- Álvaro Longoria nos cuenta la historia del cuadro que pasó de valer 1.500 euros a 300 millones

PorJesús Jiménez (@Vinetabocadillo) / Rtve
En 2021 una noticia sorprendió al mundo entero: Expertos italianos advirtieron de que un Ecce Homo atribuido a un discípulo de José de Ribera (que se subastaba por 1.500 euros), era, en realidad, un «Caravaggio perdido» que podía llegar a valer 300 millones de euros. Uno de los mayores descubrimientos de la historia reciente del Arte que llevó a una alocada carrera por adquirir el cuadro, que fue declarado «Bien de Interés Cultural». Una carrera que el cineasta Álvaro Longoria (La vida de Brianeitor, Hijos de las nubes. La última colonia), ha convertido en un apasionante thriller documental: The Sleeper. El Caravaggio perdido, que también nos desvela los entresijos del mundo del arte. Una película que se estrena este 13 de mayo.
El óleo representa el motivo histórico del gobernador romano Poncio Pilato presentando a Cristo al pueblo con las palabras «Ecce homo» (He aquí el hombre), uno de los momentos más dramáticos de la Pasión, recogido en el Evangelio de Juan (19:5). El artista italiano lo pintó entre 1605-1609 y perteneció a la colección privada del rey Felipe IV de España. Y luego ha estado siglos en la familia Pérez de Castro. Recordemos que solo existen unas 60 obras del famoso pintor.

El ‘Ecce Homo’ de Caravaggio desvela sus secretos y ya puede verse en el Museo del PradoCRISTINA PÉREZ
«Descubrir un Sleeper es el sueño de cualquier marchante de arte»
Lo más sorprendente del documental es que Álvaro pudo seguir la historia desde sus inicios, por lo que conoceremos a la familia que tuvo ese Caravaggio colgado en su casa durante años, a los expertos italianos y españoles que autentificaron la obra. También descubriremos, desde dentro, como funciona el mundo del arte y conoceremos todos los detalles sobre esa carrera que finalizó con la venta del cuadro a un particular por una cifra que no se ha hecho pública.
«Recuerdo -nos comenta Álvaro-, que tenía una jefa de documentales en Netflix que decía que para hacer un buen documental hay dos claves: acceso y revelación. El acceso lo tuve gracias a que conocía muy bien a un importante marchante del mundo del arte antiguo que se llama Jorge Coll, y cuando me enteré de que había un posible cuadro de Caravaggio que había aparecido en una casa de subastas en Madrid, aunque todavía nadie sabía muy bien lo que estaba pasando, le llamé y me dijo: «Creo que puede ser que me quedé con el cuadro», así que decidí seguirle todo el tiempo».
«En cuanto a la segunda cosa, las revelaciones, una vez entras dentro de ese círculo tan cerrado de los marchantes del mundo del arte antiguo, ha sido apasionante poder contar desde dentro el viaje de renacimiento de un cuadro de Caravaggio, que es esencialmente lo que hemos hecho».
En cuanto al título del documental, Álvaro nos comenta: «Sleeper es como se llama en el mundo del arte a un cuadro que está durmiendo, que está mal atribuido. Es decir, que alguien tiene una obra maestra y no lo sabe. Son cuadros que generalmente están en familias o en un anticuario… y que nadie sabe exactamente lo que son. Hasta que un experto se da cuenta de que verdaderamente son una pieza valiosísima y vuelven a la vida. Descubrir un Sleeper es el sueño de cualquier anticuario, de cualquier marchante de arte. Podemos encontrar algo por 1.500 euros y venderlo por 300 millones«.
Un documental rodado como un thriller
Otra de las cosas mas alucinantes de este documental es que está rodado como un thriller. «Es como yo lo viví desde el principio -nos confiesa Álvaro-. Porque la historia tenía tantos giros que nadie sabía cómo iba a terminar. Y me pareció que la mejor forma de compartir esta historia con el espectador era que pudiera meterse y vivirla como yo la viví. Es una una aventura que comienza como una curiosidad: de repente aparece un cuadro que nadie sabe bien lo que es. Y lo que hacemos es seguir el viaje con esa estructura de thriller, aunque de vez en cuando paramos para darle al espectador la información que necesita para continuar el viaje».
«¿Cómo funcionan las casas de subastas?, ¿Quién era Caravaggio?, ¿Cómo se atribuye un cuadro?, ¿Cómo podemos saber si es verdadero o no? ¿Cómo se restaura un cuadro? Son preguntas que vamos contestando pero sin interrumpir ese viaje de descubrimiento, de tal manera que el espectador nunca se aburre, sino que todo el rato está siguiendo la apasionante historia de ese cuadro. Al final siempre dicen que la realidad supera la ficción, y creo que en este caso es verdad, porque si hubiera sido un guion la gente no se lo hubiera creído«, añade Álvaro.

