El seísmo, de magnitud 6,8, ha provocado el derrumbe de edificios en varias ciudades de todo el país: “La gente estaba conmocionada, en pánico; los niños lloraban, los padres, desamparados”, cuenta un vecino de Marraquech
JUAN CARLOS SANZ / AGENCIAS / EL PAÍS
Un fuerte terremoto de magnitud 6,8 ha sacudido Marruecos esta noche, a las 23.11 (una hora más en la España peninsular), y ha causado al menos 1.037 muertos y 1.200 heridos —dos centenares en estado grave—, según ha informado el Ministerio del Interior del país. Las provincias y las ciudades de Al Hauz, Marraquech, Tarudant, Chichaua y Uarzazat han sido las más afectadas por el seísmo, con edificios que se han desplomado. El epicentro se ha situado en Iguil, a 63 kilómetros al suroeste de Marraquech y a una profundidad de unos 18,5 kilómetros.
MÁS INFORMACIÓNÚltima hora de terremoto en Marruecos
“Sobre las 23.00, sentimos una sacudida muy violenta, me di cuenta de que era un terremoto. Veía los edificios que se movían. La gente estaba conmocionada, en pánico; los niños lloraban, los padres, desamparados. No tenemos los reflejos [para reaccionar] ante este tipo de situación”, ha contado desde Marraquech Abdelhak el Amrani, de 33 años, en declaraciones a la agencia AFP. “Después, salí a la calle y ya había mucha gente fuera”, ha agregado El Amrani. Otra vecina de Marraquech ha confirmado que, al poco del temblor, la mítica plaza de Yemaa el Fna se había llenado de gente para intentar ponerse a salvo ante posibles réplicas. El terremoto ha obligado a cientos de habitantes en Marraquech a dormir con lo puesto en las calles.
Los vecinos de la ciudad han relatado que el temblor duró varios minutos y causó daños en varios inmuebles —algunos se han derrumbado— y mezquitas de la medina (ciudad antigua). Las autoridades no permitieron a los ciudadanos caminar por las calles estrechas de la zona histórica. Jalid, residente en el área, ha indicado que el minarete de la mezquita de Bab Ailan se había caído al suelo a causa del temblor y que también había resultado dañada la entrada del templo. En redes sociales, los marroquíes han compartido numerosas fotos y vídeos en los que se ven edificios dañados y derrumbados, algunos con personas heridas o aparentemente muertas entre los escombros; así como a gente saliendo despavorida de sus inmuebles en medio de la sacudida, con cascotes cayendo sobre ellos, muchas veces en estrechos callejones.© OpenStreetMap contributorsTerremoto Magnitud 6,84,9MarraquechFezRabatMARRUECOSCasablancaAl HauzTarudantChichauaUarzazatAzilalAgadirAl Yusufia50 kmFuente: USGS EL PAÍS
Los heridos han sido trasladados a diversos centros hospitalarios, según el Ministerio del Interior marroquí, y los servicios de emergencia siguen trabajando en la búsqueda de supervivientes. La mayoría de fallecidos registrados se concentran en la zona rural más próxima al epicentro, según datos facilitados por Interior. Así, a las 10.00 de este sábado (una hora más en la España peninsular) se habían registrado en la provincia de Al Hauz, donde se ubica Iguil, 394 muertos, mientras en la región de Tarudant las víctimas mortales ascendían a 271. También ha habido muertos en Chichaua (91); en Uarzazat (31); Marraquech (13); en Azilal (11); Agadir (5); en Casablanca (3); y en Al Yusufia (1). El Ministerio del Interior está centralizando toda la información sobre la catástrofe, con actualizaciones periódicas del balance de víctimas.
Las autoridades han llamado a los ciudadanos a mantener la calma y han movilizado fuerzas de seguridad y de protección civil de las provincias afectadas, así como medios para intervenir y evaluar los daños. Las Fuerzas Armadas se han desplegado de urgencia para auxiliar a las víctimas “siguiendo las instrucciones del rey Mohammed VI, comandante supremo y jefe del Estado Mayor”, según un comunicado militar. Así, a la región de Al Hauz, la más afectada, han sido enviados diversos efectivos: medios terrestres, aéreos, equipos de búsqueda y salvamento, y un hospital de campaña, entre otros. También se han desplegado drones de observación.
El seísmo se ha percibido en todo el país, sembrando el pánico en las principales ciudades. Los ciudadanos han salido a la calle en muchas urbes, incluida la capital, Rabat, donde no se han observado daños en las estructuras de los edificios. “Aquí no hay mucho daño; más pánico”, ha resumido un residente la situación de Esauira, icono turístico a unos 200 kilómetros de Marraquech. “La gente está en las plazas, en los cafés, prefiere dormir al descubierto”, ha apuntado por teléfono a AFP.
El Instituto Nacional de Geofísica marroquí ha señalado que “se han producido cientos de réplicas, pero la mayoría de ellas no se han sentido”. Por su parte, el Instituto Geográfico Nacional español (IGN) ha informado en su web de un segundo terremoto de menor magnitud, de 4,8, en la ciudad de Berrechid, en la región de Casablanca-Settat.
