos de la monarca. Siempre los ha tenido consentidos hasta el extremo, comían en cuencos de plata y porcelana y cada uno tenía un menú específico adaptado a sus necesidades. También recibían remedios homeopáticos y herbales.
Pero poco queda de aquellos tiempos en los que la ristra de perros se paseaba alegremente por los pasillos a la caza de algún trabajador al que hincar el diente, pues eran famosos también por sus malas pulgas. Siempre dijo que cuando se le muriese el último de sus corgis, no tendría más para que no le sobreviviesen y cuando falleció Willow, en 2018, así lo hizo.
El fallecimiento de Vulcan llega días después de la muerte de Lupu a los nueve años, el perro del Príncipe Guillermo y su esposa Catalina de Cambridge. «Con mucha tristeza, este fin de semana nuestro perro Lupo ha fallecido. Ha estado en el corazón de nuestra familia los últimos nueve años y le echaremos mucho de menos», escribían en Twitter.
Fuente: https://www.abc.es/estilo/gente/abci-isabel-entierra-penultimo-dorgi-202012041247_noticia.html