«Nunca vas a tener la certeza de que sea un Caravaggio»
También son apasionantes las estratagemas de ese mundo del arte para lograr hacerse con el cuadro, un mundo que Álvaro ha retratado perfectamente. «Caravaggio es el pintor del claroscuro y yo lo que he apreciado es que ese mercado del arte antiguo es el mercado del claroscuro. Nunca sabes bien si lo que se está contando es lo que está pasando, Si te estás enterando de todo, si hay algo más que no sabes, si hay algo que está pasando y no debería»
«Y luego -continúa el cineasta-, se juega tanto dinero que siempre te quedas con la sensación de que hay muchos espacios para la posible manipulación o corrupción del mercado. Pongamos, por ejemplo, que un cuadro como este Caravaggio podía haber llegado a valer 400 millones de euros. Las personas que lo atribuyen, que deciden si es o no es un Caravaggio, cobran 3.000 euros. Ahí hay un factor que puede ser una oportunidad para manipular el mercado. Luego te das cuenta que es mucho más complicado que eso, que es un mercado muy sofisticado, donde hay muchos expertos y donde es muy difícil falsificar. Aunque haya pasado muchas veces».
Aunque en el documental vemos que varios expertos certifican la autenticidad del cuadro, Álvaro nos comenta: «Nunca vas a tener la certeza. Lo más curioso es que todo el mundo sabía que había un cuadro de estas características de Caravaggio, porque constaba en registros de la época, que tenía unas medidas concretas y en el que aparecía Cristo con Pilatos y con otra persona que lo presentaba en público. Pero ya había un cuadro en Génova similar que todo mundo pensaba que era dicho cuadro. Y cuando apareció este cuadro, el de la película, el otro, que hasta entonces era el verdadero, pasó inmediatamente a ser falso«.
«Por eso, en la película hemos hecho hincapié en como se determina si un cuadro es verdadero o no, porque hay mucho dinero en juego. Y la gente que que invierte estas cantidades de dinero se asegura de estar comprando algo que es verdadero, pero yo creo que nunca puedes estar seguro al 100%«.

Un cuadro que podría valer más de 300 millones… o nada
Antes de que el Ecce Homo se declarase «Bien de Interés Cultural» (y por lo tanto no pudiese salir de España), se especulaba que el cuadro podría alcanzar una cifra estratosférica, pero Álvaro nos comenta que: «Estos cazadores de Sleepers también se la juegan, porque hay veces que se equivocan y pagan una millonada por algo que luego resulta que no vale nada. De hecho, este mismo cuadro estuvo a la venta en un escaparate en un anticuario de Madrid y nadie entró a preguntar cuánto valía. Y hoy en día en el mercado internacional podría valer 300 millones«.
En el documental vemos cómo la familia se entristece cuando se enteran de que el cuadro no puede salir de España, lo que enseguida bajó su precio en el mercado. «Esa declaración de «Bien de Interés Cultural» se estableció en los países que han sido más víctimas del expolio de obras de arte, que son, especialmente en Europa: Portugal, España, Italia y Grecia. Y en el momento en el que no pueden salir del país ya no puedes venderlas en los mercados internacionales, solo a alguien que viva en ese país. Con lo cual el efecto de esa pequeña norma sobre un cuadro es brutal a nivel precio, porque puede pasar de valer 300 a 30 millones, una reducción de valor brutal. El cuadro fue declarado Bien de Interés Cultural relativamente rápido. Si se hubiese vendido y sacado de España antes de eso, probablemente se hubiese vendido por 300 o 400 millones de euros».
En cuanto a la cifra final de venta del cuadro, Alvaro Longoria nos comenta: «Yo sé quién lo compró y por cuanto pero no lo puedo decir por el acuerdo de confidencialidad, pero debe estar en torno a los 30 millones que se han señalado. Lo que si te puedo confirmar es que la familia está muy contenta«.
En cuanto a si cree que lo debería haber comprado el Museo del Prado, Álvaro nos comenta: «Yo no entiendo por qué no lo ha comprado, la verdad. Es posible que lo compre en el futuro porque al ser un bien de interés cultural, tiene prioridad a la hora de adquirirlo. Es decir, cada vez que el propietario lo quiera vender tiene que pasar primero por el Estado. Con lo cual, a lo mejor en ese momento no les venía bien o lo que fuera y decidieron posponer esa compra».

