Tras un experimento con 20 voluntarios sanos, observaron que los volúmenes de materia gris disminuían tras el consumo habitual de cafeína
CADENA SER
Unos investigadores de la Universidad de Basilea en Suiza, han realizado un estudio que demuestra que el consumo diario de cafeína puede alterar la estructura de materia gris del cerebro. A pesar de que esta afirmación puede sonar alarmante. «Nuestros resultados no significan necesariamente que el consumo de cafeína tenga un impacto negativo en el cerebro. Pero el consumo diario de cafeína afecta evidentemente a nuestro hardware cognitivo, lo que en sí mismo debería dar lugar a más estudios», destacó Carolin Reichert, una de las dirigentes del equipo de investigación de la Universidad de Basilea y el Hospital Psiquiátrico de la Universidad de Basilea.
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La materia gris es la capa más externa del cerebro, los efectos fueron especialmente notables en el lóbulo temporal medial derecho, el cual contiene estructuras clave como el hipocampo, el parahipocampo y la circunvolución fusiforme, una parte asociada a la función de la memoria. Para estudiar estos efectos, los investigadores reclutaron a 20 voluntarios sanos consumidores diarios de café. Durante 10 días, los participantes tomaron cápsulas de cafeína de 150 miligramos evitando cualquier otra fuente de esta sustancia. A finalizar este ciclo, se repitió el mismo protocolo durante 10 días peor con pastillas placebo. Al final de ambos bloques, los investigadores escanearon los cerebros de los participantes y observaron que los volúmenes de materia gris disminuían tras el consumo habitual de cafeína y aumentaban tras los días de abstinencia.
A pesar de las creencias, no parece que el consumo de cafeína afecte al sueño
«Los cambios en la morfología del cerebro parecen ser temporales, pero hasta ahora no se han realizado comparaciones sistemáticas entre los bebedores de café y los que habitualmente consumen poca o ninguna cafeína», explica Reichert. Otro punto importante de la investigación es que, a pesar de la creencia popular, notaron que el consumo asiduo de la sustancia no parece afectar al sueño. La actividad de las ondas lentas (SWA) durante el sueño no se vio afectada por el consumo de cafeína ni por la disminución de materia gris. Esta afirmación fue toda una sorpresa, pues muchas personas sí que han visto interrumpida la calidad de su sueño tras la ingesta de cafeína.
Según el artículo, la cafeína sí que incrementa la actividad neuronal durante las horas de vigilia y aumenta la actividad energética de las neuronas. El SWA es lo que permite que las neuronas se recuperen durante el sueño de su esfuerzo diario y esto lleva a pensar que existe una relación entre el consumo de cafeína y el SWA.
Tras el análisis de resultados, los autores del estudio han concluido que «los datos no sugieren una relación entre la profundidad del sueño durante la ingesta diaria de cafeína y los cambios en la morfología del cerebro«.
Fuente: https://cadenaser.com/ser/2021/03/01/ciencia/1614603348_659750.html