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Suiza debate el suicidio administrado por cápsula | NYT

La policía dijo que había detenido a “varias personas” después de que una mujer estadounidense de 64 años al parecer muriera utilizando el polémico dispositivo.

La cápsula Sarco en exhibición en una rueda de prensa en Zúrich en julioCredit…Ennio Leanza/EPA, vía Shutterstock

Las autoridades en el norte de Suiza dijeron estar investigando un supuesto suicidio asistido mediante el uso de un controvertido dispositivo que sustituye el oxígeno por un gas nitrógeno letal.

Al parecer, una mujer estadounidense de 64 años murió por suicidio asistido en un remoto bosque del norte de Suiza con la ayuda de dos grupos defensores del derecho a morir que le facilitaron el uso de una cápsula Sarco, un contenedor hermético del tamaño de un ataúd y que cuenta con una gran ventana, según el inventor de la cápsula. El dispositivo, que puede transportarse al lugar que elija el usuario, tiene un botón en su interior que sustituye el oxígeno vital por nitrógeno mortífero, matando a la persona en cuestión de minutos. El inventor del dispositivo dijo que era la primera vez que se utilizaba.

La cápsula se utilizó el lunes en una zona montañosa remota al norte de Zúrich, cerca de la frontera con Alemania. La mujer padecía desde hace años una enfermedad autoinmune, según dijeron los fabricantes de la cápsula.

“Supervisé el primer uso del dispositivo desde Alemania y quedé complacido con la muerte pacífica y rápida que se produjo al pulsar el botón”, dijo Philip Nitschke, inventor de la cápsula Sarco y fundador de Exit International, el grupo de suicidio asistido que proporcionó el dispositivo a un grupo similar en Suiza.

Ahora, las autoridades del cantón de Schaffhausen dijeron haber detenido a “varias personas” que pudieron haber ayudado a la mujer a morir. Entre los detenidos hay dos abogados, un fotógrafo del periódico holandés de Volkskrant y Florian Willet, director de Last Resort, un grupo que facilita el suicidio asistido en Suiza. Willet era la única persona presente cuando murió la mujer, dijo Nitschke. Después se puso en contacto con dos abogados, quienes informaron a las autoridades sobre su muerte.

Las autoridades dijeron que habían detenido a las personas bajo cargos de “inducción y auxilio al suicidio”.

El episodio ha suscitado críticas incluso en Suiza, que cuenta con leyes tan permisivas en torno a esta práctica que miles de personas de todo el mundo han buscado ayuda de organizaciones de derecho a morir allí en los últimos años.

Aunque los defensores de la cápsula Sarco afirman que cumple con la legislación suiza —y que los usuarios deben ser evaluados por profesionales médicos antes de que se apruebe su uso—, algunos funcionarios y expertos la han tachado de inhumana y han dicho que no ha sido suficientemente probada. Las autoridades suizas dijeron haber advertido a sus fabricantes de que su uso en el país sería ilegal.

“Se los advertimos por escrito. Dijimos que si venían a Schaffhausen y utilizaban Sarco, se enfrentarían a consecuencias penales”, dijo al periódico Blick Peter Sticher, un fiscal de Schaffhausen, la región de Suiza donde se utilizó el dispositivo.

La aparición de la cápsula Sarco, criticada incluso por los defensores acérrimos del derecho a morir, ha puesto en entredicho la postura de Suiza al respecto. En un discurso ante los legisladores el lunes —el mismo día en que, sin que las autoridades lo supieran, la cápsula estaba siendo utilizada por la mujer estadounidense— la jefa del departamento de asuntos de interior del país dijo que el dispositivo no era legal. La máquina, dijo, violaba la Ley de Sustancias Químicas por utilizar gas.

La ley suiza exige que quienes deseen poner fin a su vida acudan a un médico, quien debe confirmar que la persona es mentalmente competente y que no ha sido orillada a tomar la decisión por alguien con motivos ocultos. Si se confirma, el médico receta pentobarbital sódico, un tipo de sedante.

La cápsula Sarco (diminutivo de “sarcófago”) fue inventada por Nitschke, un médico australiano que lleva mucho tiempo defendiendo los procedimientos de muerte asistida. La cápsula se presenta como una forma de poner fin a la vida sin necesidad de tomar fármacos para personas mayores competentes y en uso de sus facultades mentales. Una vez encerrada dentro de la cápsula en el lugar deseado, la persona puede elegir cuándo pulsar un botón, que inyecta gas nitrógeno a la cámara.

En su sitio web, Last Resort se anuncia como la única organización en Suiza con acceso a las cápsulas Sarco, impresas en 3D, que están disponibles de forma gratuita para “usuarios cualificados”.

La policía suiza dijo que fue alertada de la muerte de la mujer el lunes a través de un bufete de abogados. El bufete se puso en contacto con la fiscalía local de Schaffhausen y dijo que esa tarde se había llevado a cabo un suicidio asistido mediante la cápsula Sarco en una cabaña del bosque en Merishausen, un municipio montañoso cercano a la frontera alemana.

Cuando se le pidió responder a los reportes sobre la detención de Willet, The Last Resort se remitió a una declaración publicada en su sitio web. “The Last Resort actuó en todo momento siguiendo el asesoramiento jurídico de sus abogados”, decía el comunicado. “El asesoramiento jurídico desde 2021 ha determinado sistemáticamente que el uso de Sarco en Suiza sería legal”.

Según los informes, una vez notificados, los equipos de emergencia suizos llegaron a la cápsula, retiraron el cuerpo de la mujer y lo trasladaron al Instituto de Medicina Legal de Zúrich, donde se realizaría una autopsia.

Los representantes de Volkskrant no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios.

Ali Watkins cubre noticias internacionales y está afincada en Londres.

Fuente: https://www.nytimes.com/es/2024/09/26/espanol/mundo/suiza-eutanasia.html

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