«El Papa dijo que cualquiera era libre para matar a Caravaggio»
La película también nos muestra el complejo proceso de restauración del cuadro, que tiene sus riesgos (Supongo que recordáis el caso de otro famoso Ecce Homo) «Estamos haciendo de un cuadro que tiene 420 años -nos explica Álvaro-, que ha sido restaurado ya en el pasado, que hay trozos en los que le falta pintura. La restauración ha sido un proceso fascinante que hemos podido seguir en directo. parece algo de ciencia ficción. Y es una cosa complicadísima, porque si meten la pata o se pasan al restaurarlo el cuadro puede perder casi todo su valor. Ha sido un proceso bastante emocionante».
Otra de las cosas más complicadas de la película ha sido fotografiar un cuadro, porque cualquiera que sepa de cine o fotografía sabe que no es nada fácil. «¿Cómo iluminas un cuadro? Eso lo explica uno de los anticuarios, porque la iluminación es fundamental para poder apreciarlo bien. Y las obras de Caravaggio son especialmente difíciles de iluminar porque era el maestro del claroscuro y son cuadros con muchos matices. Afortunadamente hemos estado tanto tiempo con este cuadro, más de tres años, que lo hemos podido fotografiar desde todos los ángulos. por todos lados. Lo que si hemos intentado con la fotografía de la película es hacer un guiño a esos claroscuros de Caravaggio, que también son parte de la historia».
Por cierto, que si Caravaggio pintó tan pocos cuadros fue a causa de su azarosa vida: «Por eso son tan valiosas sus obras, porque murió muy joven y tuvo una vida realmente rocambolesca: mató a un tipo en un duelo, se pasó media vida huyendo de la justicia, el Papa dijo que cualquiera era libre para matarlo en cuanto lo viera… Eso añade a su obra un aura enigmática y fascinante. Solo hay unos 60 cuadros suyos y de esos algunos son dudosos», asegura Álvaro.

«El cuadro tiene una fuerza brutal»
Tras ser expuesto en el Museo del Prado, el Ecce Homo de Caravaggio ha viajado a Roma, donde forma parte de la mayor exposición del pintor hasta la fecha: Caravaggio 2025, ya que incluye 24 obras del maestro, casi la mitad de las que se conservan. La muestra puede visitarse hasta el 6 de julio.
«Supongo que luego volverá a España y que podremos volver a verla en el Museo del Prado -nos comenta Álvaro Longoria-.
Por último preguntamos a Álvaro qué es lo que más le sorprendió del Ecce Homo de Caravaggio: «La fuerza, tiene una fuerza brutal. Los cuerpos, las caras… ¡son brutales! Dicen que Caravaggio fue el inventor del cine, que la iluminación del cine viene un poco por aquí. Y la verdad es que a veces pensaba: «Estoy aquí solo en una habitación con este cuadro que impresiona por su tamaño, porque es bastante grande, y porque vale 400 millones de euros. Lo enrrollo y me lo llevo«. Para mí, rodar esta película ha sido una experiencia inolvidable y creo que el espectador va a vivir también esa experiencia, que el objetivo de la película. También que vaya descubriendo el apasionante mundo del arte».
01.40 min Algunas de las obras de Caravaggio de todo el mundo viajan a Roma para una exposición