Alfonso Miranda destacó que, aunque el acervo cuente con certificados que no son del artista, las obras son susceptibles de análisis químicos y físicos
JUAN CARLOS TALAVERA / EXCELSIOR
Alfonso Miranda Márquez, historiador y director de Museo Soumaya, coincidió con los cuestionamientos planteados por expertos como la gestora cultural Hilda Trujillo y el coleccionista Andrés Blaisten sobre la originalidad de al menos una veintena de piezas que se exhiben en el Museo Internacional del Barroco (MIB), en Puebla, en la muestra Hecho en México, siglo de oro del arte mexicano.
“Es indudable que muchas de las obras que se presentan actualmente en el Museo Internacional del Barroco no son autógrafas de quien ostenta la cédula museográfica. Eso es un hecho. Muchas de ellas son famosas por no serlo y han estado en carpetas o investigaciones de expertos y de espacios culturales”, comentó ayer en entrevista con Excélsior.
Además, planteó que, aunque dicho acervo –con supuesta obra de María Izquierdo, Dr. Atl, Frida Kahlo, Remedios Varo, Leonora Carrington, David Alfaro Siqueiros y Jorge González Camarena, entre otros– cuente con certificados y documentos de una casa de subastas, “hay que ser muy claros: el que cuenten con certificados que no son del artista, las hace susceptibles de una revisión transversal, es decir, de análisis químicos y físicos”.
Y agregó: “Es importante compartir que las casas de subasta en realidad no están autentificando una obra y eso se ve cuando uno lee perfectamente las cláusulas que publican, cuando se está dando a conocer la subasta o se adquiere un bien”.
En consecuencia, Miranda Márquez sugirió al Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), que dirige Lucina Jiménez, la creación de una comisión permanente de expertos, provenientes de varias instituciones, “para el estudio sistemático de obras de arte (de éste y futuros casos), y así de verdad podamos abrogar categóricamente a quienes se autoproclaman como eruditos certificadores del arte”, planteó.
E insistió en que el papel del INBAL debe ser nodal en este caso, debido a que muchos de los autores expuestos en el MIB son catalogados como patrimonio artístico.PUBLICIDAD
¿En su opinión, qué tipo de comisión se requeriría?, se consultó a Miranda. “Una comisión con estudios transdisciplinarios, que sea plural y no unipersonal ni de una institución. Y, en este sentido, crear bases de datos donde se puedan compartir la información, porque el valor de un falso es de cero pesos, no cuesta un dólar, una libra ni un peso, ni siquiera por los materiales constitutivos, porque se está haciendo pasar una obra por algo que no es”.
El también curador consideró que en este caso podría especularse sobre la buena fe que existió al emitir el certificado de autenticidad de las piezas, al ser adquiridas y al exhibirlas en el MIB. “La buena fe no basta y esperemos que no se haga con dolo. Partamos de ahí, muy bien, pero en lo fundamental y en el caso por seguir se necesita crear esa comisión que no sea juez y parte del resultado”, apuntó.
A manera de contraste, Miranda Márquez recordó que la crítica de arte Raquel Tibol cuestionó la originalidad de una serie de piezas de Siqueiros expuestas en 2004 en el Museo Soumaya.
“En aquel momento las obras se descolgaron de inmediato y la maestra nos preguntó si eso se podía hacer allí; le dijimos que por supuesto. A partir de aquel cuestionamiento las piezas fueron estudiadas y poco tiempo después se demostró su autenticidad con fotografías, escritos del propio artista e investigaciones químicas y físicas. Finalmente, éstas fueron devueltas a la autoría de Siqueiros y a las salas, tan es así que la maestra Tibol donó a la Fundación Carlos Slim su archivo, su biblioteca y la de su esposo, Boris Rosen”, destacó.
Por último, Miranda se refirió al desconocimiento que existe en torno a los coleccionistas que presentan la obra en el MIB, agrupados bajo las siglas JEOC, quienes pidieron a Anel Nochebuena, directora general de Museos Puebla, no revelar sus identidades por motivos de seguridad.
“Son obras de una colección que no sabemos exactamente de quién es y, de acuerdo con las palabras de la gestora (Anel Nochebuena), quien las está promoviendo, comenta que son tres coleccionistas que se juntaron, pero lo grave es subrayar que estas piezas ya se habían colgado en otros museos de Puebla. Eso quiere decir que se ha construido un camino y han afectado a los artistas y a los públicos”, concluyó.
López Obrador pide revisar contrato del MIB
Después de que Excélsior diera a conocer que existen dudas sobre la autenticidad de al menos 20 obras de autores como Frida Kahlo, María Izquierdo y Dr. Atl, que se exhiben en la muestra Hecho en México, siglo de oro del arte mexicano, en el Museo Internacional del Barroco (MIB) en Puebla, ayer, en su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió que se revise el contrato de ese recinto museístico y destacó que el problema con las obras tiene que ver con el gobierno del estado de Puebla.
“Son de esos contratos leoninos que nosotros no estamos planteando cancelarlos, sino que se revisen y que haya una disminución”, dijo el jefe del Ejecutivo.
Al hablar sobre las obras que se exponen en la exposición que abrió sus puertas al público el pasado 1 de diciembre, López Obrador destacó que él no se metería en ese asunto. “Sobre las obras que exponen, ya no me meto en eso, pero sí se dio muchísima corrupción de ese tipo”.
En noviembre de 2023, el jefe del Ejecutivo federal se pronunció por que el gobierno del estado de Puebla reestructurara y renegociara la deuda que se tiene por el Museo Internacional del Barroco, que asciende a 8 mil millones de pesos. La concesión del museo está en manos de la firma La Peninsular Compañía Constructora S.A. de C.V., filial de Grupo Hermes, de Carlos Hank.
De la Redacción