Los Periodistas

La oportunidad de Mario Delgado

Por Dr. Carlos Figueroa Ibarra

El viernes 23 de octubre en la tarde recibí la noticia de que el ganador de la encuesta para presidir al Comité Ejecutivo Nacional de Morena había sido Mario Delgado, actual jefe de bancada de Morena en la Cámara de Diputados.  El domingo 25 recibí una llamada telefónica de él hacia mi persona la cual agradezco bastante. No he escatimado palabras en artículos y entrevistas para expresar mis preferencias por Yeidckol Polevnsky para ocupar el encargo que Mario ostentará. Tampoco las he escatimado para expresar mi visión crítica con respecto a su trayectoria. Pero aprovecho la oportunidad para deslindarme  de un insulto hacia Mario atribuido a mi persona y que fuera publicado en uno de los principales rotativos de Puebla.  El propio gobernador Barbosa expresando su consideración hacia mi persona manifestó con razón su desacuerdo con la expresión que se me atribuyó. Pedí a la autora del artículo la grabación de la entrevista para que si en caso hubiese proferido  dicho insulto,  expresarle a Mario Delgado una disculpa. Pero me dijo que no tenía esa grabación, que la nota la había redactado en base a algunos apuntes hechos mientras por teléfono escuchaba  mis opiniones. Alguien estuvo a mi lado durante la entrevista y me aseguró que jamás había proferido expresión semejante hacia el ahora presidente electo del CEN de Morena.

Dicho esto, reitero mi valoración hacia la llamada que me hizo Mario Delgado. Le expresé que no lo había apoyado y que tenía una visión crítica acerca de su persona en base a la norma ética que tengo de nunca escribir y publicar algo sobre alguien que no me atreva a decírselo en persona. Me respondió que eso no importaba, que lo importante era sacar adelante a Morena y que cumpla el papel que no ha cumplido. Entendí su llamada, que hizo a cada uno de los integrantes del  CEN de Morena, como la voluntad política de iniciar una nueva época en la vida del partido. He leído de su propósito de restablecer la unidad en Morena, de retomar el trabajo de organización de base que hicimos entre 2015 y 2018 con los comités seccionales y de protagonistas del cambio verdadero, de retomar el trabajo de formación política, en suma de hacer lo que debería haber hecho Alfonso Ramírez Cuellar en todos estos meses de su infausta gestión. En agosto de este año escribí un artículo (https://www.e-consulta.com/opinion/2020-08-24/ramirez-cuellar-la-oportunidad-perdida) en el que argumentaba cómo Ramírez Cuéllar había perdido la oportunidad de serenar a Morena y encauzarla por buen rumbo. En vez de eso se dedicó a cumplir la agenda de poder de Bertha Luján y de los grupos de interés que la acuerpan. Se esmeró en  crear en el CEN un ambiente de hostilidad y de imposición,  golpeó sin recato el trabajo feminista encabezado por Carol Arriaga, también a los integrantes de los comités ejecutivos estatales que no compartían sus filias y sus fobias y sobre todo se esmeró en manchar el nombre de Yeidckol Polevnsky haciéndole acusaciones de corrupción que nunca pudo sustentar en un tribunal. Además de ello, sin consultar con el CEN de Morena se permitió emitir opiniones y documentos que confrontaban a Andrés Manuel.  Su gestión la ha cerrado deplorablemente con las derrotas electorales de Morena en Coahuila e Hidalgo.

En unos días veremos a Mario Delgado presidir a Morena. Tiene la oportunidad histórica que Ramírez Cuéllar  tiró a la basura. Uniendo al partido en medio de sus diferencias, desmantelando el discurso de odio que lo ha envenenado en los últimos 20 meses, poniéndolo a trabajar para que se convierta en un apoyo al presidente y no en un problema más para él,  puede encabezar a una organización que tiene grandes posibilidades de lograr un triunfo notable en las decisivas elecciones de 2021. Si logra hacerlo, tendrá grandes perspectivas en su futura político.

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