No hay constancia de españoles fallecidos
El presidente del Gobierno de Marruecos, Aziz Ajanuch, no ha realizado aún ninguna comparecencia. El rey Mohamed VI se encuentra de vacaciones en París desde primeros de mes, según han informado varios portales digitales locales. El monarca alauí inició su periodo de descanso estival a finales de junio en la costa próxima a Tetuán, antes de trasladarse, a mediados de agosto, a su residencia de verano en Alhucemas. También ha estado en el litoral mediterráneo, donde celebró su 60° cumpleaños. Este verano, solo ha comparecido en público en dos ocasiones: con motivo de la fiesta religiosa del Sacrificio, el 29 de junio, y, un mes después, para pronunciar el discurso de la Fiesta del Trono, que celebraba el 24 aniversario de su entronización.
El ministro de Exteriores de España, José Manuel Albares, ha ofrecido ayuda a Marruecos y ha afirmado que no hay registros de españoles afectados. Albares ha comparecido en Nueva Delhi, donde participa en las reuniones del G-20, informa Carlos E. Cué. El ministro ha querido enviar un mensaje de “solidaridad de España a Marruecos en estos momentos tan difíciles” y ha ofrecido al Gobierno marroquí, con el que ha estado en contacto, la ayuda española para la búsqueda de posibles supervivientes bajo los escombros, así como para la reconstrucción de las zonas afectadas. Así, España ha ofrecido la Unidad Militar de Emergencias (UME) para que actúe donde sea necesario.
Oficialmente, 18.000 españoles viven en Marruecos y por el momento a Exteriores no le consta que haya ningún español afectado, aunque Albares ha admitido que hay algunas personas de turismo o de viaje de trabajo que los consulados no tienen controladas. “Empezó a temblar todo y comenzó a salir humo del centro del hotel, así que nos tocó bajar corriendo. Entonces vimos una escena muy dura, con muchos edificios medio derrumbados y gente en el suelo que no sabías en qué estado estaba”, ha explicado a la agencia Efe el español Pablo Segarra, que está de turismo en Marraquech. Albares ha invitado a todos los españoles que están allí por turismo o trabajo y a sus familiares que se pongan en contacto con los teléfonos de emergencia consular para que puedan ayudarles y tenerlos controlados.
Por su parte, el Ministerio del Interior español, a través de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, ha activado a primera hora de esta mañana el Comité Estatal de Apoyo Internacional de Protección Civil para poder dar una respuesta inmediata en el caso de que las autoridades de Marruecos soliciten ayuda, informa Óscar López Fonseca. Si llega la petición de ayuda, tanto de forma bilateral como a través del Mecanismo Europeo de Protección Civil, los primeros equipos españoles podrían estar desplegados sobre el terreno en horas, según Interior.
Teléfonos de emergencia consular de España en Marruecos
La Embajada de España en Marruecos ha lanzado un mensaje de alerta para recordar a los españoles que, en caso de necesidad, pueden dirigirse a los teléfonos de emergencia consular.
El del consulado general de Casablanca, en cuya demarcación está la ciudad y región de Marraquech, es +212 660 48 88 48.
Además, el consulado general ha habilitado un teléfono específico para esta emergencia: +212 665 80 79 77
Los teléfonos de emergencia del resto de consulados generales en Marruecos son:
- Rabat: +212 660 91 56 47
- Agadir: +212 661 08 04 70
- Larache: +212 666 79 45 59
- Tánger: +212 661 20 21 35
- Tetuán: +212661705430
- Nador: +212 661 76 40 05
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha expresado sus condolencias por el seísmo, así como multitud de mandatarios internacionales, como Ursula von der Leyen, Joe Biden, Emmanuel Macron o Vladímir Putin, entre muchos otros. Por su parte, el rey Felipe VI ha escrito un telegrama a Mohammed VI: “Estoy desolado al recibir la noticia del violento terremoto que ha afectado a la localidad de Iguil, que ha causado un elevadísimo número de víctimas mortales y heridos. Deseo haceros llegar, en mi nombre, en el del Gobierno y en el del pueblo español, nuestro más profundo sentimiento de dolor por las terribles consecuencias de este desastre, así como nuestras condolencias”.
Marruecos sufre terremotos con frecuencia en su región septentrional debido a su posición entre las placas africana y euroasiática. En 2004, al menos 628 personas murieron y 926 resultaron heridas cuando un temblor golpeó Alhucemas, al noreste del país. El temblor también ha afectado a varias provincias del oeste de Argelia, pero las autoridades del país han descartado víctimas o daños. Argelia, que rompió relaciones con Marruecos en 2021, va a abrir su espacio aéreo a vuelos que transporten ayuda humanitaria, ha adelantado Reuters. “Las autoridades argelinas han expresado su plena disposición a prestar asistencia humanitaria y a poner todas las capacidades materiales y humanas en solidaridad con el pueblo marroquí, en caso de una petición del Reino de Marruecos”, han afirmado desde la presidencia del país. En 1980, el terremoto en El Asnam, de magnitud 7,3, impactó principalmente en Argelia: fue uno de los más destructivos de la región y causó 2.500 fallecidos, además de dejar a más de 300.000 personas sin hogar.
Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.